OPINIÓN

Monólogo de Alsina: "Tu ultraderechista por mi Ribera"

Carlos Alsina reflexiona en su monólogo sobre el pulso europeo que ha perdido Feijóo frente a Sánchez, quien se ha tragado su cordón sanitario, su línea roja, contra la inclusión de ultraderechistas en los gobiernos.

Carlos Alsina

Madrid |

La manta, en realidad, no era la prenda de abrigo para combatir el frío en la cama. La manta era la tela que se colgó de una pared de la catedral de Santa María de Tudela con los nombres y apellidos de los judíos conversos. De la manta tiraban los católicos antisemitas para impedir que los poderes públicos dieran empleo a aquellos por cuyas venas circulaba sangre judía. Tirar de la manta era desvelar la impureza de sangre.

¿Tira o no tira de la manta el perejil de todas las salsas?

No es a la catedral de Tudela sino al juzgado -Audiencia Nacional- a donde va ser conducido esta mañana Víctor de Aldama con la incógnita -koldos y asimilados en vilo- de si acude a cuerpo gentil o agarrado al pico de una manta. ¿Tira o no tira el perejil de todas las salsas?

De este Víctor de Aldama, Víctor Gonzalo, todo lo que sabíamos en febrero de este año, cuando fue detenido a la vez que Koldo, es que era el presidente del Zamora. Así se referían a él las crónicas, el presidente del Zamora relacionado con Koldo. Porque el pez gordo, parecía entonces, era Koldo García Izaguirre, hombre de confianza -y hombre para todo- del ministro Ábalos. En los días siguientes afloraron algunos trazos más: que era cónsul honorario de Georgia, que había viajado con el ministerio a Oaxaca, México, que había asesorado a Air Europa.

Cuando Aldama empezaba a parecer un personaje poco secundario

El 28 de febrero, día que se personó José Luis Ábalos en este programa, Aldama empezaba a parecer ya un personaje poco secundario. Aunque el ex ministro se refiriera a él como quien ha de hacer un esfuerzo para recordar de qué le conocía y cómo.

El día siguiente a esta entrevista, 29 de febrero, cumpleaños del presidente Sánchez, el diario El Confidencial publicó -pese a la presión del presidente en persona para que no lo hiciera- la primera información sobre Begoña Gómez. A Aldama lo llamaban en el título ‘el comisionista del ministerio’ porque su apellido aún no nos era tan familiar como ahora y la información decía que en compañía de Javier Hidalgo, Air Europa, se había visto con Begoña Gómez para presentarle oportunidades de negocio.

De entonces a hoy hemos ido sabiendo, gentileza de la UCO, que este Aldama era el conseguidor de todo tipo de gestiones, favores, reuniones entre empresarios interesados lo mismo en un rescate que en una licencia de hidrocarburos y altos cargos de distintos ministerios en los que Koldo, por ser la encarnación de José Luis Ábalos, tenía mano. Mucha mano.

De entonces a hoy hemos ido sabiendo, gentileza de la UCO, que este Aldama era el conseguidor de todo tipo de gestiones, favores, reuniones entre empresarios

Hemos sabido que se ocupaba de gestionarle a Delcy movimientos de dinero, que hacía de mensajero entre Delcy y el gobierno de España, que pagó el alquiler del chalé en el que ella se iba a alojar en secreto en su viaje secreto a España (conocido y autorizado por el presidente del gobierno) y que pagó también el alquiler del apartamento en la Torre de Madrid, 2700 mensuales, que ocupó Jessica. Y hemos sabido que Koldo invitó a Aldama a actos de partido, que el PSOE no ha desmentido que estuviera en la planta noble de Ferraz la noche electoral de diciembre de 2019 y que él presumía de tener mucha relación con Pedro Sánchez. El presidente sostuvo que nunca ha cruzado una palabra con él.

El juez Moreno lo que investiga es la presunta corrupción en la contratación de material sanitario durante la pandemia, punto de partida de lo que hoy se conoce como caso Ábalos. Aldama podrá aportar la información de que disponga sobre eso o podrá aportar la información que desee sobre cualquier otra cosa relativa a la trama criminal (o presuntamente criminal) que es objeto de investigación de este juez y, por la parte que le toca al aforado Ábalos, del Tribunal Supremo de España.

El pulso europeo sólo podía ganarlo uno y lo ha ganado Sánchez

El pulso europeo sólo podía ganarlo uno, o Sánchez o Feijóo, y lo ha ganado Sánchez: el PP europeo apoyará a Teresa Ribera como comisaria aunque el PP español vote en contra. Gana Sánchez a costa de tragarse su cordón sanitario, su línea roja, su encendido discurso contra la inclusión de ultraderechistas en los gobiernos y fundirse ahora en un simbólico abrazo, a la vez, con Meloni, querida Giorgia, y con Víctor Orban. Cosas verás.

Veremos a los eurodiputados del PSOE votando a favor de los comisarios de la extrema derecha. Y al presidente que en España presumió de levantar un muro haciendo ahora un canto al entendimiento entre socialistas y conservadores para gobernar en coalición la Unión Europea.

Feijóo tendrá que resignarse a comprobar que su influencia en Bruselas, y en el PP europeo, es poca cosa al lado de la mano, y la experiencia negociadora de Pedro Sánchez

El mismo coro papagáyivo que jaleó a Sánchez cada vez que repudió la idea de la gran coalición para gobernar España jalea ahora la virtud extraordinaria de la gran coalición para gobernar la Unión Europea. El mismo coro que le secundó atizando a Úrsula Von der Leyen por hacer manitas con Meloni le secunda ahora celebrando que el bloque de comisarios sea ratificado con la extrema derecha populista, naturalmente, incluida porque el consenso, bendita Úrsula, es el motor de Europa (qué maravilla).

Ribera será comisaria, que es para lo que viene trabajando desde hace siete meses, y Feijóo tendrá que resignarse a comprobar que su influencia en Bruselas, y en el PP europeo, es poca cosa al lado de la mano, y la experiencia negociadora (cuál es el precio que yo lo pago) de Pedro Sánchez.

Ribera le hizo la autocrítica a los demás

La todavía vicepresidenta tercera expuso ayer ante el Congreso de los Diputados lo extraordinariamente bien que lo hizo todo su ministerio, y la Confederación Hidrográfica del Júcar, la tarde de la riada. No es que merezca un cargo europeo, es que merece un monumento. O así debe de verlo ella.

Emulando a Mazón, quién lo iba a decir, Ribera también le hizo la autocrítica a los demás. De Mazón, a estas alturas, poco hay que añadir porque ha quedado a la vista, estas tres semanas, la concatenación de negligencias, demoras, ausencias, sorderas en que incurrió su gobierno y él mismo. De Ribera, escuchada su narración de ayer, cabe decir que la suya ha sido la mejor argumentación que se ha escuchado hasta ahora para defender justo lo que el gobierno central no hizo, que fue hacerse cargo de la situación y tomar el mando.

¿Qué hizo el gobierno central para evitar una desgracia?

El gobierno valenciano, sostiene Ribera, tenía toda la información necesaria a tiempo -necesaria es desde horas antes de la riada- pero no reaccionaba. No entendía la gravedad. No tomaba decisiones. No funcionaba. Lejos de paliar el riesgo, Mazón era un riesgo añadido.

Pregunta: a la vista de semejante emergencia, ¿qué hizo el gobierno central para evitar una desgracia? Respuesta: llamar por teléfono el secretario de Estado desde Colombia a las ocho de la tarde para recomendar que se avisara por la posible rotura de la presa de la Forata cuando el barranco del Poyo ya estaba desbordado. Respuesta: llamar Teresa Ribera a Mazón para ofrecerle ayuda. Ocho y veinte de la tarde, ofrecerle ayuda.

Desde media tarde, sostiene el gobierno central, se veía que la lluvia en Chiva iba a ocasionar el desbordamiento de la rambla, se veía que el gobierno valenciano no hacía nada… y Ribera a las ocho y veinte, con media provincia ya inundada, habla con Mazón para decirle que aquí estamos.

Desde media tarde se veía que la lluvia en Chiva iba a ocasionar el desbordamiento de la rambla

Refuta la vicepresidenta que la Confederación del Júcar -cuyo presidente, por cierto, permanece mudo para la prensa desde hace tres semanas- fallara al no advertir entre las cuatro y media y las seis cuarenta de la crecida en el barranco alegando que se fueron enviando avisos, rutinarios, sobre las lluvias en la cabecera. Siete avisos en ese periodo, cuatro sobre lluvias y sólo el último sobre el caudal en el Poyo.

Si, según la vicepresidenta, los avisos de la Confederación ya a las cuatro y veintiséis de la tarde anticipaban que iba a desbordarse la rambla, hay que extender las preguntas entonces a ese momento. Desde las cuatro y veintiséis minutos, qué hizo el gobierno central-delegación, Confederación- para advertir a la población de que se pusiera a salvo de una riada. Qué hizo, desde las cuatro y veintiséis hasta las llamadas telefónicas de las ocho de la tarde, para que el gobierno valenciano reaccionara o, en su defecto, la población tuviera otra forma de saber el riesgo en el que estaba.

¿Alguien entre las cuatro y media y las ocho abogó por instar a la población a buscar refugio en pisos altos?

¿Abogó delegación de gobierno, desde las cuatro y veintiséis, por lanzar el aviso a los móviles? ¿Alguien entre las cuatro y media y las ocho abogó por instar a la población a buscar refugio en pisos altos? No evitar circular por la provincia, o alejarse del cauce de los ríos, sino ¿ponerse a salvo en pisos elevados en los municipios vecinos del barranco?

De seis a siete la videoconferencia se cayó

Los tres miembros de la administración central en el Cecopi participaron por videoconferencia, ninguno presencial. Aportó Ribera este otro dato: de seis a siete la videoconferencia se cayó y la pantalla se quedó en negro.

No sabemos qué ocurrió pero sí sabrán qué hicieron los tres para recuperar esa conexión cuanto antes. Sabían del riesgo de inundación porque las lluvias en cabecera terminan desbordando el barranco, sabía del poco tiempo que hay para advertir, media hora o cuarenta y cinco minutos, ¿y estuvieron de seis a siete con la pantalla en negro haciendo qué? Se conectarían por teléfono, al menos, ¿no?

Si la reunión de la Cecopi de aquel día está grabada, es hora de que quien tenga ese material lo ponga a disposición, íntegro, de la opinión pública

Si la reunión de la Cecopi de aquel día está grabada, es hora de que quien tenga ese material lo ponga a disposición, íntegro, de la opinión pública. Alguna grabación ya sabemos que hay porque se filtró una que no dejaba en buen lugar a la consejera Pradas. No parece que la filtración procediera del gobierno valenciano. Si alguien más grabó, ya es hora de que lo presente todo y así todos nos enteramos ya de todo. Sin fascículos.

Cargarle el Poyo a Rajoy es una broma pesada, comisaria

Por lo demás, y sin ánimo de molestar, la parte más embarazosa de las explicaciones de Ribera fue esta alusión a Rajoy por haber dejado caducar una declaración de impacto ambiental que firmó ella en el gobierno anterior.

La declaración caducó en 2017. Ribera tomó posesión como ministra en junio de 2018. Ha cumplido ya seis años y cinco meses en el poder. Desde 2015 hasta 2023, ocho años, el gobierno de la Comunidad Valenciana ha estado en manos del Partido Socialista. Cinco años para haber sacado adelante lo que al PSOE le hubiera parecido pertinente. Una legislatura y pico. Venir con el cuento de la herencia recibida en este asunto, y cargarle el Poyo a Rajoy, es una broma pesada, comisaria.

Monólogo de Alsina 21/11/2024