Edmundo González Urrutia, diplomático de carrera, ha demostrado ya tres veces que es un hombre agradecido. Tres veces en los doce días que lleva en España.
· La primera, cuando agradeció al gobierno de España que hubiera atendido su petición de ser acogido (atendida la petición y puestos los medios para su traslado a Madrid desde Caracas).
· La segunda, cuando agradeció al PP que promoviera su reconocimiento como presidente electo en nuestro Parlamento y a los diputados que hicieron posible que ese reconocimiento prosperara.
· La tercera, ayer, cuando agradeció al Parlamento Europeo que haya denunciado la represión que sufre la población venezolana, haya reclamado todos los esfuerzos posibles para que la voluntad popular de los venezolanos sea respetada y para que su victoria en las urnas, por tanto, sea reconocida. Edmundo González Urrutia ha agradecido su labor, y su papel, tanto a Sánchez como a Feijóo, tanto al gobierno que evita reconocerle como presidente electo como a la oposición que ha sacado adelante su reconocimiento. Tanto a los eurodiputados que denuncian la falta de libertad en Venezuela, aunque no vean conveniente reconocerle a él ahora, como a los eurodiputados que denuncian la falta de libertad y, además, ven justo y necesario reconocerle a él como presidente.
Edmundo González debería responder a las preguntas sobre su salida de Venezuela
Si Edmundo González Urrutia creyera que es cierto lo que el gobierno español dice de la oposición española -que se aprovecha del dolor de los venezolanos aunque no le importe en absoluto lo que les pasa- no habría podido mostrarse agradecido al PP. Si Edmundo creyera que es cierto lo que el PP dice del gobierno de España -que es cómplice del pucherazo y colaborador necesario de la dictadura-, no habría podido mostrarse agradecido a Sánchez en la Moncloa ni habría difundido anoche un segundo comunicado en el que niega que el gobierno español fuera cómplice de coacción alguna, dejando al PP a los pies de los caballos.
Sabiendo de la situación espinosa en la que se encuentra, quizá ha llegado el momento de que sea Edmundo González quien aclare, abiertamente, respondiendo a todas las posibles preguntas, todo lo que pueda aclarar sobre su salida de Venezuela, el tiempo que pasó en la residencia del embajador español en Caracas y el papel que desempeñó Zapatero. Sabiendo, digo, que parte de su familia sigue en Venezuela -él lo tiene presente todo el tiempo-, y sabiendo que España le ha garantizado el asilo pero que la tramitación de ese estatus aún no ha concluido.
La sociedad europea condena la represión en Venezuela
Lo más relevante que sucedió ayer respecto de Venezuela no es la gresca máxima que han alcanzado el gobierno y el PP, con exigencias mutuas de dimisiones que no llegan a ninguna parte. Lo relevante es que ayer la sociedad europea, representada en su Parlamento -de mayoría conservadora, sí, porque así lo quisieron los votantes- ha condenado la represión, las detenciones, los encarcelamientos políticos, la violación de derechos fundamentales; ha condenado la persecución política de que ha sido objeto Edmundo González; y ha pedido a los gobiernos europeos que redoblen los esfuerzos para conseguir que se abra paso una transición a la democracia en Venezuela.
Es verdad que en un aspecto concreto que era objeto de debate, el reconocimiento de González como presidente electo, hubo división de opiniones y ganó el sí con mayoría de votos conservadores y sólo cinco apoyos en las filas socialistas (los eurodiputados portugueses), pero la discrepancia en ese punto no debería opacar el hecho de que la denuncia de la mano de hierro con que Maduro trata de deshacerse de cualquier oposición la hacen suya la abrumadora mayoría de los eurodiputados de colores políticos diversos (otros no, claro, ahí está Podemos).
Poner el acento en que la resolución sólo tuvo votos de derechas es alegrarle el día a Maduro, feliz de alimentar el bulo de que todo el que le cuestiona es reaccionario o fascista
Poner el acento en que la resolución sólo tuvo votos de derechas es alegrarle el día a Maduro, feliz de alimentar el bulo de que todo el que le cuestiona es reaccionario o fascista. Poner el acento en que los diputados socialistas españoles votaron en contra es alegrarle el día a Maduro, feliz de hacer creer que la izquierda europea sí le tiene por ganador de las elecciones -cuando no es cierto-.
Un papel que era munición en su contra
El régimen le hizo firmar a Edmundo González un papel que él debió de creer confidencial pero que era munición para utilizar después en su contra. Al difundirlo ha logrado sembrar cizaña en la oposición venezolana y generar una gresca monumental entre gobierno y oposición en España. El régimen documentó gráficamente la visita de los hermanos Rodríguez, Delcy y Jorge, a la residencia de nuestro embajador en Caracas y al difundir las imágenes ha puesto en apuros al embajador y al ministerio de Exteriores, obligado ahora el primero, y obligado el segundo -tendrán que hacerlo- a concretar cómo se produjo esa visita y qué supo el embajador del desarrollo de la misma.
Hasta ahí llegó ayer el ministro Albares. Pero el asunto no va a terminar ahí. La firma del papel -o firmas o no sales- se produjo en casa del embajador. Estaba enterado estaba de quién venía, los Rodríguez. Falta que explique qué supo de lo que en su casa había sucedido. Fotos incluidas.
Lo que tiene sorprendido a Edmundo es que se hicieran fotos en la residencia del embajador sin advertirle a él
El abogado de Edmundo González, José Vicente Haro, ha explicado a la CNN en español que lo que tiene sorprendido a Edmundo es que se hicieran fotos en la residencia del embajador sin advertirle a él.
El tono del régimen de Maduro
Dice también el abogado que Edmundo debe ser prudente porque el asilo aún no ha terminado de tramitarse, sin que eso signifique que tenga sospecha alguna sobre una pretendida connivencia del ministerio de Exteriores de España con el régimen de Maduro.
Lo más sangrante de cuanto está sucediendo estos días es el tono con que el régimen de Maduro -entre el choteo y el matonismo- carga contra Edmundo González, contra el gobierno español y contra el Congreso de los Diputados. El hermanísimo de Delcy, Jorge, se permitió anoche la macabra humorada de afirmar que quienes fueron presionados en la residencia de nuestro embajador fueron ellos, presionados por Edmundo porque les recibió con ropa cómoda pensando que iba a viajar esa misma noche.
Lo más sangrante de cuanto está sucediendo es el tono con que el régimen de Maduro -entre el choteo y el matonismo- carga contra Edmundo González
El tal Rodríguez que califica a nuestro embajador de testigo directo de todo al tiempo que admite que no participó en nada, es el mismo que ha exigido la ruptura de relaciones con España por una resolución del Congreso de los Diputados y el mismo que tiene por agentes encubiertos integrantes de una conjura a los dos españoles que permanecen detenidos y de los que nada más se ha sabido.
La frivolidad de imputar al gobierno complicidad con Maduro
La posición del gobierno de España respecto de Venezuela es susceptible de ser cuestionada, o no compartida, pero de ahí a imputar -como está haciendo el PP- complicidad con un pucherazo va un trecho largo que no se puede recorrer alegremente y sin más prueba que fotos difundidas, recuérdese, por el régimen de Maduro para desacreditar, recuérdese también, a Edmundo González. Elevar la presencia de los hermanos Rodríguez en la residencia del embajador en la prueba de que Sánchez es cómplice de Maduro para descabezar a la oposición y perpetuar la represión es una frivolidad.
Si apoyas un texto como éste y luego imputas al gobierno colaborar con la perpetuación de la represión la incoherencia, amigo, la tienes tú
La resolución que ayer aprobó el Parlamento europeo y que tanto ha celebrado el PP incluye este párrafo: ‘El parlamento destaca la decisión del gobierno de España de acoger a Edmundo a petición suya, lo que permitirá protegerle y mantener, así, una perspectiva viable de resolución del estancamiento político’.
Esto también lo han votado los eurodiputados de Feijóo, imagino que él lo sabe. Si apoyas un texto como éste y luego imputas al gobierno colaborar con la perpetuación de la represión la incoherencia, amigo, la tienes tú.