OPINIÓN

Monólogo de Alsina: "Hágame caso, no me sea insumisa"

Carlos Alsina reflexiona en su monólogo sobre la advertencia de la ministra de Vivienda a las comunidades autónomas de que puede cerrarle el grifo si no aplican las recetas que el gobierno central defiende.

Carlos Alsina

Madrid | 27.09.2024 08:30

Tienen menos glamour que Anne Hathaway, la actriz que le privó de la foto, y sienten por él menos devoción que Pedro Almodóvar, el cineasta que bromea sobre las cosas que podría pedirle a nivel físico, pero la presidencia del gobierno obliga.

De regreso de Nueva York, donde nadie te rebate, y pasando por el festival de San Sebastián, que es imbatible como escaparate, el presidente regresa hoy a la insípida tarea de ir recibiendo en la Moncloa a presidentes autonómicos que no salen en las películas.

Le toca a Sánchez quedar bien con ellos y poner cara de hombre interesado

No me vas a comparar hablar un rato con Almodóvar, que te llama guapo y hace suyo todo tu guión político, que despachar con Gonzalo Capellán, por entretenido que sea, con María José Sáenz de Buruaga, que además de ser del PP se apellida como Ernesto, o con Adrián Barbón, que por mucho que sea de tu cuerda, socialista, anda poniéndose estupendo con esto del concierto catalán y cultivando demasiado perfil propio para el gusto de quien gobierna. Qué se le va a hacer.

El presidente regresa hoy a la insípida tarea de ir recibiendo en la Moncloa a presidentes autonómicos

El presidente prometió que invitaría a los presidentes a desfilar por palacio y le toca quedar bien con ellos y poner cara de hombre interesado cuando le digan lo que opinan del modelo financiero al que se ha comprometido con Illa y con Esquerra. La cara la pondrá aunque su interés sea ninguno, a juzgar por la impresión con que salieron la semana pasada los dos barones que le visitaron, Rueda y Moreno. Dijo Rueda el lunes en este programa: no, si de financiación casi ni hablamos.

Os han tangado otra vez y no os habéis dado ni cuenta

El gobierno ha metido en la fresquera su famosa financiación singular -que se enfríe- difiriendo el asunto a próximas reuniones que si del Consejo de Política Fiscal, que si de los Presidentes en Conferencia -ya se le pasó al presidente el fervor pandémico que sintió por la cogobernanza- y aprovechando que ni a Salvador Illa le urge concretar nada, ni en Esquerra Republicana están para apretarle mucho a nadie -bastante tienen con los efectos autodestructivos del fracaso electoral de mayo-, ni en casa Puigdemont le van a reclamar que ponga el huevo sobre el concierto porque para los puigdemones lo que el gobierno le ha prometido a Esquerra es un cuento, un brindis al sol, Marta Rovira, que os han tangado otra vez y no os habéis dado ni cuenta.

Para tangado Puigdemont, que se veía despidiendo el año en el Palau de la Generalitat y se va atragantar a uvas en Waterloo

Dices: tampoco está Puigdemont para dar lecciones a nadie, para tangado él, que se veía despidiendo el año en el Palau de la Generalitat, dirigiendo a los catalanes el discurso de Nochevieja, y se va atragantar a uvas en Waterloo, renovado el contrato de alquiler porque su repatriación no la acelera ni Conde Pumpido. Tangados todos, se han lanzado los independentistas catalanes de derechas y de izquierdas a decirse cosas tan feas que empiezan a tratarse como si fueran españoles.

Tangados todos, se han lanzado los independentistas catalanes de derechas y de izquierdas a decirse cosas tan feas que empiezan a tratarse como si fueran españoles

Ahí está Rufián, el diputado que mejor calcula cuándo le conviene glosar la condición independentista de Junts y cuándo le conviene decir que es ‘la derecha’, pronúnciese con cierta saña. Cuando es Esquerra quien pone precio a su apoyo se llama negociación democrática; cuando es Junts, ¡chantaje! Y luego dicen del PP, que le llama chantaje a todo.

Montero pide que no se llame concierto catalán

La vicepresidenta Montero, encargada de explicar un modelo de financiación que a ella nadie le ha explicado, reclama que no se le llame ni concierto, ni cupo, ni nada. Ya recordamos hace semanas aquí que cuando era sólo Esquerra -mes de mayo- quien defendía esa financiación singular con cuota de solidaridad condicionada Montero si tenía claro cómo había que llamarlo.

Pero desde que Esquerra plasmó eso mismo en un papel a dos manos con el PSC, la vicepresidenta olvidó el nombre de la cosa y ahora pide que permanezca innombrada.

No, si qué persigue está claro. Perseguía que Salvador Illa fuera investido con el apoyo de Esquerra. Misión cumplida. Por eso ahora puede meterse el papelito en la fresquera.

Un nuevo frente por la ley de Vivienda

Lejos de querer limar diferencias con las comunidades autónomas gobernadas por el PP, que son el setenta por ciento, el gobierno abre un nuevo frente a cuento de la ley de Vivienda. Con cierto aroma de imposición desde el poder central al poder autonómico o descentralizado. Imposición o amenaza, el federalismo era esto. La ministra de Vivienda advierte de que puede cerrarle el grifo a las comunidades autónomas que no apliquen las recetas que ella defiende.

El gobierno abre un nuevo frente a cuento de la ley de Vivienda. Imposición o amenaza, el federalismo era esto

Insumiso en el cumplimiento de la ley. Palabras mayores. A ver, si el gobierno sabe que alguien está incumpliendo una ley, a donde tiene que ir es al juzgado. De inmediato. Pero ocurre que no es así.

No tienen la obligación de hacerlo y, por tanto, no incumplen la ley

La ley de Vivienda se aprobó en su día con debate sobre hasta dónde llegan las competencias del gobierno central en esa materia estando, como estamos, en un sistema descentralizado y con autogobierno. Y sabiendo eso, la ley sólo pudo alcanzar a decir lo que dice: que los gobiernos autonómicos podrán declarar zonas tensionadas y establecer un tope de precios. Podrán. No tienen obligación de hacerlo.

Si la ministra puede amagar con cerrar el grifo es porque la ley también ese verbo afecta al hablar del gobierno central: ‘Podrá colaborar en la financiación de los planes autonómicos’. No tiene obligación de hacerlo. Una ley como ésta, que dota de instrumentos a los gobiernos autonómicos pero especifica que podrán utilizarlos, no que deberán, se cumple tanto si se utilizan como si no. Una ley que te faculta para poner tope a los precios pero no te obliga a hacerlo, la cumples tanto si eliges topar como si no.

Una ley que te faculta para poner tope a los precios pero no te obliga a hacerlo, la cumples tanto si eliges topar como si no

El gobierno central está en su derecho a defender sus recetas, por supuesto, y persuadir a los demás para que las apliquen, pero acusar a la abrumadora mayoría de los gobiernos autonómicos de insubordinarse ante la ley son palabras mayores que requieren, como poco, de concretar qué obligaciones legales son ésas que se están incumpliendo.

No vaya a parecer que a lo que aspira el gobierno central es a decidir él, desde Madrid, la política de Vivienda que han de hacer los gobiernos autonómicos en sus singularísimos territorios.

Monólogo de Alsina 27/09/2024