OPINIÓN

Monólogo de Alsina: "Rebeca en la Uni"

Carlos Alsina reflexiona en su monólogo sobre el desdén de Yolanda Díaz ante las palabras de Pablo Iglesias contra la progresía mediática que trata de encumbrar a la vicepresidenta como alternativa a Podemos.

Carlos Alsina

Madrid | 08.11.2022 08:41

¿En qué se parecen Manuel Hernández, líder de la asociación de transportistas Plataforma, y el secretario general de las Naciones Unidas,señor Guterres? En que los dos proclamaron ayer que el tiempo se acaba. Que el reloj corre y nos quedamos sin tiempo, dice el portugués. Porque las temperaturas siguen subiendo y el cambio climático es irreversible.

El reloj corre y nos quedamos sin tiempo

Se ha ido especializando Guterres en estas frases categóricas, drásticas: el profeta que advierte de que nos estamos condenando. Mientras los gobernantes se reúnen para sacar pecho por lo mucho que ponen todos de su parte. La autopista hacia el infierno que seguimos recorriendo, dice Guterres.

Nos estamos condenando mientras los gobernantes se reúnen para sacar pecho por lo mucho que ponen de su parte

En esto también se parece al líder de Plataforma: la carretera como un infierno para quienes la trabajan, los camioneros. Éste vuelve a ser el mensaje fundamental de esta asociación de transportistas, pequeñas empresas, autónomos, en puertas de la nueva huelga que, si nada cambia, iniciarán en la madrugada del lunes. La falta de rentabilidad que tienen los portes.

Reclaman que el Gobierno garantice el cumplimiento de la ley

Los motivos que alega esta asociación para llamar a parar, ocho meses después de haber canalizado la indignación de una parte notable del sector, son los mismos de entonces. Sólo que en marzo reclamaban cambios legales que acabaran con el trabajo a pérdidas o la descarga y ahora lo que reclaman es que el Gobierno garantice que la ley se cumple. ¿Y el Gobierno, qué dice?

Escarmentada de lo que le pasó en marzo, la ministra no se cierra a hablar con los de Plataforma

Se ofrece la ministra a acelerar el refuerzo de la inspección y a prorrogar los descuentos al gasóleo. Y escarmentada de lo que le pasó en marzo, no se cierra a hablar con los de Plataforma aunque sigan sin formar parte del Comité Nacional del Transporte. Pero pide responsabilidad y que la huelga se desconvoque. No parece que Plataforma, hoy, esté por la labor.

Yolanda Díaz como Joan Fontaine en 'Rebeca'

Es probable que Yolanda Díaz se sienta como Joan Fontaine en ‘Rebeca’. Compitiendo todo el tiempo con un fantasma. La difunta que nunca terminó de irse. El fantasma de las elecciones pasadas. O sea, Pablo Iglesias.

A la nueva señora de Winter le preguntaron ayer los periodistas qué piensa ella de las cosas que dijo Rebeca el domingo en la Uni morada de Otoño.

Ni media palabra le mereció la perorata de Iglesias contra la progresía mediática que pretende sentar a Yolanda en un trono construido sobre los escombros de Podemos

Le faltó un buen guionista ayer a esta escena. Breve escena, pero relevante. Resuelta con una frase de todo a cien -dejarse la piel, autoelogio de quien se ve a sí misma en el sacrificio permanente, la abnegación dérmica- pero reveladora del desdén que va abriéndose camino en el trato de la vicepresidenta hacia su antiguo socio, a quien cada vez ve más antiguo y menos socio. Más discontinuo y menos fijo.

Ni media palabra le mereció la larga -y muy estudiada- perorata del emérito contra la progresía mediática que pretende sentar a Yolanda en un trono construidosobre los escombros de Podemos. A quién se le ocurre, eh, Pablo.

Comentaristas progres a los que en otro tiempo tuvo por finos analistas

No, no lo dice por mí. Ni por Yolanda. Lo dice porque ha leído esa tesis del hundimiento redentor a comentaristas progres a los que en otro tiempo tuvo por finísimos analistas de la cosa política. Periodistas a los que en otro tiempo puso como ejemplo de ejemplar desempeño profesional -más ejemplar cuanto más le bailaban el agua- hoy son desacreditados como agentes del mal.

Y tiro porque me toca, porque cada día este hombre está enemistado con más gente. Total, que Iglesias predica en largo sobre la estupidez de querer enterrar a Podemos en mayo, sobre la corrupción de los medios, las cloacas, el lawfare y el respeto que se merece Podemos y Joan Fontaine, ni caso.

Yolanda Díaz sigue trabajando en sus cosas, que no son las de Podemos

Desollada, pero trabajando. A estas alturas ya ha tenido tiempo de darse cuenta de que Iglesias no quiso ungirla sino uncirla, con ‘c’, lo que cambia una letra. Ella sigue trabajando en sus cosas, que no son las de Podemos. No es la ley trans, no se la ley de vivienda, no es la derogación de la ley mordaza, no es Nador, no es el Consejo del Poder Judicial.

Ella no hizo nunca casus belli de la presencia de Victoria Rosell entre los veinte nombres que pactaron Bolaños y González Pons para el nuevo Consejo General del Poder Judicial. Por cierto, mención aparte para el diputado morado Sánchez Serna, que ayer se quedó en su paz después de decir que el respeto que exige Podemos consiste, por ejemplo, en que no le cuestionen a Victoria Rosell como su representante en el CGPJ.

Representante. Este diputado ya ha dado un paso más. No es sólo que los partidos tengan vocales afines en el Consejo, es que tengan representantes. Desde que Iglesias defendió que los telediarios se confeccionaran por cuotas de partidos -cuántos diputados tienes, cuántos minutos te tocan- el personal ya ha perdido el pudor.

Ayuso pierde el norte acusando a Sánchez de querer encarcelar a la oposición

Hay quien pierde el pudor y hay quien pierde el norte en su afán por batir cada día su propio récord de acusaciones a Sánchez. Isabel Díaz Ayuso, presidenta de una Comunidad Autónoma, se permitió afirmar ayer que el presidente del Gobierno quiere encarcelar a la oposición como en las dictaduras.

En dos entrevistas, por la mañana en Telecinco y por la tarde en La Razón, comparó a Sánchez con Le Pen y con Daniel Ortega. Palabras como autoritario o dictadura aparecen ya en cada frase que le dedica. Eso, y atribuir a Sánchez el plan para sustituir al rey Felipe por la Tercera República. Como si semejante cambio, aunque él quisiera, estuviera al alcance de Sánchez.

Cuanto más bruto es lo que dices de Sánchez menos espacio queda para hablar de la huelga de médicos de Madrid

Es verdad que cuanto más bruto es lo que dices de Sánchez menos espacio queda para hablar de la huelga de médicos de Madrid.

El Partido Socialista, muy indignado -o, al menos, muy interesado en que parezca que lo está- respondió ayer a las afirmaciones de Ayuso con un comunicado en el que, sin reproducir lo que dijo, le exige que rectifique.

The clock is ticking, como diría Guterres, el reloj hace tic tac. Abandone el PSOE cualquier esperanza de que Ayuso se desdiga.