OPINIÓN

Monólogo de Alsina: "Sánchez comprende que no te fíes"

Carlos Alsina reflexiona en su monólogo sobre el nuevo estribillo de la Moncloa, que dice entender que haya ciudadanos reacios a la concesión de los indultos.

Carlos Alsina

Madrid | 10.06.2021 08:48

Tranquilidad, futboleros de España, que a nuestra selección no la van a expulsar de la Eurocopa. Ni vacunada ni sin vacunar. Que te echen de la competición por no tener vacunados a los jugadores no está contemplado en las normas de la UEFA. Si el gobierno vacuna es para que no tengamos más bajas de última hora. A veinticuatro horas de que empiece el torneo y a tres días de que debute la selección nacional.

Sostiene la ministra de Sanidad que ella ha actuado con celeridad. En cuanto el ministerio del Deporte se lo ha pedido. No se cansa de repetir el gobierno que el criterio para vacunar a los jugadores es el mismo que se ha seguido para vacunar a los olímpicos. Sólo que los olímpicos están vacunados a un mes y medio de los juegos ---más de mil personas componen la delegación española--- y de los futbolistas, hasta que Busquets dio positivo, alguien se había olvidado.

La ministra Darias logró el trofeo que más aprecia: la unanimidad

Ayer sí pudo conquistar la ministra Darias el trofeo que más aprecia. Se llama unanimidad. Y la logró con los gobiernos autonómicos, ahora sí, sobre los criterios para aplicar restricciones al ocio y la hostelería. ¿Cómo se explica que la semana pasada se le declarara un motín y esta semana estén todos contentos? Versión oficial: "El Gobierno siempre escucha a todos".

Escucha más a unos que a otros. Si el Partido Socialista de Euskadi se le queja, por ejemplo, es más receptivo que si lo hace el PP madrileño. Si La Rioja, que es gobierno socialista, se le resiste le hace más caso que si es Madrid. Ayer se obró la unanimidad porque el ministerio se tragó todo lo que había dicho la semana pasada y aceptó que sea cada comunidad autónoma la que decida qué hace con la hostelería. Como dijo la ministra, el gobierno sólo hace propuestas, son los consejeros autonómicos los que las votan. Lo que pasa es que hay una serie de consejeros que siempre están con lo que diga el gobierno central, por disciplina no de pandemia sino de partido. Pero bien está lo que bien acaba: están de acuerdo en que no haya criterios comunes.

Si el único gobierno que no se hubiera sumado a la unanimidad hubiera sido el de Madrid, ya habríamos escuchado al gobierno central crucificando por irresponsable a Ayuso

Salvo una que es el País Vasco, donde gobierna el Partido Socialista con el PNV. Y que nunca participa porque, como los tertulianos, niega la mayor: entiende que el mero hecho de debatir lo que compete a los gobiernos autonómicos es bendedir las injerencias. Si el único gobierno que no se hubiera sumado a la unanimidad hubiera sido el de Madrid ya habríamos escuchado al gobierno crucificando por irresponsable a la señora Díaz Ayuso. Pero como son Urkullu e Idoia Mendia quienes han dado la espalda a los demás, oiga, ni medio reproche. Recuerden lo que pasó el jueves pasado en este programa, este pasaje revelador de la entrevista con Carolina Darias. Pues esta vez ha sido sólo la del País Vasco.

"Si Esquerra sienta en la mesa a Junqueras, los de Junts sentarán a Puigdemont"

En la Moncloa están terminando de barnizar la mesa de negociación con el independentismo, calzándola para que no cojee, e intentando asegurarse de que su nuevo mejor amigo, Oriol Junqueras, se borre él mismo de la lista de posibles asistentes. Esto que a Yolanda Díaz le parecía tan razonable hace una semana (la vicepresidenta acariciándole la cabecita a Junqueras) ya no le parece tan razonable a la Moncloa, que ha debido de caer en la cuenta de que si Esquerra sienta ahí a Junqueras y se le acepta, los de Junts per Cataluña sentarán a Puigdemont, el líder de la revuelta de 2017 que aún no ha sido juzgado pero que ya se siente exonerado.

Lo comentamos aquí el jueves pasado: qué pasa si Puigdemont quiere ser el interlocutor de Sánchez en la famosa mesa, reencontrémonos, Pedro, reencontrémonos. Después de todo, el Parlamento Europeo acaba de restablecerle provisionalmente la inmunidad parlamentaria al prófugo: sólo tiene que subirse a un avión rumbo a España para crearle un problema a Sánchez y descogorciarle su hoja de ruta. De modo que a Sánchez, ahora, lo tener sentado ahí a Junqueras no le conviene.

El gobierno que causó ese conflicto no ha cambiado. Se llama gobierno autonómico de Cataluña y es el que van a tener sentado en la mesa

Es una mesa entre gobiernos que siempre fue una mesa entre partidos. Con su cuota Podemos, su cuota Colau y su cuota PSC. Si elevas a Junqueras a la condición de guía espiritual del independentismo por una carta que calificas de hito, no te podrá extrañar que cale la idea de que con quien vas a negociar el futuro del país es con él, no con los subalternos que Junqueras y Puigdemont han colocado en el gobierno autonómico.

Tanto que repiten Sánchez y los suyos que este conflicto lo han heredado del gobierno anterior, podrían pararse en algún a pensar que el gobierno que causó ese conflicto no ha cambiado: se llama gobierno autonómico de Cataluña y es el que van a tener sentado en esa mesa.

El nuevo estribillo del departamento de persuasión de Moncloa

El nuevo estribillo del departamento de persuasión de la Moncloa dice que por supuesto el Gobierno entiende que haya ciudadanos reacios a que se conceda el indulto. El martes lo dijeron la señora Montero y el señor Illa. Ayer le tocaba al presidente.

En realidad, el problema de credibilidad con los indultos no lo genera el independentismo. Lo genera el gobierno. De quien no se fían muchos de los críticos con los indultos no es de Junqueras, es de Sánchez. Un gobernante junco que ha acreditado semejante capacidad para desmentirse a sí mismo y abrazar posiciones que en otro tiempo repudiaba habrá de entender que se dude de que vaya a mantener mucho más tiempo la posición que tiene ahora, ésta que dice que la autodeterminación no es un derecho y que no cabe que los catalanes, en exclusiva, decidan dónde empieza y dónde termina España.

Un gobernante junco que ha acreditado semejante capacidad para desmentirse a sí mismo y abrazar posiciones que antes repudiaba

Pero bueno, si el presidente comprende los reparos de mucha gente, ¿comprende también a quienes se manifestarán el domingo en la plaza de Colón? ¿Comprende sus razones para no compartir que se indulte a quienes atentaron contra sus derechos ciudadanos? ¿O a esos no? Porque expresan sus reparos manifestándose ¡en la plaza de Colón! Si el presidente es tan comprensivo con quienes discrepan de él, ¿por qué se ha entregado su gobierno mañana, tarde y noche a satanizar esa manifestación?