OPINIÓN

Monólogo de Alsina: "Tiembla el megavatio y aprieta Argelia"

Carlos Alsina reflexiona en su monólogo sobre el tope al gas y la compleja relación del Gobierno con Argelia después de que este país haya roto relaciones comerciales con España debido al viraje de Sánchez sobre el Sáhara.

Carlos Alsina

Madrid | 09.06.2022 08:37

¡Tiembla, megavatio hora, que el Gobierno va a por ti! Rearmado para dejarte seco. Supervitaminado y mineralizado con el arma que lleva diseñando hace un año: el tope al gas. El bazoka de Sánchez para bajarle los humos al precio de la electricidad.

El tope al gas: El bazoka de Sánchez para bajarle los humos al precio de la electricidad

Ahora sí que sí, dice el Gobierno, ahora sí tenemos la herramienta que nos hacía falta, que es nuestro propio sistema de fijación de precios de la energía. Todo este tiempo hemos estado sufriendo el corsé, la cárcel de las normas comunes europeas pero hoy, por fin, nos liberamos. Emancipados para obligar a las compañías que producen electricidad a partir del gas a no cobrarla por encima de los cuarenta euros.

Anuncia el Gobierno una cascada de buenas noticias: el gas dejará de tirar de los precios hacia arriba, el megavatio adelgazará hasta los ciento veinte o ciento treinta, las familias y las empresas verán aliviadas sus facturas y el precio de todos los productos y servicios que dependen de la electricidad, que son todos, también bajará.

Tiene tan claro el Gobierno lo que va a suceder a partir de ahora, todo positivo, nada negativo, que como al final no pase se le va a poner a Sánchez, y a Ribera, y a Calviño cara de cuento de la lechera

La pesadilla de la inflación quedará atrás y seremos la envidia europea en crecimiento económico. Tiene tan claro el Gobierno lo que va a suceder a partir de ahora, todo positivo, nada negativo, que como al final no pase se le va a poner a Sánchez, y a Ribera, y a Calviño cara de cuento de la lechera.

Sobre el papel, el escenario que promete el Gobierno es el que debería producirse. Es un éxito para el Gobierno haber sacado adelante el permiso de la comisión europea para actuar por libre y, más aún, la admisión de que el sistema común que ha regido hasta ahora está averiado. No todo le sale mal a Sánchez. Esto le ha acabado saliendo.

Cuanto más suban los precios, más subirá Feijóo. Cuando más consiga Sánchez bajarlos, más opciones tendrá de repetir como presidente

Hoy vivirá en el Congreso una jornada de alivio, de ésas en que las votaciones están ganadas y con gran ventaja. Pero ahora ya no hay excusas. Ahora tiene lo que pedía y es él quien ha de ofrecer resultados. Por la cuenta que le trae a él mismo. Meter en cintura la inflación es quitarle combustible a Feijóo en su carrera hacia la Moncloa. Cuanto más suban los precios, más subirá Feijóo. Cuando más consiga Sánchez bajarlos, más opciones tendrá de repetir como presidente ahora que él mismo ha proclamado que se presentará de nuevo en 2023.

Repetirá como candidato. A ver, es Sánchez. Cada vez que anuncia una posición luego va y la cambia. De modo que igual la conclusión correcta es que si dice que repetirá es porque no va a repetir. Cualquiera sabe.

Patada al presidente en el trasero de las empresas españolas

Estaba el Gobierno tan requetesatisfecho ayer con la bendición de Bruselas a esto del gas cuando se le apareció Abdelmajid Tabún para aguarle la fiesta.

¿Quién es Abdelmajid Tabún? Un señor de 76 años que preside la República de Argelia. Y que viene manifestando su aversión a Pedro Sánchez desde que éste se echó en brazos de Mohamed VI hace dos meses y medio. La presidencia argelina anunció ayer que pone a dormir el tratado de amistad con España -ya no somos amigos- y congela los intercambios comerciales. Patada al presidente en el trasero de las empresas españolas.

Estaba el Gobierno tan requetesatisfecho con la bendición de Bruselas a esto del gas cuando se le apareció Abdelmajid Tabún para aguarle la fiesta

Qué historia ésta del viraje de Sánchez sobre el Sáhara. Hace un año estaba el presidente trayéndose de incógnito a un hospital de Logroño al líder del Frente Polisario, Brahim Galli, a petición del Gobierno de Argelia. Vivía una luna de miel con Tabún que le provocó un arrebato de ira a Mohamed VI. El rey de Marruecos le organizó la crisis de Ceuta y, presuntamente, le infectó el móvil con Pegasus.

Sánchez se plantó en Ceuta y le dijo a Mohamed que se atuviera a las consecuencias. Pero luego entregó la cabeza de la ministra Laya, colocó a Albares y acabó abrazando la doctrina de Mohamed sobre lo razonable que es considerar el Sáhara parte de Marruecos. Y entonces quien se le puso de uñas fue Argelia.

Aquel cálculo prodigioso de Moncloa: patinazo total

Aquel cálculo prodigioso que hizo Moncloa según el cual ese país protestaría un poco por lo de Sáhara pero acabaría celebrándolo por el negocio que iba a hacer colocando su gas a Europea se ha demostrado tan fallido como cuando Fernando Simón dijo sólo habría dos o tres casos de covid en España. Patinazo total.

Argelia quiere hacer negocio, claro que sí, pero de la mano de Italia. Y a España que le den tila mientras siga teniendo de presidente al responsable de entregar el Sáhara.

Argelia quiere hacer negocio, pero de la mano de Italia. Y a España que le den tila mientras siga teniendo de presidente al responsable de entregar el Sáhara

La pareja que ha diseñado, y decidido sin contar con nadie, el cambio de criterio sobre el Sáhara dice que no hay problema.

Pues con Mohamed sí, porque Mohamed está encantado de que se le dé la razón. Pero con Argelia, no. La relación de amistad con el vecino argelino quien la ha hecho descarrilar es Sánchez.

"Que os ponéis mu pesaos, le vino a decir el jefe del Gobierno a su cansino socio morado"

Podía haberse arrancado por la lírica el presidente y haberle declamado a Echenique una rima becqueriana. ¿Qué es lo que desmoviliza a la izquierda?, ¿y tú me lo preguntas, Pablo? Lo que desmoviliza eres tú. Pudo tirar por el verso pero tiró por la prosa.

Que os ponéis mu pesaos, le vino a decir el jefe del Gobierno a su cansino socio morado. Venga a criticar las decisiones que él toma, cuando no es el envío de armas a los ucranianos es el aumento del presupuesto de Defensa, cuando no es la soberanía marroquí del Sáhara son los contratos para la cumbre de la OTAN, cuando no es la ley audiovisual es la monarquía parlamentaria. Cuando no es el chuletón son las macrogranjas.

Podría parecer, ¿verdad?, que hasta Sánchez empieza a hartarse del doble juego de su cónyuge, cuestiono lo que hace el Gobierno pero agarrado al sillón y a la cartera. Como antes se hartó Margarira Robles, o Grande Maslaska, o Albares, o Escrivá, o María Jesús Montero.

Hasta Sánchez empieza a hartarse del doble juego de su cónyuge, cuestiono lo que hace el Gobierno pero agarrado al sillón y a la cartera

Pero no sería exacto plantearlo así. Porque de quien se van hartando los socialistas es de Belarra, de Irene Montero, de Echenique, o sea, de la cofradía de Pablo Iglesias. Al emérito que antes llevaba coleta lo ven como el muñidor de todas sus crisis internas. En enredante, el cizañero, el salvador frustrado de la izquierdia que nunca está contento.

Y a quien Sánchez salva de la quema es a Yolanda. Y cuando más ninguna ella a Podemos, más la salva. De momento. Porque aún la percibe útil. Para la permanencia, la suma, el manual de resistencia.

Para Gobierno de coalición a palos el de Cataluña

Ahora, para Gobierno de coalición a palos el de Cataluña. No pasa un día sin que Esquerra sugiera que los puidemones sólo saben buscar enfrentamientos y sin que éstos desdeñen a los de Esquerra como palanganero de Pedro Sánchez. Que ya está bien de que traguéis con todo, ahí estaba Puigdemont, perdonándole la vida a Junqueras.

La última de esta pareja malavenida es lo del tarado. El episodio que protagonizó ayer Gabriel Rufián, este diputado en proceso de maduración interminable que llegó a Madrid prometiendo que en dieciocho meses se volvía a la Cataluña independizada… hace ya siete años. Que a él, la verdad, se le han hecho cortos.

Qué será de Gabriel Rufián ahora que en su partido empieza a vérsele como un estorbo

Qué será de Gabriel Rufián ahora que en su partido empieza a vérsele como un estorbo. Ayer le preguntaron en una entrevista por el tuit aquel que publicó en 2017, cuando era un echaopalante que renegaba de la convocatoria de elecciones anticipadas porque él lo que quería era in-de-pen-den-cia.

Por decir esto se le han echado encima los puigdemones, que hace tiempo que se la tienen jurada, y le han obligado a pedir perdón sus superiores jerárquicos, Junqueras y Aragonès.

Sería un tarado quien proclamara la independencia por un tuit

Se disculpa. Sin motivo. Yo creo que Rufián tiene razón. Lo que él dijo no es que Puigdemont sea un tarado, sino que sería un tarado quien proclamara la independencia por un tuit.

Pero lo interesante del asunto, y lo que le compromete el futuro de Rufián, es que los puigdemones consideraran muy creíble que para él Puigdemont sea un tarado. Y que Junqueras y Aragonès también lo consideraran creíble. Quizá porque a ellos mismos se lo parece.

Lo que le compromete el futuro de Rufián es que los puigdemones consideraran muy creíble que para él Puigdemont sea un tarado. Quizá porque a ellos mismos se lo parece

Porque si a todos les resultó convincente que Rufián llamara tarado a Puigdemont es porque deben de pensar, o saben, que en efecto eso es lo que opina de él. Qué cosas, eh. De ensalzarle como el presidente legítimo de Cataluña, president, oh, mi president (en el exilio) a tener que aclarar que no le llamó tarao.

Es altamente probable que ésta sea la última legislatura de Gabriel Rufián en las Cortes. La vida en la capital del reino, esta ciudad en la que se ha hecho un hombre, se le va terminando.

Y lo va a sentir. Lo va a sentir porque Rufián, a estas alturas de su vida, se siente más a gusto en Madrid que el mismísimo Galdós.