Una golondrina no hace verano, pero ya que hoy podemos celebrarlo, celebrémoslo: hacía un año que no teníamos al megavatio hora tan flaco. Ochenta euros, media de este miércoles. ¡Por debajo de cien, señora!
Bienvenido sea el descenso de la curva
Aún no está derrotado, ni sometido, no lo hemos doblegado, que diría Sánchez, depende de mil factores distintos y es posible que mañana vuelva a subirse a la parra (lo que usted quiera), pero habiéndolo sufrido como lo hemos sufrido meses atrás -llegó a marcar los 545 euros- démonos hoy la satisfacción de empezar el día con la noticia de su mengua. Que permite pensar, además, que la inflación de este mes de octubre pueda acabar siendo un poco más baja que la de septiembre.
Los precios siguen en niveles estratosféricos, cierto es, pero si cada mes van aflojando unas décimas bienvenido sea, también, el descenso de la curva. Más allá de a quien beneficie o perjudique electoralmente que sospecho que ahora mismo es lo último que a usted, sufrido pagador, le preocupa.
Qué fervor en el aliento al líder ayer en el Senado
Hoy amanecen los senadores del PSOE y el PP sintiéndose las manos entumecidas. Como si sufrieran de agujetas. Dices: ¿qué habrá hecho esta gente con sus manos? No piense mal. Aplaudir. Se despiertan con las manos doloridas de tanto aplaudir. Qué fervor en el aliento al líder, ayer en el Senado.
Hoy amanecen los senadores del PSOE y el PP sintiéndose las manos entumecidas. Dices: ¿qué habrá hecho esta gente con sus manos? No piense mal. Aplaudir
Los del PP, ovacionando cada frase de Feijóo. Los del PSOE, palmoteando cada frase de Sánchez, que como además habló una barbaridad los tuvo dando palmas toda la tarde. Qué agotamiento, señorías. Y qué ganas de agotar a los espectadores. De verdad que no era necesario. Venga aplausos y venga aplausos. Cuando lo aplaude todo, es como si no aplaudiera nada.
El debate les quedó largo
El debate les quedó largo. Para decirse lo que ayer se dijeron les había sobrado con el formato pregunta-respuesta de una sesión de control. En resumen, que a Feijóo le parece que el presidente vive en los mundos de Yupi y dilapida el dinero de la gente para ganarse el voto de la gente; y que a Sánchez le parece que Feijóo distorsiona los datos y confunde a la gente para ganarse el voto de la gente. Qué pobre idea tienen ambos de la gente.
‘Utiliza esta maldita guerra para derribar al Gobierno’, le dijo Sánchez a Feijóo. Como si fuera un escándalo que la oposición aspire a relevar al Gobierno, y como si hubiera presentado Feijóo una moción de censura, que es la única herramienta conocida para derribar a un Gobierno, como bien sabe Sánchez. Y perfectamente democrática, como también sabe.
En lo que están ambos es en convencernos a todos de lo inútil, desnortado y contrario a los intereses del país que es el otro
No, el PP no va a derribar al Gobierno. Habrá Gobierno de Sánchez hasta que haya nuevo Parlamento surgido de las urnas, y quizá también después, dependerá de lo que esa gente tan dada a ser engañada o a ser comprada vote en urnas. Entretanto, en lo que están ambos es en convencernos a todos de lo inútil, desnortado y contrario a los intereses del país que es el otro.
Dicen las crónicas que el presidente estuvo más suave con Feijóo que la primera vez, y que Feijóo pasó al ataque. Se refieren a que Sánchez usó como estribillo una ironía sobre la aptitud de Feijoo como gestor: "Usted que tiene tanta experiencia al frente de un gobierno autonómico"... y a que Feijóo proclamó que estos de 2023 serán los últimos presupuestos de este presidente: "sé que usted va a por todas, pero creo que este va a ser el último Presupuesto como presidente del Gobierno de España".
El estribillo de que ser un desconocido beneficiaba a Feijóo
Digamos, entonces, que el PP da por hecho que Sánchez sacará de nuevo adelante sus Presupuestos -es decir, que goza de una mayoría parlamentaria más que suficiente para gobernar el país- y que el PSOE se abraza a la esperanza de que cuanto más se exponga Feijóo a la opinión pública, menos apoyo mantendrá. Este otro estribillo de que ser un desconocido le beneficiaba.
El PSOE se abraza a la esperanza de que cuanto más se exponga Feijóo a la opinión pública, menos apoyo mantendrá
A ver, que tiene experiencia es un hecho, presidente. Trece años gobernando Galicia. Otra cosa es que a usted le parezca no aprendió nada en trece años. Pero hombre, desconocido, lo que se dice desconocido, no parece que fuera.
Sánchez vive en un país que no existe, no como el PP, la encarnación misma del ánimo de la gente
Feijóo tiene sus propios estribillos. Éste es uno de los que más le gustan: Sánchez vive en un país que no existe, no se entera de lo que pasa en la calle. No como el PP, ¿verdad?, que es la encarnación misma del estado de ánimo de la gente.
En rigor, entre la sociedad hay de todo, afortunadamente. El Gobierno puede pecar de optimismo antropológico, como Zapatero, pero es verdad que ni en las peores previsiones económicas para nuestro país aparece la recesión y es verdad que muchas de las medidas que ha tomado el Gobierno son gemelas de otros gobiernos europeos de colores políticos divergentes.
La elocuente paradoja de no hablar en el Senado lo que se votará allí
¿Y del CGPJ qué? ¿Ya no toca acusarse mutuamente de querer controlar la justicia mangoneando el órgano de gobierno de los jueces? Pues no, claro que no. Si andan Pons y Bolaños confeccionando la lista de los veinticinco jueces y magistrados de refresco para el Consejo y el Tribunal Constitucional, mejor evitar la exposición y mantener es negociación fuera de la luz, los taquígrafos y la sede parlamentaria que es donde se debería estar produciendo.
Para que el Senado elija a los diez vocales que le corresponden del Poder Judicial no se puede mencionar el asunto en los debates del Senado
Elocuente paradoja: para que el Senado elija a los diez vocales que le corresponden del Poder Judicial no se puede mencionar el asunto en los debates del Senado.
Como es muy importante, y como es esta cámara quien debería estar examinando los nombres de los futuros vocales, dejémoslo de lado. Ya nos ocupamos usted y yo de hacerlo en cualquier salón del palacio de la Moncloa.