Enhorabuena al presidente y sus ministros y ministras que, al cabo de una durísima negociación consigo mismos, han conseguido arrancarse una subida de sueldo. Del 4%. Que es menos de lo que suben los precios pero más de lo que están subiendo los sueldos en el sector privado.
Enhorabuena al Gobierno por su (auto)subida de sueldo
La media en los convenios anda en el 2,6%, según los datos del ministerio de Trabajo, o sea, el propio Gobierno. Con los sindicatos tiene pactada una subida de sueldo para los funcionarios del 3,5% para el año que viene. Y ha debido de decirse el Gobierno: nosotros, como si fuéramos funcionarios más una propina. Por eso consigo mismo se ha pactado un poco más, el 4%.
Ha debido de decirse el Gobierno: nosotros, como si fuéramos funcionarios más una propina. Por eso consigo mismo se ha pactado el 4%
Pensará usted: así cualquiera, cuando uno es su propio patrón y el dinero que gestiona es el presupuesto del Estado está tirado subirse el sueldo lo que uno quiera. No, es al revés.
Seguro que ha habido muchas horas de debate interno, y de desvelo, sobre esta mejora salarial. Nada más duro para un ministro, o una ministra de Hacienda, que tener que aceptar que ella va a perder menos poder adquisitivo que la media. Que la gente, que el pueblo, que la clase media……trabajadora de nuestro país, eso es.
Nada más duro para un ministro que tener que aceptar que va a perder menos poder adquisitivo que la media
Tampoco es que el presidente cobre un dineral para la responsabilidad que desempeña y para la leña que recibe todos los días (lo mismo de la oposición, que de la prensa crítica que de García Page), pero en el sueldo del presidente siempre hay que tener en cuenta lo poco que gasta: en gasolina, en la letra de la hipoteca, en trajes, en la famosa cesta de la compra que Yolanda no consiguió topar.
90.000 euros brutos al año gana el presidente
Noventa mil euros al año le salen. Brutos. La mayor parte de los cuales imagino que puede destinar al ahorro. Y a pagar IRPF. Para su tramo no ha habido alivio fiscal porque es renta alta y tienen que pagar más los que más tienen. Sí se beneficia de la deflactación de Díaz Ayuso, puesto que es residente en Madrid.
Total, que en España tenemos un colectivo que no perderá poder adquisitivo, los pensionistas, tanto si cobran la pensión ínfima (que con subida y todo sigue siendo bastante ínfima) como si cobran la pensión máxima (que con la subida del 8,5% va a ser más máxima que nunca).
Después hay un colectivo que ha perdido este años siete puntos de poder adquisitivo y perderá otros tres el año que viene, que son los asalariados comunes y corrientes.
Perpetuarse en el sillón hasta parecer casi indefinidos
Y un tercer colectivo que forman quienes pierden poder adquisitivo, pero menos, que son los funcionarios y los ministros. Bueno, los ministros, el presidente, los secretarios de Estado, los diputados y Carlos Lesmes. Entre otros altos cargos: presidente del Constitucional, del Tribunal de Cuentas… ¡vocal del Consejo General del Poder Judicial!
Un vocal del CGPJ cobra más que el presidente del Gobierno. Bueno, no uno, todos. Pero ellos sí tienen que pagarse la gasolina y la letra de la hipoteca. En rigor, son tan interinos como el presidente del Gobierno: él, cuatro años, ellos, cinco. Lo que pasa es que ellos pueden perpetuarse en el sillón, hasta parecer casi indefinidos, si el Congreso de los Diputados no es capaz de elegir a quien les releve. Y en esas seguimos.
Varios ministros insistieron ayer en que tiene que ser Feijóo quien dé el paso para acabar de una vez con este despropósito
Sé que amanece usted cada día preguntándose si dimitió ya el señor Lesmes. No alargaré más su inquietud. La respuesta es no. Sigue de reuniones con los vocales, viéndolos de dos en dos y desplegando toda su capacidad persuasiva a ver si consigue que alguno de los irreductibles se ablande y se avenga a pactar con los progresistas los dos magistrados nuevos del Constitucional. Pero vamos, que no hay novedad más allá de la confusión total que se ha apoderado de este relevantísimo órgano de gobierno de los jueces.
Varios ministros insistieron ayer en que tiene que ser Feijóo quien dé el paso para acabar de una vez con este despropósito y renovar lo que hay que renovar. Pero lo hicieron como quien cumple ya un trámite. La rutina de cada día. Y sin crispación.
Sólo hay que seguir las intervenciones públicas de la ministra de Hacienda pata comprobar hasta qué punto huye ella de la confrontación con su adversario de derechas. Todo son buenas palabras y una incansable búsqueda de puntos de encuentro, quién lo duda.
¿Qué fue del Gobierno de la gente?
Por cierto, qué fue del Gobierno de la gente.
Qué ha pasado en la Moncloa para que Sánchez, que tenía a la gente todo el día en la boca y presumía de recorrer el país al encuentro de las clases populares -en realidad iba de mítin en mítin al encuentro de los compañeros militantes- haya dejado de entonar este salmo.
En qué quedó la campaña gubernativa para sacar a Sánchez del huerto que cultiva en la Moncloa y mezclarse con la ciudadanía corriente para humanizarle. No porque el presidente no sea un ser humano sino porque en Moncloa han detectado que los votantes le perciben como una máquina fría y calculadura. ¿Usted qué dice, vicepresidenta Calviño? Pues no se hable más. ¿Está de acuerdo, ministra Robles?
Al menos al presidente sí le humanizan sus ministras, algo es algo. Bueno, y Bolaños. Que no deja de ser el apóstol más cercano.
Exhumación de Primo de Rivera y Queipo de Llano
Por cierto, el ministro anunció ayer que va a proceder a exhumar los restos de José Antonio del Valle de los Caídos y de Queipo de Llano de la Macarena.
A diferencia de lo que pasó con Franco, esta vez ---que yo sepa--- nadie se ha quejado. Qué fue de aquellos que sostenían que exhumar a Franco iba a abrir heridas enormes en la sociedad española. O reabrirlas.
Qué fue de aquellos que sostenían que exhumar a Franco iba a abrir heridas enormes en la sociedad española
No parece que la sociedad española sufra, ¿verdad?, de una división insuperable a cuenta de dónde están los huesos del dictador. Y sí parece que alguna herida cerró: la de quienes tienen a sus muertos sepultados en el Valle, familiares represaliados y perseguidos, en vida, por el caudillísimo que antes de la mudanza allí moraba. Y que ahora ya no mora.