EL MONÓLOGO DE ALSINA

El monólogo de Alsina: Le estaba esperando su príncipe a Mafalda

Les voy a decir una cosa.

Le estaba esperando su príncipe a Mafalda. Se ha hecho esperar. Llega cuando la nena está para cumplir cincuenta años. Cincuentona Mafalda. Sigue siendo una cría a pesar del paso del tiempo, como ocurre con tantas mujeres de cincuenta.

ondacero.es

Madrid | 21.05.2014 20:09

Por intercesión de Mafalda le han dado a Quino -Joaquín Salvador Lavado- dibujante, humorista, autor de frases redondas, el premio Príncipe de Asturias de Comunicación. Era el destino de ambos, dado que ambos -según confesión del padre de la criatura- son una misma persona. “¿Que diría hoy Mafalda?”, le preguntaron a Quino a primeros de mes. “Diría lo que digo yo”, respondió él, “porque Mafalda siempre dice lo que digo yo. Mafalda soy yo”. Susanita, Felipe, Manolito, Guille dicen lo que les parece oportuno, pero Mafalda siempre dice lo que Quino quiere que se diga.

Este destino principesco que hoy se vio confirmado estaba escrito antes incluso de que Mafalda naciera como tira cómica. Lo ha contado el autor tantas veces que a él mismo le sale ya de corrido, casi recitado. Buscaba un nombre que empezara por “M” y tuviera una “F” para que sonara parecido a la marca que iba a patrocinar la tira. Y entonces vio la escena de una película. “Dar la cara”, se llamaba. La escena en que aparece un bebé en un moisés y un joven pregunta a la madre “¿cómo se llama?”; ésta responde Mafalda”; y él añade, atención: “tiene nombre de princesa”. De Princesa de Asturias, debería haber dicho el personaje para completar el presagio.

Llegó el Príncipe que esperaba a Mafalda. Sólo por bautizar a su mascota, una tortuga, con el nombre de “Burocracia” merece el premio la nena contestona. Si tú, que me estás escuchando, eres padre de una niña pequeña y estás regresando ahora mismo a casa después de tu día de trabajo igual te la has imaginado alguna vez pensando, al verte llegar, esto que una vez dijo Mafalda: “Mandas por la mañana un padre a la oficina y te devuelven...esto”. Tú eres esto. O si tú eres Cañete tal vez se te pasó por la cabeza hacer tuya esta otra frase-lamento de uno de los personajes de Quino: “Justo a mí me tenía que tocar ser como yo”. ¡Y en campaña!

Lentito se hace el camino y esta mañana el candidato hizo lo que le habían sugerido que hiciera: cambiar de táctica en la confianza de frenar de una vez la bola de nieve y pasar página. Es decir, que Miguel Arias pidió disculpas por su declaración “desafortunada” -dijo- sobre la superioridad intelectual en los debates con señoras. La frase es del jueves pasado, en el PP quisieron creer, al principio, que la tormenta pasaría pronto (incluso que al PSOE se le volvería en contra abusar de ella como banderín de enganche), pero han acabado resignados a la evidencia de que ha sido esa frase, y la no rectificación después de dicha, lo que ha monopolizado el debate en los medios y lo que ha dado alas al PSOE para llevar la iniciativa.

Más por necesidad que por virtud, el candidato asume la pifia y eso abre camino a los demás dirigentes del partido para decir ahora lo que casi ninguno de ellos dijo antes en público -que fue una enorme metedura de pata- y para ensalzar lo mucho que le honra al candidato reconocer el error que ha cometido. De paso, y como a Ramón Jáuregui se le preguntó aquí esta mañana por el caso de Jesús Egiguren, presidente del PSE condenado en el 92 por violencia doméstica, y respondió Jáuregui que aquel fue un “incidente confuso” que no les hizo perder el aprecio por su compañero, los populares han dado la vuelta al tablero instando a Valenciano a que obligara ella a Jáuregui a desdecirse de una declaración tan tibia sobre un caso juzgado de maltrato.

No ha hecho falta obligarle, porque Jáuregui ha pedido, también él, disculpas por haber empleado la palabra “incidente”. Entre disculpa y disculpa, la campaña va llegando, así, a sus últimos compases. Con Izquierda Unida molesta porque pone la tele y ve a Pablo Iglesias haciendo de tertuliano, es decir, haciendo campaña de sí mismo. Se han quejado a la Junta Electoral Central pero ésta les ha dicho que no hay nada que hacer, que ninguna ley prohíbe que un tertuliano que ha fundado un partido basado, precisamente, en su notoriedad mediática vaya a los programas que le llamen aunque estemos en campaña.

Que salga Vidal Quadras, por ejemplo, a IU le preocupa menos, porque no está disputándose con él parte de su electorado. Pero Pablo Iglesias pesca en el mismo caladero, y una cosa es combatir el bipartidismo y otra que sea Podemos quien se quede la merienda. Artur Mas, que se conforma con tener el domingo un voto más que Esquerra, ha coincidido en un acto oficial hoy con don Juan Carlos y se ha abstenido de poner mala cara cuando éste defendía los “principios que la Constitución consagra y protege”.

Ha dado una doble prueba de arrojo hoy la jefatura del Estado: el rey se ha atrevido a conversar en Barcelona con el principal adversario vivo de su pariente Felipe V, o sea, Artur Mas; y la Casa del Rey ha estrenado cuenta en twitter justo ahora que la red está medio satanizada por culpa de un grupo de desnortaos que se olvidan de que las noticias que ellos comentan como si fueran la película del domingo no son una película sino que forman parte de la vida real -los asesinatos, el Holocausto-, y en la vida real acostumbra a ser despreciable festejar el sufrimiento de las víctimas de actos violentos.

Lo primero que ha pedido la Casa del Rey al debutar en twitter es que todo el mundo se exprese de forma respetuosa y educada. Huelga señalar que no todo el mundo la ha atendido.