OPINIÓN

Monólogo de Alsina: "Amados líderes"

Carlos Alsina reflexiona en su monólogo sobre la guerra arancelaria que tiene Estados Unidos y China, y cómo España se ve en medio de esta disputa al coincidir la reunión de Pedro Sánchez con Xi Jingping.

En directo: guerra comercial por los aranceles de Trump | Pedro Sánchez comparece desde China

Carlos Alsina

Madrid |

Viernes de Dolores. Comienzo de la Semana Santa, con su ayuno, su abstinencia, sus procesiones y su fervor por la virgen en vísperas del Domingo de Ramos, para todos los católicos y para aquellos que, sin necesidad de serlo, secundan y hacen suya la liturgia de estas fechas y sus tradiciones.

Llegamos a la Semana Santa de 2025 —hay personas que inician hoy unas vacaciones, créaselo— y llegamos con el mundo patas arriba y con el ministerio de Exteriores recomendando a quienes viajen a los Estados Unidos que revisen las recomendaciones recién actualizadas en su web para evitarse disgustos, complicaciones en el control de inmigración o detenciones. Si eres una persona trans, advierte el ministerio de que han cambiado las normas en aquel país, gentileza de Trump, y hay que poner en el formulario el sexo que tuviste al nacer y, a ser posible, una copia del certificado de nacimiento.

Si eres una persona trans, advierte el ministerio de que han cambiado las normas en aquel país, gentileza de Trump, y hay que poner en el formulario el sexo que tuviste al nacer y, a ser posible, una copia del certificado de nacimiento

Si vas a Estados Unidos con idea de ganarte la vida allí, no finjas que vas de vacaciones a ejercer de turista porque lo más probable es que te cacen y se te caiga el pelo en un centro de detención. Contaba ayer Pablo Pardo en su crónica de El Mundo que en los puntos de acceso a Estados Unidos —aeropuertos, puertos, pasos fronterizos— no se requiere de permiso judicial ni para cachear a extranjeros, ni para requisarles artículos privados (móviles incluidos) ni para detenerlos. ‘El servicio de inmigración es cualquier cosa menos amable y tiene fama de ser más nacionalista que el mismísimo Trump’, escribe.

Los puntos de acceso a Estados Unidos —aeropuertos, puertos, pasos fronterizos— no se requiere de permiso judicial ni para cachear a extranjeros, ni para requisarles artículos privados (móviles incluidos) ni para detenerlos

Los aranceles

Bueno, Trump sigue con el calvario en que ha metido a los accionistas de empresas, inversores en bolsa, compradores de bonos del Estado y fabricantes de todo tipo de productos en todo tipo de países. Ha aplazado el segundo estacazo a los exportadores del resto del mundo —noventa días congelados los aranceles éstos que él llama recíprocos— pero no retira el primer estacazo —que fue el 10% igual para todos, hoy en vigor— y recrudece la guerra comercial con su mayor enemigo, que resulta que es China.

Lo que suaviza por un lado lo endurece por otro, ha resumido el Washington Post, periódico que dejó de llevar la cuenta de las mentiras que el presidente suelta cada día (en todas partes cuecen habas). Si ayer ya estaba el personal perplejo ante el 125% de arancel que Trump le imponía a los chinos, la Casa Blanca aclaró que, en realidad, no es el 125% sino el 145%, seguimos para bingo. A lo que él régimen chino ha replicado que esto de la amenaza y el chantaje es mal camino para entenderse con ellos porque no le tienen miedo a ir al choque. Lo que hace pensar que, en breve, Xi Jinping subirá también la apuesta. La guerra es la guerra.

Lo que suaviza por un lado lo endurece por otro, ha resumido el Washington Post, periódico que dejó de llevar la cuenta de las mentiras que el presidente suelta cada día (en todas partes cuecen habas)

El lunes les decía que esta semana hablaríamos, sobre todo, de China y ahí estamos. Y no será porque en España no hayan pasado cosas interesantes, que hemos tenido desde una coronación a dedo de Irene Montero, a una autopromoción editorial de su marido, un informe de la UCO que presume tráfico de influencias en el rescate de Air Europa y una excéntrica comparecencia de la mujer de Koldo en el Senado disfrazada para no ser reconocida en la calle: peluca, gafas oscuras y embozada en un chal que habría entusiasmado a Isadora Duncan. Qué estrafalaria jornada: senadores debatiendo cómo saber que esta señora es quien dice ser.

La mujer de Koldo en el Senado disfrazada para no ser reconocida en la calle: con peluca, gafas oscuras y embozada en un chal que habría entusiasmado a Isadora Duncan

El viaje de Sánchez a China

Pasar, han pasado cosas (que no creerías) en las Españas. Pero el asunto de la semana iba a ser China y aún lo es. El viaje que el presidente Sánchez va concluyendo ya a esta hora y que le ha tenido almorzando hasta hace unos minutos con ese amable déspota que es Xi Jinping. Tan caudillo como Putin y aún más alérgico que él a los procedimientos democráticos. Hay que tomarse como un ejercicio de cinismo supremo que el portavoz de Exteriores chino se indignara al ver socavados los derechos de su pueblo. Nadie socava tanto y tan a diario los derechos de los ciudadanos chinos como el régimen del partido único que os oprime. Pero ya nos explicó aquí Zapatero la semana pasada que no debemos dejarnos llevar por la superioridad moral europea hacia modelos políticos propios de otras culturas, acabáramos.

Nadie socava tanto y tan a diario los derechos de los ciudadanos chinos como el régimen del partido único que os oprime

El viaje del presidente Sánchez ya era controvertido antes de empezar. España, a diferencia de la Unión Europea, no considera a China como rival sistémico ni como amenaza a la seguridad y la defensa europea; tampoco comparte la idea de que un aumento de la relación comercial con China equivale a depender más de sus inversiones y resultar más vulnerable a su ambición por controlar los mercados mundiales. Pero ha ocurrido que justo en la víspera de que el presidente congeniara con Xi Jinping y se mostrara obsequioso y complaciente —sí, ya lo sé, eres el invitado, vas a lo que vas, a vender las bondades de tu país y dejar que te agasajen, es decir, a agasajar tú—, justo en la víspera alcanzó el pulso entre Xi y Trump su máxima crudeza.

Con el riesgo de que Trump, que tampoco es un hombre de matices, interpretara la visita como un alineamiento de España con China y contra Estados Unidos. ¿Tú con quién vas, en qué bando estás? Que el régimen chino haga de abogado defensor del gobierno español reivindicando su derecho a alinearse con China tampoco ayuda a que la Casa Blanca vea este viaje como una simple expedición comercial.

Tampoco ayuda a que la Casa Blanca vea este viaje como una simple expedición comercial

Sánchez va a comparecer ante la prensa en unos minutos para hacer un canto a la negociación, al comercio, a la seguridad en las relaciones entre países y al entendimiento con China.

Le faltará al presidente rematar su intervención con un: ¡Viva China! Sánchez se ha ganado la condición de el mejor amigo del régimen chino en la Unión Europea. Para lo bueno, que es el comercio y las inversiones, y para lo malo, que aparecer como publicista, vocero o lobista para Europa del padrino de Putin.

Le faltará al presidente rematar su intervención con un: ¡Viva China!
Monólogo de Alsina: "Amados líderes"