Sánchez y la nueva cumbre del Consejo Europeo
Día de cumbre. Otro. Otra. Cumbre de gobernantes europeos para ir concretando el plan de rearme europeo. Perdón, de inversión provechosa en tecnología y seguridad para impulsar la actividad económica y crear muchísimo empleo sin recortar un euro de otras partidas porque, yendo la economía española como un cohete, ya me dirás qué nos cuesta meter veinticinco mil millones de euros en gasto militar. Perdón, de seguridad. Entérate, Putin.
Hoy no es a los mansos portavoces parlamentarios los que tiene delante Sánchez para explicarles cómo ve el mundo; hoy son sus colegas europeos, inmersos muchos de ellos en problemas de estabilidad parecidos a los suyos , de derechas casi todos y con hojas de servicios más asesadas que la nuestra en el Presupuesto de Defensa, quienes le inviten a irle poniendo letra a la música que anda tarareando: cuánta inversión adicional, y para cuándo, está dispuesta a poner España. Hoy veremos si ha tenido éxito elpresidente —que no parece— en su empeño de reclutar aliados que le secunden para que sea Europa en su conjunto quien se endeude para transferir a los gobiernos dinerales que no haya que devolver luego. Es posible que alguno se interese por saber si es cierto, como se ha publicado, que el gobierno de España no presentará proyecto de Presupuestos al Congreso tampoco este año y que una parte de ese mismo gobierno tiene intención de proclamar hoy en el Congreso que el plan de rearme de Úrsula Von der Leyen es tan disparatado como el gasto de Defensa que ya tenemos. Incluso sería posible que algún colega, si hubiera estado atento a la actualidad española de esta semana, le dijera:
No nos hagas con la Defensa europea el truco de la ley de Extranjería, decidir primero cuánto quieres no gastar y fabricar luego los criterios para que otros sigamos poniendo más y a ti te salga favorable el cálculo.
Alguna mala conciencia tendrá el gobierno sobre este asunto de la Defensa cuando ayer Feijoo le pregunta a Sánchez si va a dar la información que le demandan los españoles (sin concretar a qué información se refiere) y Sánchez interpreta que le está hablando del gasto en Defensa. Bien sabe Sánchez que información, lo que se dice información, hasta ahora apenas ha dado nada. Aunque, a estas alturas, la sorpresa sería que algún diputado le preguntara al presidente por el rearme europeo y la encrucijada histórica que encara Europa.
Junts y la reforma de la Ley de Extranjería
Ni siquiera Rufián, que anda forjando un frente común de las izquierdas contra el plan de Úrsula Von der Leyen, le pregunta al presidente por este asunto. A Margarita Robles, ministra de Defensa a la que apenas se escucha tampoco estos días, sí se le preguntó ayer: cómo se financiará el incremento del gasto militar hasta el 3% del PIB y en qué plazos.
Bueno, para qué necesitamos saber más. Esto, y la herencia recibida, que es otro clásico. La herencia recibida de Rajoy hace siete años. Siete.
Rufián, que ayer iba vestido, por cierto, exactamente igual que Pedro Sánchez —todo se pega—, aprovechó la sesión de control para darle un viaje a sus antiguos compadres-socios de Junts per Cataluña, recalificados ahora como derecha catalana pronúnciese con desagrado y señalando.
Señalada la derecha catalana por criticar a esos seres de luz que son los apóstoles de Oriol Junqueras y que han prometido la salvación a los usuarios catalanes del Cercanías.
Tiene razón Rufián: la señora Nogueras predica cada día contra el corrupto, opresor y expoliador Estado Español pero se apresura a sentar a gente de su cuerda en los sillones de empresas y entes públicos españoles. Rufián lo sabe porque Esquerra también ha sentado a grandes amigos de Junqueras en corporaciones públicas españolas, la poltrona es la poltrona.
Junts, pletórico con elnuevo decreto que el gobierno le ha convalidado a Puigdemont para la distribución de menores extranjeros no acompañados por las comunidades autónomas, le ha hecho un roto al discurso solidario del Ejecutivo con la difusión de esas cuentas puigdemónicas que dicen que a Cataluña llegarán como mucho veinte o treinta menores mientras que Madrid tendrá que acoger ochocientos. Es marca de la casa hablar de este asunto como si fuera la quita de la deuda, pero en menores: quita de menas. En realidad, el número de menores que habrá de atender cada gobierno autonómico aún no está establecido. Lo primero que han de hacer ahora esos gobiernos es informar de cuántos menores tienen ya tutelados. Y escuchando al ministro Torres, cabe pensar que nos podamos llevar aún alguna sorpresa.
Que prueben que están saturadas. El gobierno insiste en esto: aún no está determinado el reparto. Pero sin alcanzar a explicar por qué Junts tiene tan claro entonces cuántos van a corresponder a cada uno. Esto es lo que alimenta la sospecha de que primero se ha decidido el número y luego se han fabricado los criterios matemáticos para que ese número salga. Y lo que ha llevado a Imbroda, presidente de Melilla, y a García Page, presidente de Castilla La Mancha, a coincidir en el mensaje.
Ábalos: inmueble en Colombia
A José Luis Ábalos le adjudica la UCO una casa en Colombia valorada en dos millones de euros. Un dineral del que habría dispuesto en 2003, mucho antes de ser alguien.
Tranquila, vicepresidenta, que Ábalos ha replicado en el twitter:
Así son, hoy, las causas judiciales, los investigados responden en tiempo real a las imputaciones
Que lo que compró no fue una casa, sino un terreno en el monte, que nunca construyó nada y que la UCO se ha columpiado porque ha confundido euros con pesos colombianos. A ver al juez qué le parece la autodefensa inmobiliaria.
Feijóo acusa a Pedro Sánchez
El presidente Sánchez, que es adalid, como sabemos, de la lucha contra ladesinformación y defensor acérrimo de la presunción de inocencia en las causas judiciales y reincidió ayer en difundir un bulo y en imputar sin aportar pruebas. Pasaje alucinógeno de la sesión de control de ayer. Feijoo descoloca al presidente sacándole, en las banderillas, un asunto que éste no esperaba y Sánchez le replica saliendo por Ayuso y por Mazón.
Uno esperaba que ante sospecha tan grave como la expresada por Feijoo, nada menos que imputar al presidente del gobierno de España haberse comprado un buen trozo de Telefónica con dinero público para poder ir luego a Vivendi a persuadirle de que venda su participación en Prisa. Sánchez hubiera replicado, ofendido, que lo último que él haría es maniobrar para descabalgar de la presidencia de un grupo de comunicación privado a un antiguo aliado que ha salido rana, ¡dónde vamos a parar, que se acuse a un presidente de esto!, pero no refutó Sánchez la sospecha, quizá porque no tenía redactada una réplica —falta de reflejos— o quizá porque para qué vas a desmentir lo que casi todo el mundo ha dado por verosímil.
Cuando ya has descabalgado al presidente de una compañía privada es natural que haya quien piense que no es tan raro que intentes descabalgar a otro.
El presidente eligió ir a lo seguro y desempolvar uno de sus estribillos favoritos: que a Feijoo lo auparon a la presidencia del PP para tapar la corrupción de Ayuso. Alguna vez dijo que eran los poderes económicos los que le habían hecho presidente del partido, en ocasiones veo poderes. Sánchez sabe de sobra por qué cayó Casado y llegó Feijoo (la rebelión de la que sólo fue detonante su intento de contratar detectives para espiar a Ayuso), pero sobre todo sabe que aquel caso de corrupción que el PSOE le imputó a Ayuso —tráfico de influencias en beneficio de su hermano— fue archivado por las dos fiscalías que lo investigaron. Circunstancia que al presidente no le parece relevante porque lo que diga la fiscalía, en este asunto concreto, le resbala. A diferencia del caso filtraciones o el caso González Amador, donde la palabra de la fiscalía va a misa.
Y así se va escribiendo la historia de dime de qué presumes, y te diré de lo que careces.
