OPINIÓN

Monólogo de Alsina: "Illa reza y Sánchez entona salmos"

Carlos Alsina reflexiona en su monólogo sobre las encuestas electorales de las elecciones catalanas del próximo domingo.

Carlos Alsina

Madrid | 06.05.2024 08:55

A seis días de San Pancracio reparta suerte en las elecciones catalanas. Salvador Illa fue el primero en invocar el martirologio cristiano en este programa: el doce de mayo es San Pancracio

"La fortuna sonríe a Salvador Illa"

San Pancracio, patrón de la suerte (aunque él mismo no la tuviera porque fue decapitado con quince años, criatura). La fortuna sonríe a Salvador Illa, que llega a la última semana de campaña electoral liderando cómodamente las encuestas y habiendo mejorado la estimación que tenía cuando estas elecciones fueron convocadas. Con los últimos sondeos publicados en la mano, la victoria la tiene sobradamente amarrada. Luego, ya que gobierne, va a depender de Esquerra Republicana.

El PP sigue martilleando con su convicción, presunta, de que Sánchez hará president a Puigdemont de una manera o de otra porque sus carreras políticas hoy discurren paralelas, pero también decía el PP hace unos meses que el sanchismo declinaba y ahí está Sánchez, encantado de haberse conocido y de haber tenido al país en vilo -su partido incluido- con una carta.

La pandemia lo cambió todo y el tal Illa acabó siendo una de las figuras más conocidas de España

Quién le iba a decir a Illa hace solo cuatro años, cuando era el segundo de Iceta en el PSC, perfil más gris que otra cosa, y le tocó en la pedrea del gobierno de coalición una cartera por la que nadie pelea, Sanidad, fruto de la atomización del ministerio de Asuntos Sociales que hasta entonces había dirigido una mujer, Carcedo, en tres carteras a repartir entre tres hombres: Pablo Iglesias, Alberto Garzón y un tal Salvador Illa que era la cuota socialista catalana. El ministro de turno que corresponde al PSC. La pandemia lo cambió todo y el tal Illa acabó siendo una de las figuras más conocidas de España. Cataluña, naturalmente, incluida.

El domingo, si nada cambia, será el aspirante con más papeletas para heredar de Pere Aragonés la presidencia de la Generalitat de Cataluña. Un terremoto habría de producirse para que las expectativas se dieran la vuelta. Un terremoto como el que temían algunos socialistas hace unos meses: que a cuarenta y ocho horas de las urnas se plantara Puigdemont en la frontera y la cruzara con sus apóstoles para forzar su detención y su encarcelamiento. Golpe de efecto supremo, ríete tú de la pájara falsa de Sánchez. Con Puigdemont cualquier cosa puede ser. Pero a la frontera, por ahora, no se acerca.

Las declaraciones de Matías Carnero sobre Puigdemont

Y al líder de la UGT Cataluña, y candidato del PSC, que el viernes hizo guasa con su fuga de hace siete años, ya lo han retirado del escaparate para que no reincida en esto que dijo sobre el prófugo.

El PSC se ha disculpado con quien haya podido sentirse ofendido. O sea, Puigdemont. Que más que ofendido está encantado de que le den la oportunidad de repetir que él nunca se metió en el maletero y que eso es un bulo. Un bulo aireado por el Partido Socialista mientras su líder se revuelve contra los bulos que a él le afectan. En rigor, lo más duro que dijo este socialista, Matías Carnero, desde el punto de vista socialista, no fue lo del cagado y meado, sino que Puigdemont es la derecha, punto.

Sánchez es hoy presidente por la gracia de la derecha catalana, y ya está

Y ya está. Es la derecha catalana a la que, ya lo siento, Matías, pero su partido en Madrid no da caña -sino más bien al contrario- porque a ella le debe Sánchez su última investidura. Sánchez es hoy presidente por la gracia de la derecha catalana, y ya está. Previa promesa de una amnistía que la semana que viene terminará de rechazar el Senado para que vuelva al Congreso a ser aprobada.

Hoy se reúne la comisión que creó el Senado para estudiar la ley llegada del Congreso y ahí se presentará el último informe que han hecho los letrados. El letrado asignado a esta comisión. Cuya conclusión, ya podemos avanzarlo, es que la ley sufre de graves indicios de ser contraria a la Constitución y contraria al Derecho de la Unión Europea. Y que, caso de que un juez presentara consulta al Tribunal Europeo -la llamada cuestión prejudicial- no solo dejaría de aplicarse la norma hasta que el Tribunal resuelva, sino que permanecerían las medidas cautelares, a pesar de todo el empeño que puso Junts, en su última negociación con el gobierno, para asegurarse de que, publicada la ley en el BOE, todas las cautelares decaerían.

Ábalos comparece en el Senado

El Senado será también hoy noticia porque se persona a las once de la mañana un apestado.

Él dijo, el día que se negó a entregar el escaño, que sería un apestado si renunciara porque se entendería como asunción de su culpabilidad. En realidad, con asunción o sin ella, ha sido desde entonces un apestado para el partido del que fue secretario de organización y para el gobierno del que fue ministro de Fomento y núcleo duro. Comparece Ábalos en la comisión de investigación del Senado por la que ya pasó Koldo -sin abrir apenas el pico-, por la que ya pasó Illa -sin que sus interrogadores consiguieran despeinarle-, y por la que Sánchez da por hecho que acabará pasando su esposa.

Interesante, por cierto, lo de Sánchez ayer en El País, entrevistado por su directora. Confirma el presidente que su esposa firmó dos cartas de apoyo a la consultora de Barrabés, tal como publicó 'El Confidencial', solo que él dice que no son cartas de recomendación, sino declaraciones de interés. En el encabezado de las dos cartas se dice: 'Declaración de interés y apoyo'. Y a la vez que confirma que la información es correcta, añade que no tuvo influencia en la decisión final y por eso la llama bulo.

Obsérvese que el presidente atribuye a 'El País' haber examinado la propagación del bulo, pero ocurre que 'El País' nunca llamó bulo a las cartas de recomendación, que, por cierto, describió así, recomendaciones recopiladas por los aspirantes a los concursos. Y cuando la directora del periódico le plantea si él habría animado a su esposa a firmar esas cartas de haberle consultado, ella no responde a la pregunta.

No incidió, pero las firmó. Queda claro. Que no hubo bulo

No incidió, pero las firmó. Queda claro. Que no hubo bulo. Sí, repite Sánchez en la entrevista -está en el vídeo, aunque no en la transcripción impresa- que Feijóo ha dicho que Begoña Gómez tiene que quedarse en casa y no trabajar.

Y cuando la entrevistadora le objeta que Feijóo no ha dicho eso, entonces cambia y le atribuye lo que sí dijo. Sostiene, además, el presidente que, tras su carta del 24 de abril, decidió permanecer en el cargo la noche del sábado, y que si no lo comunicó hasta la mañana del lunes fue porque tenía que escribir.

El presidente no compareció ante ningún medio de comunicación, reincide en esto que es falso. Compareció ante una cámara del Palacio de la Moncloa. Ni había periodistas ni pudieron preguntarle nada. A día de hoy, aún no han podido. Salvo los cuatro que han podido entrevistarle. Pepa Bueno se interesó por la situación emocional del presidente en sus cinco días de reflexión, si no comía, si dormía mal. Fue Sánchez quien quiso afirmar, a cuento de debates que, según él, se han abierto a raíz de su carta, que no padece lo que él llama la enfermedad de salud mental.

La salud democrática que pasa por acabar con el insulto, la deshumanización, el bulo y el juego sucio en política. Seguramente por eso el ministro Puente ha atribuido al presidente de la Argentina ‘ingerir sustancias’. Para acabar con el juego sucio y abrir camino al escrupuloso respeto a quien comulga con una ideología diferente a la tuya.