OPINIÓN

Monólogo de Alsina: "Marine malversó"

Carlos Alsina reflexiona en su monólogo sobre la tragedia de la mina de Degaña, las declaraciones de Le Pen ante su condena y la presunción de inocencia de María Jesús Montero.

Carlos Alsina

Madrid |

Desastre en Degaña

Tienen nombre, claro que sí. Tienen, o tenían nombre, ellos y tiene nombre la mina donde ayer terminaron sus vidas. Amadeo Bernabé, David Álvarez, Rubén Souto, Jorga Carro, Iván Radio. Cuando llegó la Brigada de Salvamento Minero de Hunosa nada pudo hacer por ellos cinco. Por sus cuatro compañeros heridos graves hacen todo lo que está en su mano los médicos y enfermeras delhospital de Villablino. Es jornada de luto, hoy y mañana, en Asturias y en León. La mina es asturiana y los mineros muertos eran leoneses.

El polideportivo de Villablino acogerá la capilla ardiente de los cinco fallecidos, a iniciativa del alcalde de la ciudad, Mario Rivas. Que anoche, en La Brújula de Castilla y León, explicaba el doble desgarro que supone ver cómo la actividad minera —en otro tiempo floreciente en la comarca— se va extinguiendo y, cómo, quedando ya tan poca actividad aún depara desgracias como ésta. Cuatro de los fallecidos son de la comarca de Laciana, el Valle de Laciana, en el norte de la provincia y puerta con puerta con Asturias. El quinto era de El Bierzo.

Hijos que se han quedado sin padre, padres que han perdido a sus hijos, esposas que amanecen viudas. La delegada del gobierno Lastra y el presidente autonómico Barbón estuvieron ayer escuchando su desaliento.

Hijos que se han quedado sin padre, padres que han perdido a sus hijos, esposas que amanecen viudas.

Hay una investigación ya abierta, que no reparará ni el dolor ni la ausencia que hoy vence a las familias, pero que habrá de servir para saber si la empresa incurrió en negligencia o en incumplimiento de alguna de las condiciones a que estaba supeditada la reapertura de la mina de Zarréu. Que tenía autorización para analizar el mineral cara a una posible nueva explotación, pero sin que ésta hubiera sido aún aprobada.

La condena de Le Pain

La malversación sin enriquecimiento personal sigue siendomalversación. O sea, corrupción. Al menos, en Francia. En España ya sabemos que el gobierno hizo todo lo posible por amnistiar la corrupción cometida por dirigentes políticos por los que tiene simpatía, interesada, el presidente Sánchez. En Francia, no. No parece que esté en el ánimo de Macron indultar a Marine Le Pen, por más que ella alegue que ha sidoperseguida judicialmente (ay, el lawfare) y que lo suyo es un atropello democrático. Desviar dinero público (en este caso, del Parlamento Europeo) para pagarte actividades partidistas que nada tienen que ver con la finalidad para la que ese dinero fue concebido es malversación aunque la responsable máxima del desvío no se haya enriquecidopersonalmente. Dices: mira, lo que el Supremo dijo aquí sobre Puigdemont y Junqueras.

En España ya sabemos que el gobierno hizo todo lo posible por amnistiar la corrupción cometida por dirigentes políticos por los que tiene simpatía, interesada, el presidente Sánchez.

La jueza que preside el tribunal de París dice algo más: que existió un sistema organizadode utilización ilícita de los recursos públicos y que Marine Le Pen no es sólo que lo supiera, es que estaba en el corazón mismo de ese sistema corrupto. Y que lo justo es inhabilitarla cuatro años para el desempeño de cualquier cargo. Eso le impedirá, si no prospera su recurso, competir por lapresidencia de la República en 2027, qué le vamos a hacer.

La condenada dice que no es ella la que sale injustamente desarbolada, que es la democracia francesa y el Estado de Derecho lo que ha sido atropellado. O sea, lawfare. O sea, los tribunales politizados que van contra la voluntad popular. O sea, todos los salmos, prédicas y estribillos que ya hemos escuchado repetidamente en España.

La presunción de Inocencia

Se han pronunciado airados los colegas, socios y afines de la señora Le Pen —los Putin, Orban, Elon Musk— cargando contra el juez por tener un criterio distinto al suyo. En esto tampoco somos distintos, ¿ves? ¿Sentencias lo que yo quiero? Alabada sea su señoría que ha hecho justicia. ¿Sentencias lo contrario a lo que yo quiero? Abuso judicial, decisión difícil de digerir, lawfare. Y ahora también: pero dónde está escrito que unas juezas hayan de velar por la presunción de inocencia. ¿Qué es eso de que sólo pueden condenar si han llegado a la convicción última de que no hay pruebas para acreditar que el sospechoso delinquió? Válgame dios, menos mal que están los dirigentes políticos, plenos de conocimiento sobre cualquiera de los tropecientos casos que se ven a diario en los juzgados, para hacer que las juezas vean la luz y no se aparten del camino.

Se han pronunciado airados los colegas, socios y afines de la señora Le Pen —los Putin, Orban, Elon Musk— cargando contra el juez por tener un criterio distinto al suyo. En esto tampoco somos distintos, ¿ves?

La vicepresidenta uno del gobierno de España ha aportado a la historia del Derecho una innovadora doctrina sobre la prevalencia de la acusación sobre la presunción de inocencia. Es decir, que ante una acusación que se presume cierta, no ha lugar a analizar ni pruebas, ni testimonios, ni nada. Se condena y punto. De los autores de ‘un debate parlamentario que no concluye con la victoria del gobierno es una pérdida de tiempo’ llega ahora ‘qué vergüenza que se diga que la presunción de inocencia está por delante’.

De los autores de ‘un debate parlamentario que no concluye con la victoria del gobierno es una pérdida de tiempo’ llega ahora ‘qué vergüenza que se diga que la presunción de inocencia está por delante’.

Todas las asociaciones judiciales —que son cuatro y cada una de su padre y de su madre— han reprobado a la vicepresidenta por su avanzadísima doctrina. Con el argumento, bastante previsible, de que la presunción de inocencia es la base de las garantías jurídicas que definen un estado de derecho como el nuestro. (Hay que ver estas juezas de derechas y de izquierdas, qué cosas dicen).

Cuando una mete la pata, lo inteligente es sacarla cuanto antes. Y si se te ha entendido mal, porque te has explicado fatal, lo suyo es corregirte en lugar de perseverar en el dislate soltando tinta de calamar. La señora Montero sostiene que el PP tergiversa lo que ella dijo. Pero no es el PP —que también—, son las asociaciones judiciales quienes le han afeado su desdén a los derechos de los investigados (e investigadas).

Cuando una mete la pata, lo inteligente es sacarla cuanto antes. Y si se te ha entendido mal, porque te has explicado fatal, lo suyo es corregirte en lugar de perseverar en el dislate soltando tinta de calamar.

Cuando una de los tuyos mete la pata, lo inteligente es animarle a que la saque,no hacer piña con ella en la metedura inventando coartadas como que estaba expresando la impotencia ante una sentencia difícil de digerir, que es lo que decidió hacer ayer la portavoz del Partido Socialista. Aunque sólo fuera por el respeto que merece el trabajo de las demás —cuando las demás son juezas que llevan toda la vida escribiendo y examinando sentencias—, la ministra de Hacienda lleva cuarenta y ocho desaprovechando la oportunidad de decir, simplemente, me equivoqué.

Cuando una de los tuyos mete la pata, lo inteligente es animarle a que la saque, no hacer piña con ella en la metedura inventando coartadas como que estaba expresando la impotencia ante una sentencia difícil de digerir

Incluso para un gobierno que ha hecho costumbre de emitir él todos los días sentencias absolutorias y condenatorias sin más criterio que el de la afinidad política de los afectados, o la contrariedad porque el criterio de los jueces no coincide con el suyo, lo de Montero ha sido un hito.

El juez Hurtado

Por cierto, el malvado juez Hurtado que había convertido la causa de las filtraciones en una cacería inaudita contra el fiscal general y el Palacio de la Moncloa (perseguidos) emitió ayer auto en el que deja fuera de la investigación a la señora Sánchez Acera, jefa de gabinete del jefe de gabinete. Como esta decisión sí le agrada al ministro López le faltó tiempo para celebrarla y darla por buena. Y para pedir que se haga acto desagravio a su subordinada. Esto lo reclama el mismo ministro que sigue imputando a Ayuso corrupción por las actividades de su hermano aunque dos fiscalías archivaran el asunto al no apreciar indicios de delito, porque eso para López es irrelevante.

Entonces, ¿el juez Hurtado hace bien su trabajo o no lo hace? ¿Se conduce por criterios rectos o todo lo contrario? Cuando declara imputado al fiscal general es un justiciero prevaricador perocuando exonera a la señora Sánchez Acera es un modelo de rectitud? Problema: que es el mismo juez. Si le has arrastrado por el barro porque osó registrar el despacho de un fiscal general, a ver cómo le rehabilitas ahora para reconocer su docto criterio respecto de tu ejemplar colaboradora. Y así, todo. El criterio de los ministros nunca es jurídico. Es pura, interesada y livianamente político.

¿Hurtado hace bien su trabajo o no? ¿Se conduce por criterios rectos o todo lo contrario? Cuando declara imputado al fiscal general es un justiciero pero cuando exonera a la señora Sánchez Acera es un modelo de rectitud? Problema: es el mismo juez.
Monólogo de Alsina: "Marine malversó"