OPINIÓN

Monólogo de Alsina: "Predicar el acuerdo mientras lo saboteas"

Carlos Alsina reflexiona en su monólogo sobre el traspaso de Cercanías en Cataluña, el viaje del ministro a París para un encuentro con el líder de Vivendi y el debate sobre el aumento del gasto en Defensa.

Carlos Alsina

Madrid |

Si es usted usuario de Cercanías en cualquier lugar de España, lo primero que le interesará saber es que funcionan todos los trenes. Porque, al final, no hay huelga. Estaba anunciada para hoy y otros cuatro días más, incluido San José, que es el miércoles, pero quedó desconvocada anoche. Porque el Gobierno, que en esto es la empresa, accedió a asumir más garantías para que tanto los trabajadores afectados por el traspaso de Cercanías en Cataluña al gobierno catalán como la entrada de un socio privado en el transporte de Mercancías no salgan perjudicados.

El traspaso de Cercanías a la Generalitat fue uno de los peajes que Sánchez pagó a Esquerra por la investidura de 2023. El presidente accedió a pagar y, como siempre, dejó en manos de sus subalternos que vieran cómo se podía ejecutar. Y ahí empezaron los problemas: cómo ceder el control ferroviario cuando hay tráfico que no es local sino nacional o internacional y cómo trocear una empresa pública de ámbito estatal para que tenga una filial catalana y controlada ésta por la Generalitat. Ingeniería empresarial, y administrativa, que puso en guardia a los comités de empresa de Renfe y Adif. Se le dieron seguridades que luego estuvieron en duda y eso motivó una convocatoria que ahora se anula porque les han dado seguridades nuevas.

Los sindicatos acusaban al Gobierno de la privatización encubierta del transporte de mercancías. Privatización, ¡anatema!, nada más cruel puede achacársele a un gobierno socialista. Salvo que se trate de la atención médica a los funcionarios de Muface, que ahí la privatización del servicio no sólo está bien vista sino que cada vez se ofrece más dinero a la sanidad privada para que se ocupe. El criterio del Gobierno, como se sabe, es invariable. Si es Muface, alabada sea la colaboración público-privada. Si es Quirón en Madrid, ¡oiga, Ayuso, deje de desmantelar la sanidad pública! Óscar López, se lo recuerdo, es ministro de Muface y líder de la oposición regional madrileña. Tiene dicho que Madrid es un pozo de corrupción, pero no se refiere ni a Ábalos ni a Koldo, aunque los dos intimaran económicamente con Aldama en el centro de Madrid, o sea, en Ferraz y en el Paseo de la Castellana, que es donde tiene su sede el ministerio de Transportes y donde está el piso sospechoso cuyo contrato de alquiler firmó Ábalos. Todo en Madrid, en efecto.

En Renfe el Gobierno es el empresario porque para eso es una empresa pública. Por eso decide él cómo se gestiona. En las empresas privadas, válgame dios, no. Ahí el Gobierno es exquisito, señora, escrupuloso. Mire lo que ha pasado con Vivendi, accionista del Grupo Prisa. Un semanario francés publicó este sábado que el ministro en persona había aprovechado un viaje a París para una cosa de inteligencia artificial para verse con el capo de Vivendi y animarle a vender su participación en Prisa. Eh, no a cualquiera, claro. Vendérsela a los accionistas minoritarios bien vistos por la Moncloa que están batallando para descabalgar a Ourghoulian, señalado éste como obstáculo para el gobierno progresista por haberse negado a palmar dinero sólo para que haya otra televisión pro-gubernamental que pueda sintonizarse con fervor en la Moncloa, aunque luego nadie más tenga interés en verla. El ministro persuadiendo al de Vivendi para que vi-venda. Por haber publicado esto, Le Point, el semanario francés, pasa a estar en la lista negra del gobierno. Adelante, ministro.

El bulo, en versión francesa. Esto lo dijo el ministro López en laSexta. Donde proclamó que el Gobierno al que él pertenece nunca, nunca, nunca maniobra para que una empresa privada sea de unos o de otros.

Qué mejor prueba de que el Gobierno nunca, nunca, nunca se mete en la gestión de empresas privadas que el hecho de que a Álvarez Pallete, presidente de Telefónica, se le convocara a la Moncloa para informarle de que iba a ser relevado por Marc Murtra, procedente de Indra y con todas las bendiciones del equipo de Sánchez. ¿Por qué se cita al presidente de una compañía privada en Presidencia para comunicarle su caída? Porque el Gobierno va a entrar en lo que haga o deje de hacer una compañía privada. Salvo que antes haya entrado en el capital con un 10% vía Sepi y esté decidido a reorientar la empresa y usarla como palanca para intentar que se mueva también el accionariado del Grupo Prisa.

Recomendemos esta mañana al ministro López, su jefe y otros ideólogos de la cosa, la lectura de la tribuna que Ourghoulian publica en El País (y de la que tendrán noticia, por otra parte, hace ya muchas horas). Extracto una frase que une dos de los empeños del gobierno en los últimos meses. Dice: ‘sería inaceptable que cuando estamos recordando que hace cincuenta años que murió Franco, alguien cayera en la tentación de adueñarse de un medio de comunicación independiente desde el poder’. De Franco a la Moncloa. La frase está escrita para escocer.

Ha convertido ya en costumbre el Gobierno predicar cada día lo conveniente que es la unidad política europea mientras sabotea la posible unidad política en España. Ensalza la negociación y el acuerdo entre gobiernos conservadores y socialdemócratas de los Veintisiete ---la mayoría, de derechas---, entre eurodiputados conservadores y socialistas ---las dos grandes familias políticas europeas--- mientras hace cuanto puede en España para que esa negociación no exista y nunca pueda fructificar en acuerdo. Obsérvese el tono conciliador que emplea el presidente sin presupuestos para referirse a la derecha parlamentaria que se ha ofrecido a estudiar su plan de rearme.

Dices: para estar buscando un acuerdo que le dé solidez a sus compromisos con Europa no deja de desdeñar en público a su competidor de derechas. El presidente mitinero y sus ministros del coro exhiben a diario su fijación con Feijóo mientras pasan de puntillas por la verdadera oposición que tienen al plan de rearme, que no es de de derechas, precisamente, sino de izquierdas e independentista. Feijoo por aquí, Feijoo por allá; pero vamos, que es Junqueras ---el pope inhabilitado por malversación--- quien ha proclamado este fin de semana que con él no cuenten para aumentar la capacidad defensiva europea.

Feijoo por aquí, Feijoo por allá; pero vamos, que es Belarra quien ha proclamado que Sánchez es el señor de la guerra.

Feijoo por aquí, Feijoo por allá; pero vamos, que son el Bloque Galego y Bildu quienes no están por la labor de secundar a Sánchez en la escalada defensiva. Qué disgusto para el presidente, ¿verdad?, saber que la suerte de Europa depende de que prospere el plan de rearme y comprobar que si fuera de las manos de las manos de Junqueras, Belarra, Rego, Pisarello o la señora de Bildu de quienes dependiera, Europa ya podía darse por muerta. Qué incómodo saber que le debes tu cargo a aquellos que, según tú, no se enteran de la gravedad de las cosas, viven anclados a tópicos y pancartas y le hacen el juego al imperialismo ruso.

Pero hace saber el Gobierno, lo ha contado en su dominical El País, que está absolutamente tranquilo, una semana más. Porque ha constatado que ‘no está en peligro la mayoría’. ¿Qué mayoría?, te preguntas. No hay Presupuestos nuevos porque no hay mayoría. No se va a votar la inversión extraordinaria en Defensa porque no hay mayoría. Bueno, sí que la hay, y absoluta, pero la formarían el PSOE y el PP, ¡anatema de nuevo! Cómo van a pactar el PSOE y el PP, por favor. Dices: pues como pactaron en Alemania el viernes sus dos partidos hermanos, y sobre este mismo tema. Qué tendrá que ver la política alemana con la nuestra. Pues casi todo, ¿no? No, hombre, no; Spain is different. Cómo va a pactar Sánchez la Defensa con la derecha, hombre. Dices: pues como se pactó el Poder Judicial. A ver, que no es lo mismo. Pues como se ha intentado pactar con el gobierno de derecha y extrema derecha finlandés. Pero eso es geopolítica, por favor. ¿No entiendes que si Sánchez pacta lo más grave que tenemos entre manos con Feijoo lo convierte en un líder sólido y fiable? Dices: bueno, y viceversa, ¿no? Estarían empatados. Y sacarían adelante lo que ahora mismo más les importa a ambos, ¿no? Si es que no entiendes nada de política. Salvo que no sea la Defensa lo que más les importa.

Cuando el gobierno dice que no está en peligro la mayoría lo que quiere decir es que la forma de evitar el peligro de que sea evidente la falta de mayoría es impedir que se vote. Ocultar la realidad para poder seguir fingiendo que éste es el gobierno más sólido de la Unión Europea.

Monólogo de Alsina 17/03/2025