OPINIÓN

Monólogo de Alsina: "Sánchez pincha en Bruselas y aquí"

Carlos Alsina reflexiona en su monólogo sobre los nuevos desbordamientos e inundaciones en España y el fallido plan de rearme de Sánchez.

Carlos Alsina

Madrid |

Nuevas inundaciones

La primera mañana de la primavera que trae lluvia, y lluvia, y más lluvia. Toda la vida los madrileños haciendo broma de lo poco río que parece su río Manzanares y hoy tienen que estar atentos por si hubiera que cortar algún tramo de la M-30, más fascinados que inquietos ante el caudal con el que baja su modesto afluente del Jarama (han obligado las lluvias a realizar desembalses).

Al cabo de una semana de incidencias en numerosos lugares de España —con inundaciones puntuales en Andalucía, en Castilla La Mancha, en la Región de Murcia, con algunas desgracias personales y numerosos daños (Lorca ha pedido la declaración de zona catastrófica)— el panorama que anuncia Meteorología para este fin de semana sólo puede complicar aún más las cosas. Si anteayer aflojaron las lluvias y ayer fueron irregulares, para el sábado y el domingo tenemos probabilidad del cien por cien de que llueva en abundancia en la abrumadora mayoría del territorio. Como mucho, se librará la costa del Mediterráneo.

Los llamamientos a la prudencia, a no salir a la carretera sin haber consultado la información de Tráfico, a evitar acercarse a los cauces de los ríos o estar atentos a los avisos que se emitan son, hoy, una constante de las distintas autoridades. Si algo aprendimos con la riada en Valencia de octubre es que la anticipación y la precisión en las alertas son esenciales para paliar las consecuencia de los desbordamientos. Y por cierto: a veces, Carlos Mazón hace lo que corresponde a un presidente autonómico. Ayer estuvo en su sitio al aceptar que cuatro familiares de fallecidos, que han reclamado día tras día, en la puerta de Presidencia, que los responsables políticos les escuchen, accedieran al edificio para conversar unos minutos con ellos. ‘Mejor tarde que nunca’, como dijo Susana.

Tarde, porque han pasado cinco meses, pero acertada la disposición de Mazón no sólo a escuchar a familiares de fallecidos y damnificados sino a recibir a todo aquel que tenga deseo de decirlepersonalmente cualquier cosa.

Gobernar también es escuchar y encajar.

Mas aún si ya has decidido que pase lo que pase, tú vas a seguir en el cargo.

Sánchez y el plan de rearme

No me llames rearme, llámame Lola. Sánchez hace piña con la extrema derecha italiana para que sus colegas gobernantes europeos rebauticen el plan de rearme europeo y deje de llamarse rearme. Nuestro presidente, y querida Giorgia, instan a Von der Leyen a que lo llame de otra forma porque rearme suena a comprar más armamento y puede incomodar a aquellos ciudadanos que aplauden estar más protegidos pero evitando saber cómo se hace.

El presidente Sánchez tiene currículum en esto de poner nombres tan precisos que no hay manera de que luego la sociedad se los compre. Acuérdese de la batalla que perdió hace cinco años.

Restricción de movilidad nocturna. ¿Cómo le acabó llamando todo el mundo? Toque de queda. Ahora toca el rearme. ¿Qué eufemismos propone la pareja Sánchez-Meloni? Eso da igual: Seguridad, Protección, Empleabilidad, yo qué sé, escudo, que es palabra que gusta mucho a nuestro gobierno: hay escudo social, escudo laboral, escudo anti opas. ¿Por qué no un escudo anti Putin? O plan de fortalecimiento de la paz, dígalo usted, ministra.

Por ahí hay que ir, rearmando la paz. Tome nota, Von der Leyen porque la estrategia política aconseja vestir su plan (que es militar, por supuesto) con uniforme de camuflaje. A ver si llamándolo plan de fomento del empleo defensivo, por ejemplo, se consigue confundir a los soldados de Yolanda Díaz para que defiendan al gobierno del que forman parte en lugar de ejercer de dinamiteros.

Al discurso que hace Von der Leyen, el mismo discurso que hace Sánchez, la cuarta parte de su gobierno lo llama belicista. Ardor guerrero.

Sumar en contra del aliado

A la misma hora en que el presidente se ponía el casco en Bruselas para intentar ganar la batalla de la financiación del rearme (cuánto a cargo del Presupuesto nacional, cuánto en transferencias que no haya que devolver), su vicepresidenta segunda ordenaba a la menguada tropa parlamentaria que aún comanda que se alistara en las filas, aún más menguadas, del Bloque Nacionalista Galgo y le apoyara la moción contra el plan que en ese mismo momento afinaban los gobiernos europeos en Bruselas.

Oye, Pedro, que vemos que tu vicepresidenta combate para que este plan nunca se apruebe, ¿no serás un agente doble, tú con quién vas?

No, no, yo, con vosotros. A estos de Sumar no les hagáis ni caso. Son una panda de nostálgicos que se quedaron a vivir en el no a la OTAN.

Ya, pero que son la cuarta parte de tus ministros, ¿no?

— Sí, sí, pero vamos, haced como hago yo en el Consejo de Ministros: ni caso.

El sentido de la oportunidad de Sumar, dejando a su presidente políticamente cojo en una cumbre a la que ya entraba debilitado, es verdaderamente encomiable. Para junio, que vayan sacando billete a La Haya y acampan a la puerta de la cumbre de la OTAN con una hucha para recaudar dinero con el que fabricar pancartas más grandes. Pero ya dice Sumar que el gobierno está más unido que nunca y que esto de la Defensa es una mera cuestión ideológica.

Que significa que predicarán todos los días contra el rearme pero permanecerán atornillados a sus sillones del Consejo de Ministros que irá aprobando, religiosamente, todos los incrementos en Defensa que el presidente ordene.

Se entiende, todos los que la ley le permita evitando, esquivando, toreando o burlando (que el presidente elija cómo prefiere llamarlo) al Parlamento que representa a la sociedad española.

Aún, sin Presupuestos actualizados

Al margen del Parlamento y sin Presupuestos actualizados, por supuesto. Nos explicaron los ministros hace meses que tampoco era imprescindible tener presupuestos nuevos porque los de 2023 estaban bastante bien para la coyuntura económica en la que estábamos. Ahora que la coyuntura ha saltado por los aires, que el desafío es la defensa y hay que movilizar veinticinco mil millones, seguirán predicando que tampoco es tanto cambio. En la realidad alternativa que cada día inventa el Ejecutivo, hoy tenemos a María Jesús Montero, vicepresidenta de Hacienda, recitando un bonito salmo averiado en el que ensalza su propia dedicación infatigable.

No, si para presentar los Presupuestos lo único que tiene que hacer es presentarlos.

Lo que quiere decir la vicepresidenta es que desde octubre (medio año ya), el gobierno viene incumpliendo su obligación constitucional de llevar un proyecto al Congreso. Y lo que prueba esta declaración es el empeño diario del gobierno en confundir a la opinión pública y hacerla creer que primero se negocian los Presupuestos y si no encuentras apoyo, no los presentas. Es decir, lo contrario a lo que dice la norma. Presentar el proyecto no depende de ningún otro grupo, dependesólo de que el gobierno haga números, los ponga en un papel y los lleve al Congreso. Resulta embarazoso estos días escuchar a disciplinados ministros acusar a presidentes autonómicos de dejación de funciones.

Para dejación de funciones, la de la ministra de Hacienda. Y su jefe, el presidente achicado que pierde votaciones parlamentarias y tiene a sus socios de izquierda levantados en armas contra el rearme.

Bueno, a usted no le gusta el término y a sus socios no les gusta el rearme.

Monólogo de Alsina 21/03/2025