Con permiso de Koldo y su hacha, es hora de poner el foco en sus troncos. Con permiso de Koldo, personaje estrambótico imprescindible en toda trama de corrupción que se precie, hay que reordenar los títulos de crédito de este serial para otorgar condición de protagonista a Víctor de Aldama. El caso también es suyo. Y cada día, un poco más suyo.
Otorgar la condición de protagonista a Víctor de Aldama
Víctor de Aldama, el del Zamora. El cónsul honorario de Georgia. El del viaje a México. El del restaurante donde el ministro y su equipo celebraban cosas. Y el de Air Europa.
Víctor de Aldama, el comisionista que, según publica El Confidencial a esta hora, se vio en 2020 con la esposa del presidente del gobierno. Él y su amigo, el consejero delegado de Globalia, Javier Hidalgo, que es quien conocía desde hacía años a Begoña Gómez. Se reunieron con ella varias veces en 2020, antes y después del estallido de la pandemia -dice la información- para explicarle negocios que se les habían ocurrido y conseguir su respaldo. Uno de los proyectos era una app para comprar medicamentos a domicilio. Otro, un plan para adquirir pueblos abandonados y convertirlos en destinos de lujo. Ninguno prosperó.
Aldama se movía por el ministerio de Fomento como Víctor por su casa
Aldama repartía su tiempo entre las oficinas de Globalia, donde lo apodaban el presi -por la presidencia del club de fútbol Zamora- y el ministerio de Fomento, donde le franqueaba en paso su compadre Koldo, el asesorísimo.
Según los investigadores de la UCO, Aldama se movía por el ministerio como Víctor por su casa. ‘Pase especial’, lo llama el juez en su auto. Acceso preferente, como en los parques de atracciones. Pulserita con derecho a todo. O por buscar un símil más del sector de los transportes, el telepeaje, pase, pase, le levantan la barrera porque está abonado. ¿A qué? A verse con Koldo.
Aldama entraba hasta la cocina, ésa es la idea. Con Koldo abriéndole camino y con el ministro Ábalos, en el mejor de los supuestos para él, ignorándolo. En el no tan bueno para él, consintiéndolo. En el peor, colaborando.
Aldama entraba hasta la cocina, ésa es la idea. Con Koldo abriéndole camino y con el ministro Ábalos, en el mejor de los supuestos para él, ignorándolo
Lo dijo aquí Ábalos ayer y sigue siendo verdad hoy: él no ha sido ni siquiera citado. A día de hoy es, como mucho, un aludido. En algunas conversaciones intervenidas a los compadres en las que aluden al ex jefe de Koldo. Pero sí admitió el ministro en la entrevista de ayer que el tal Aldama estaba por ahí. ¿En lo de las mascarillas? No, en lo de Air Europa.
Aldama es también consultor que trabaja para Air Europa
Aquí es donde Aldama adquiere personalidad propia: no es sólo el socio de Cueto que se ofrece a Koldo para conseguir mascarillas en China -luego ya vemos cómo nos repartimos el negocio (presuntamente)- es también el consultor que trabaja para Air Europa, empresa a la que el gobierno -lo recordamos ayer con Ábalos aquí- inyectó más de cuatrocientos millones de euros en noviembre de 2020, año de pandemia.
En su momento la operación que más revuelo generó fue otra, la de Plus Ultra, pero ésta de Air Europa regresa ahora a primer plano por el papel de Aldama.
Air Europa, empresa a la que el gobierno inyectó más de cuatrocientos millones de euros en noviembre de 2020
Fue en este programa donde Ábalos confirmó ayer que tuvo relación con Aldama y que éste trabajaba para Air Europa, dato después ratificado a Onda Cero por esta empresa. Por su interés, ofrecemos de nuevo este pasaje de la conversación con Ábalos.
Aquí fue donde a Ábalos le vibró el móvil y paramos un momento la entrevista. Luego, retomamos. Por Aldama.
Todo en orden, dijo ayer Ábalos, todo reglado
El conseguidor comisionista colega de Koldo y con pase especial en el ministerio se interesó por el rescate porque trabajaba para Air Europa. Quien le había reclutado para Air Europa, y con quien despachaba, era Javier Hidalgo.
Todo en orden, dijo ayer Ábalos, todo reglado, nada que temer por su parte. Ocurre que, como también dijo, al lado de las cantidades de dinero que se mueven en adjudicaciones del ministerio (o en rescates) el de las mascarillas parece poca cosa. El chocolate del loro, en expresión del ex ministro.
Una broma del destino: que a Ábalos no se le permita ahora avalar
No quiso responder Ábalos a la pregunta de si Koldo era un golfo. Sí admitió la responsabilidad de haber elegido mal, pero diluida porque a Koldo se lo recomendaron.
Era el recomendado de Cerdán. Su sucesor en la secretaría de organización y brazo ejecutor de la defenestración que decretó el líder supremo, que es Sánchez.
Que el más entusiasta valedor de Sánchez y del sanchismo haya acabado siendo víctima de los famosos cambios de opinión de Sánchez
Dejó la entrevista pasajes que parecen una broma del destino. Como que a Ábalos no se le permita ahora avalar. Un banco se ha echado atrás en el crédito que había concedido avalado por Ábalos: si te llamas Ábalos, ya no avalas. O que el más entusiasta valedor de Sánchez y del sanchismo haya acabado siendo víctima de los famosos cambios de opinión de Sánchez.
En lo que Sánchez no cambia es en escandalizarse de que la oposición exprima el terremoto que sacude al PSOE (y al gobierno) para intentar ponerle a él en apuros. Dónde se habrá visto que la oposición saque partido a un caso de corrupción, ya le vale a Feijóo. O saque tajada, como dijo el presidente, tan ocupado en criticar al PP que no alcanzó a decir nada sobre los contratos adjudicados por su propio gobierno.
Sánchez tan ocupado en criticar al PP que no alcanzó a decir nada sobre los contratos adjudicados por su propio gobierno
Que se sepa, quien sacó tajada fueron el asesorísimo y sus troncos. Y quien ha convertido el caso en la purga de Ábalos, sin rebajarse a hablar con él, es el secretario general del Partido Socialista. Quién es aquí Torquemada.
Sánchez martillea en su relato fake sobre la caída de Pablo Casado
Martillea el presidente, cual gota malaya, en su relato fake sobre por qué cayó Pablo Casado. Eso de que lo echaron porque denunció una corrupción -lo echaron por intentar contratar detectives para espiar a una presidenta autonómica de su propio partido-.
Lo hace el presidente a sabiendas de que el relato es fake y proclamando, de nuevo, como un hecho probado que Díaz Ayuso incurrió en corrupción, cuando dos fiscalías archivaron el caso de su hermano. Y lo hace repitiéndose a sí mismo, porque ésta fue su primera reacción al caso Koldo en Marruecos la semana pasada.
Han pasado cosas desde entonces: ha intentado borrar del Congreso a su antiguo escudero Ábalos, lo ha desterrado al grupo mixto y va a expulsarlo del partido. Pero el presidente sigue con que si Díaz Ayuso. Y si Casado. Y si el martillo.