Este locutor que hace veinte años menos un día les informaba de la liberación de Cosme Delclaux —el abogado hijo de industrial que había permanecido secuestrado ocho meses en un zulo de Irún—, este locutor ya sabía a esa hora que la noticia con mayúsculas de esta mañana no iba a ser ésa, sino ésta otra: la liberación de José Antonio Ortega Lara, funcionario de prisiones que cumplía casi un año y medio de secuestro.
A esa hora de hace veinte años menos un día un grupo de guardias civiles habían conseguido ya bajar al zulo de la nave de Mondragón, sofocar la ansiedad de José Antonio e informar a sus superiores de que estaba vivo. Brutalmente desmejorado, esquelético, con la vista deteriorada y el aspecto de un anciano (39 años tenía). Estaba a punto de recibir la noticia la esposa del funcionario, Domitila, en su domicilio de Burgos. El resto de los españoles lo sabríamos sólo unos minutos después.
Esta mañana —se lo recuerdo— usted puede seguir la emisión original de Onda Cero en aquella otra mañana de 1997. En nuestra web y nuestras aplicaciones estamos volviendo a vivir todos los acontecimientos de aquel día tal como sucedieron. Aquí, en la radio de 2017, seguiremos conectando con nuestra propia emisión de hace veinte años cada vez que se produzca una noticia.
El rodillo independentista del Parlamento catalán vuelve a la carga. La CUP y el Junts pel Sí presionan de nuevo a los medios de comunicación privados para involucrarlos en su referéndum ilegal. O tragas con emitir la campaña del referéndum o te quedas sin posibilidad de recibir las otras campañas institucionales, las que sí difunden iniciativas legales. O pasas por el aro o te castigan.
Puigdemont desaprovechó la ocasión que tuyo ayer de pedirle al rey que le ampliara su reflexión sobre por qué el respeto a la legalidad es tan esencial para la democracia como la existencia de urnas. Coincidieron ambos en los premios Princesa de Girona pero ni el uno ni el otro quisieron incidir en el asunto. Tampoco el Rey, que hizo un discurso bastante menos directo que anteayer en el Congreso.
Los gobiernos autonómicos estuvieron ayer con Montoro haciendo números y evidenciando lo mismo de siempre: que sólo los gobiernos del PP apoyan al ministro en su pretensión de que el déficit autonómico se reduzca a la mitad el próximo año. A Ciudadanos, que no gobierna en ningún sitio, le dice el ministro que va a estudiar bajada del IRPF para 2018 —la zanahoria— pero siempre podrá alegar que los gobiernos autonomicos del PSOE se cierran en banda.
En el Congreso se consumó ayer la reprobación de este ministro. Que lo asume como un gaje irrelevante en su exitosa carrera política y avisa al medio que más duro le está dando estos días, el ABC, de que está vigilante por si incurriera en ataque a su honor. El ministro Montoro.