Monólogo de Alsina: "Ahora tocan pactos en Italia, justo lo que en campaña habían prometido no hacer"
La Academia de Hollywood ha votado. Los italianos han votado nuevo Parlamento. Los españoles no, pero hoy sabemos lo que votarían.
No dirán que no tenemos novedades esta mañana.
Los Oscar ya saben que estaban este año entre el cuento verde azulón de Guillermo del Toro —ay, el amor, dónde si no en el cine puede ser verosímil el amor entre una limpiadora sorda y una criatura anfibia capturada en el Amazonas— y el cuento rojo valla-de-carretera de Martin McDonagh —ay, el dolor, dónde si no en el cine puede ser verosímil que un policía despreciable renazca como compañero sensible de una madre devastada—. O sea, 'La forma del agua' contra 'Tres anuncios en las afueras'.
Bueno, ¿cómo quedó la cosa?
Ganó la del agua. Los dos premios principales. Película y director. Doblete triunfal de Guillermo del Toro.
La de las vallas en las afueras se lleva dos premios de intepretación. El de actor de reparto, Sam Rockwell, y el de actriz principal. Revolució el auditorio Francess McDormand.
El mejor actor principal ha sido Gary Oldman.
Y además:
• Ya era hora de que se le reconociera a CJ la del Ala Oeste su aptitud para los papeles cómicos. Alisson Janney ha sido la mejor actriz de reparto por 'Yo, Tonya'.
• Qué pasó con 'El hilo invisible' de PT Anderson, el peliculón que interpretan Daniel Day Lewis y Vicky Crieps (si él está bien, aún está mejor ella). Diseño de vestuario, ya bueno.
• Qué fue de la 'Dunkerque' de Nolan, el otro peliculón de la cosecha de 2017. La guerra sin batallas. La playa, la espera, el miedo. Y aquí también, el agua. El agua en el que se hunden los barcos y se ahogan los soldados. Sonido y montaje.
• Qué ha sido de la de Spielberg. La historia de los Papeles del Pentàgono, el primer wikileaks de la historia, cuando no había wiki y una filtración de documentos oficiales requería de fotocopiadora y un periódico que se ocupara. Spielbeg, Tom Hanks, Meryl Streep. Un trío de ganadores para una película que no ha ganado.
• Qué ha sido de las modestas. 'Llámame por tu nombre' , que nadie sabe por qué en España se ha llamado 'Call me by your name'. 'Get out', que nadie sabe por qué en España la han llamado 'Déjame salir' (mejor guion). 'Lady Bird', que no es la biografía de la mujer de Lyndon Johnson sino la de una adolescente en un colegio católico de California.
¿Vio usted alguna de ellas? ¿Las vio todas? Súmese al debate del día. ¿Han dado bien los premios? ¿Se quedaron cortos con alguna? Con otras, ¿se les fue la mano?
En Italia, cerraron los colegios electorales a las once y están ahora empezando a salir los primeros datos del escrutinio.
¿Gana Berlusconi o gana Cinco Estrellas?
Pues ganan ambos. Cinco estrellas es el partido más votado, en torno al 32 %, casi diez puntos por delante del segundo, que es el Partido Democrático (centro izquierda, el de Renzi). Victoria inapelable de la formación de izquierdas, euroescéptica, de tintes populistas, que nació hace nueve años y ha ido haciendo camino hasta llegar a ser la primera.
Pero la coalición de Berlusconi, como suma lo suyo —Forza Italia— más la Liga Norte y los Fratelli de Italia, saca en conjunto más que Cinco Estrellas y tendrá más escaños. Ahora mismo la duda dentro de la coalición de derechas es si el partido más votado ha sido Forza Italia o la Liga Norte, lo que daría a este partido, y a su líder euroescéptico y xenófob, Salvini, la condición de primer dirigente de la derecha italiana.
¿La coalición de derechas tiene escaños suficientes para investir un primer ministro?
Ésta es la pregunta. Con los resultados conocidos hasta ahora ninguna de las formaciones alcanza mayoría para asegurarse el gobierno. Toca negociación y pactos, que es justo lo que en campaña habían prometido no hacer algunos de los líderes.
A nadie le extrañará si el nuevo primer ministro no es ninguno de los líderes que se han presentado a estos comicios. Tajani, el candidato de Berlusconi, es el presidente del Parlamento Europeo. Y Gentiloni, el actual primer ministro, tiene más bazas en la izquierda que el líder del Partido Democrático, Mateo Renzi.
En España no hay elecciones a la vista pero sí que hay encuestas. Y a falta de urnas, los partidos parece que compiten estos días por liderar las encuestas. Como si ganar en los sondeos fuera ya una victoria equiparable a la de ganar el gobierno.
Hoy tenemos primera entrega de una encuesta que va a ser interesante de seguir porque incorpora una novedad en el método. La publica El Confidencial y se va a repetir cada tres meses con los mismos encuestados. Son más de mil personas que reflejan la diversidad de nuestra sociedad y que han aceptado que cada trimestre se les pregunte a quién votarían y a qué se debe el cambio de partido, si es que han cambiado.
Primer Panel de El Confidencial con estos resultados:
• Ciudadanos ganaría las elecciones de largo. Con el 28 % de los votos y atrayendo al doble de votantes que hace dos años.
• El PP es el principal damnificado: cuatro de cada diez de sus votantes de 2016 se han pasado al partido de Rivera.
• Cae el PP al 21,5 % del voto y empata (incluso se queda un poco por debajo) del Partido Socialista, que retrocedería un punto en comparación con las generales.
• Podemos se queda rezagado en el 17 % de los votos.
Con este porcentaje de voto, Ignacio Varela estima que el reparto de escaños en la cámara podría aproximarse al siguiente:
Un 30 % de los encuestados aprueba la gestión del gobierno de Rajoy, un 70 % no lo hace. Y entre los votantes del PP en 2016 hay tres de cada diez que suspenden al gobierno.
Y no, no es la cuestión catalana la única que traslada votantes del PP a Ciudadanos. Los votantes populares no están descontentos con la gestión que en este asunto ha hecho Rajoy, por más que sea Ciudadanos quien mejor nota obtiene en esta materia.
Del serial hoy mejor no les dijo nada.
Teniendo películas tan redondas, y tan bonitas, de las que hablar por los Oscar, qué necesidad de perder el tiempo con el culebrón interminable. Mal día para los guionistas. Cómo devolverle el interés a una trama empantanada.
Se acordarán de que el personaje de Waterloo, el de la mansión, dijo que ahora había que hacer presidente al Jordi.
El Jordi ra ra ra. Y como él es el presidente de la República Fantasma de Cataluña, qué menos, oiga, que los demás atiendan a lo que dice y se pongan a la tarea de investir ya al Jordi. Esquerra titubeó el viernes pero al final dio su visto bueno. Pero luego apareció la CUP y dijo que de apoyar a Jordi Sánchez tururú.
Ahora la CUP veta al Jordi y deja a Esquerra y al PuigDeCat con diputados de menos para investir un presidente. Y como ni Puigdemont ni Comín tienen intención de renunciar jamás a sus escaños (aunque no puedan desempeñarse como diputados estando en Valonia), o pactan candidato que le guste a los de la CUP o no hay investidura posible.
Hoy el presidente del Parlamento, Torrent, abre una ronda de consultas con los partidos para ver qué se puede hacer. Lo más práctico va a ser que empiece la ronda con la CUP, que la CUP le diga cuál de los diputados de Junts per Cataluña le vale y así se evitan todos nuevos capítulos del serial fallidos.