"Democracia y libertad, que no son valores estadounidenses", dijo el presidente norteamericano, sino universales. Y en aras de cuya promoción en Cuba dedicará hoy Obama unos minutos, vamos a ver cuántos y en qué términos, a los opositores, los disidentes en la embajada norteamericana. El mensaje, por tanto, está depositado, entregado a Raúl, en el mismo palacio de la Revolución, y aunque viniera envuelto en cordialidad, en bromas obámicas sobre la longitud de los discursos de la familia Castro y otros adornos. En esta rueda de prensa le tocó a Raúl Castro encajar las preguntas directas, poco favorables, de periodistas norteamericanos sobre derechos humanos y sobre presos políticos.
Éste fue el otro momento clave del día de ayer. "Presos políticos no hay, déme usted la lista, y derechos humanos, en fin, tú ya sabes, no se debe politizar porque dígame usted qué país cumple todos los derechos que existen"
No se olvidó Raúl de esta otra parte del argumentario gubernamental que dice que la sanidad es un derecho fundamental de las personas y en Estados Unidos no se cumple. Lo insinuó Raúl con el hombre que salió políticamente tocado de aquella reforma sanitaria que fue asunto principal de su mandato. Para percibir el contraste entre lo que se considera periodismo y lo que el gobierno de Cuba llama periodismo objetivo sólo hay que escuchar la pregunta que hizo, en esta rueda de prensa, la televisión oficial. Repitiendo los argumentos de Castro y reclamándole el fin del embargo a Obama.
Es el pueblo cubano el protagonista de esta jornada, y es el pueblo cubano el que se prepara hoy para asistir a otro acontecimiento que aquí levanta pasiones: la pelota. El béisbol. Será lo último que haga Obama antes de marchar, con la familia, para la Argentina: asistir al partido que disputa la selección cubana contra el Tampa Ray Bays, con la duda de cuánto y a quién aplaudirá el presidente.
Es el pueblo cubano el protagonista de esta jornada y es el pueblo cubano el que, por más que el gobierno se resista a aceptarlo, tiene opiniones diversas sobre la deriva del país. El deseo de que mejoren las cosas, de que crezca la economía, haya salarios más altos y precios más bajos es común a la mayoría: todo el mundo aquí se lamenta de los precios, incluso lo más fieles a Fidel. Pero más allá de eso hay de todo. Quien está deseando tener posibilidades económicas para viajar a otros países y los que, sin deseo alguno de cambiar su país por otro, lo que desean es que no haga faltar marchar de aquí para tener una vida razonable, como nos contó un conductor "Si le digo la verdad, no quiero marcharme de aquí"
En este segundo programa especial desde La Habana escucharemos las historias de algunas personas con las que hemos hablado en La Habana. Estudiantes universitarios que piden cambios, pero sin traicionar lo que ellos llaman las esencias de la cubanía.
Escucharemos a un periodista independiente que esta mañana se reúne con Obama y que opina que los cambios aquí ya son constantes e irreversibles, aunque muy lentos.
Conoceremos a un camarero treintañero que algun dia abrirá su propio restaurante en La Habana y que podrá contar qué él atendió, en su historica visita de 2016, a Barack Obama. Obama tomándose unas verduras mientras la mujer y la suegra se metían entre pecho y espalda el solomillo brasileño regado con Ribera del Duero.
