Bueno, pues gente es también la que cumple las normas y reclama que los demás lo hagan. Pueblo es también el que respeta la Constitución. Y sociedad catalana es también la que está representada en el Parlament por los partidos no independentistas.
Y habiendo llegado las cosas a este punto, es posible que ésta sea la novedad que nos traigan estos días: la rebelión cívica contra el atropello. El paso adelante de quienes están siendo atropellados. La movilización de quienes repudian la deriva autoritaria de la apisonadora independentista. Aquellos que están con la legalidad y que se han cansado de que el gobierno independentista se comporte como si ellos no existieran.
Alzando la voz. Empezando por los alcaldes.
Los alcaldes y concejales del PSC que han firmado el Manifiesto de Santa Coloma.
En 350 municipios de Cataluña hay concejales del PSC. En 120 de ellos el alcalde (o alcaldesa) es socialista. Como gritó ayer –digo bien gritó— Miquel Iceta.
Y ninguno de ellos contribuirá, ése es el compromiso, a que se celebre un referéndum suspendido por el Tribunal Constitucional.
Anoche fue Nuria Parlón quien leyó el manifiesto de los alcaldes. La víspera había sido Nuria Marín, la alcaldesa de L’Hospitalet, quien le dijo de palabra a Puigdemont que les dejara tranquilos. Pero se lo dijo de broma, según el portavoz del gobierno catalán, Turull.
Cuando la situación llega a este extremo y lo que está en juego es la vigencia de las normas que rigen para todos, se le ven las costuras al discurso de quienes intentan seguir compaginando una cosa y su contraria. Por ejemplo, Podemos. Que está haciendo todo lo que puede para que el primero de octubre haya urnas pero a la vez rechaza —eso dice— la hoja de ruta independentista. Cuando la hoja de ruta es el referéndum.
Ayer ya comentamos que a los portavoces de Podemos, empezando por Pablo Iglesias y siguiendo por su enemigo íntimo en Cataluña, Dante Fachín (el de Podem), siguen dando el mismo mítin de siempre porque es el único en que se sienten cómodos: todo es culpa de Rajoy, acabemos con Rajoy y todo quedará solucionado, mira tú qué fácil.
A la compañera de Iglesias y de Fachín Irene Montero le preguntaron ayer qué deben hacer, en su opinión, los Mossos d'Esquadra. Y se volvió malabarista.
Estimada Irene: la respuesta de las instituciones del Estado al intento de rebeldía es perfectamente democrática. Legítima, legal (por supuesto) y democrática. Es la respuesta judicial al empeño en cometer un delito, no a las diferencias políticas entre catalanes.
Y no, no hay legislación catalana sobre el referéndum. No existe nada parecido que esté hoy vigente.
Y sí, es la legislación catalana la que debe encajar en el marco constitucional. Porque si no encaja, no es legislación. No hay conflicto alguno de legitimidades. No hay cohabitación entre una Constitución que dice una cosa y una legislación autonómica que dice otra. La ley que han de cumplir los Mossos, estimada Irene, es la misma que tenemos que cumplir usted y yo: la ley que está vigente. No hay otra. Entiendo que usted lo sabe mejor que yo porque para eso es legisladora. En el Congreso donde se hacen y se rehacen las leyes que rigen en toda España.