Monólogo de Alsina: "Puigdemont nunca ha querido rebajarse a estar con otros presidentes autonómicos; para él, su igual es Rajoy"
Los más veteranos del lugar, o sea, Lorenzo Díaz, recuerdan aquel programa de Radio Madrid que se llamaba "Conozca a sus vecinos" y que permitía a los oyentes descubrir el talento musical de personas que vivían, o trabajaban, a tu lado y en las que nunca habían reparado.
Esta semana el "Conozca a sus vecinos" lo vamos a tener en el Senado. Nunca antes tuvo la cámara alta tal actividad y tal interés de los medios. Están los senadores que no se lo creen. Les piden entrevistas, se interesan por sus opiniones, ¡se aprenden sus nombres! Quizá usted mismo se sorprenda al descubrir que ese señor al que veía cada mañana detrás de una valla amarilla contemplando una obra ¡es un senador!
Nombres que hasta hoy sólo reconocían unos pocos. Bernat Picordell, ¿le suena a usted de algo? Óscar Guardingo. Ander Gil, que éste, hombre, si es usted de Burgos… Clara San Damián. Oscar López (éste sí, que fue uña y carne con Pedro Sánchez hasta que dejó de serlo). José Montilla, que igual usted pensaba que ya se había jubilado, pero qué va. Es un senador que fue president y que no quiere decirle a nadie si votará a favor o en contra del 155. Dirá usted: ¿un senador que no quiere revelar lo que piensa, qué clase de senador es ése? Ah, ¡Montilla!
Vamos a descubrir esta semana que hay mucho walking dead que, contra todo pronóstico, sigue vivo.
Diez anotaciones de esta semana crucial, llegados ya al martes.
1ª • Puigdemont improvisa. Su agenda es de goma, como Paloma, la de la canción de Emilio Aragón. Que si va a Madrid, que si no va. Para este presidente desplazarse a la capital del reino es como emprender una gira por Indochina. Un destino exótico. Puigdemont aún no confirma su viaje transoceánico a la capital del Reino (tres horas de AVE). Él habría querido ir a Madrid el miércoles y estar en Barcelona el jueves para el pleno éste que le ha encargado a su subordinada, la señora Forcadell, en el Parlamento autonómico. Primero ir al Senado a rasgarse las vestiduras y luego regresar al Parlament lamentándose de que nadie le ha hecho caso. Está invitado al Senado jueves por la tarde o viernes por la mañana. El muy honorable escoja.
Él nunca ha querido ir ni al Senado ni a ningún sitio porque mezclarse con los demás presidentes autonómicos como si fueran sus iguales sería rebajarse. Su igual, piensa él, es Rajoy, no una Susana Díaz, un Ceniceros, ni siquiera un lendakari. Así que ahora tiene la ocasión de ir al Senado, por primera vez, sin que se le caigan los anilLos porque este procedimiento va de él y sólo de él. Del gobierno autonómico que él ha convertido en motor de una insurrección.
2ª • Lo único novedoso ayer lo dijo la vicepresidenta del gobierno en este programa:
Que aunque la tramitación del 155 ya esté en marcha, si hay novedades relevantes en el gobierno catalán o el Parlament, el Senado puede adaptarse a ellas. Que no hay comunicación entre el gobierno de Cataluña y la Moncloa. Lo que Puigdemont tenga que decir, al Senado.Y que en el momento en que sea oficial el relevo del president, éste puede decir lo que quiera, pero deja de tener todo lo que acompaña al cargo, empezando por el salario.
El plazo que solicita el gobierno es de seis meses pero podría modificarse en función de cómo vaya todo. Por más que Albert Rivera insista en que las elecciones ya tienen fecha: 28 de enero. Día de Santo Tomás de Aquino y San Julián de Cuenca.
3ª • Raúl Romeva dice que los funcionarios no aceptarán las órdenes de los nuevos responsables. Y lo dice a la manera en que él lo dice todo: categórica, como si no cupieran preguntas. Pero sí que cabe. La primera es: y usted, Romeva, ¿cómo lo sabe? ¿Acaso ha preguntado usted ya uno por uno a los doscientos mil empleados de la administración autonómica? ¿En serio? Y si no lo ha hecho, ¿qué le hace pensar que tiene derecho a hablar en su nombre?
4ª • Los directores de TV3, Catalunya Radio y la Agencia Catalana de Noticias sostienen que será muy difícil que el Estado pueda intervenirles. En realidad lo que pretende el gobierno es dar instrucciones, como dice el 155, a los responsables de la Corporación, la Corpo, que es una entidad pública, para que cumpla con los principios que la inspiran. Y si sus integrantes, o los directivos de los medios, no atienden a esas instrucciones, relevarlos de sus cargos. Si se puede relevar al president de la Generalitat, no va a poderse relevar al baranda de la TV3. Son organismos y empresas públicas, no agencias de la ONU.
El baranda Sanchís, por cierto, independentista que antes tuvo cargo directivo en Omnium Cultural, reunió ayer a los trabajadores para instarles a seguir trabajando con la misma neutralidad que hasta ahora. O sea, sin neutralidad alguna.
5ª • Los bomberos afiliados a la ANC anuncian que no cumplirán las órdenes de los nuevos jefes que pueda poner el gobierno central. Porque el 155 es lo más grave que le ha pasado a Cataluña desde el año 39, que Companys les perdone por saltarse su fusilamiento. Y la represión de la postguerra. Y los exiliados de décadas. Y el terrorismo. Pero, sobre todo, dios quiera que no haya incendios en Cataluña después del 155. A ver si por haberles puesto un jefe que no sea independentista no los apagan. Que son funcionarios, no mercenarios que deciden ellos para quién trabajan.
6ª • La CUP apuesta por la desobediencia civil masiva. Y lo anuncia con tanta vehemencia como lo viene anunciando todo. Lo que no hace es concretar de qué diablos habla. Me lo traduzca. No parece que la desobediencia incluya desobedecer las consignas de Omnium y la ANC, que cada vez obedece menos gente. Tampoco parece que se vaya a instar de nuevo a los catalanes a retirar dinero en los cajeros porque el gatillazo del viernes fue mayúsculo. De la manifestación a perpetuidad en la plaza de Cataluña ya ni se habla. Y a la CUP no le está haciendo caso ya ni Puigdemont. Le exigió la independencia inmediata el jueves de la semana pasada. Y no ha llegado.
7ª • Las movilizaciones flaquean. Los promotores, en privado, lo admiten. Pero ha surgido un salvador dispuesto a ser él quien agite la calle. El revulsivo que el procés necesitaba. Un líder nato que responde al nombre de…¡Arnaldo Otegi! Que se anden con ojo los de la ANC y el Omnium Cultural que si Otegi se pone al frente de la agitación empiezan a arder los autobuses. Quien tuvo, retuvo. Y el destrozo está en el ADN político de este tipo de 59 años que hasta los 53 estuvo haciendo apología del terrorismo. Y antes de eso, practicándolo.
8ª • Forcadell prometió que no pararían hasta conseguir la libertad de los Jordis. No pararemos. Pero los Jordis cumplen una semana en prisión preventiva y no parece que Forcadell esté muy activa. Y los presuntos manifestantes, menos.
9ª • Podemos dice que el 155 busca convertir a Rajoy en un virrey. Cada día un eslogan. Biodegradable. Se destruye él solo. Iglesias llama a recuperar el espiritu del 15-M para impulsar una nueva España en la que se reconozca el derecho de autodeterminación de Cataluña. Antes llamó a la plurinacionalidad en la Asamblea aquella de electos y antes aún se alió con Junqueras para que el tongo del primero de octubre tuviera una participación masiva. No es que se le perciba como aliado del independentismo. Es que lo es. Y lo lleva a gala.
Y 10ª y última • La prima de Puigdemont tampoco se fía de él. Traslada la sede de su empresa de ortopedia fuera de Cataluña. No será ella la que, por culpa del primo, haga de prima.
Estas diez anotaciones, como los mandamientos, se resumen en dos:
• Lo de Puigdemont sigue siendo un contradiós.
• Y nunca tratará al prójimo como a sí mismo.