Monólogo de Alsina: "La moleskine del 2º de Junqueras revela que la CUP pidió que los Mossos les filtraran las detenciones"
Siempre acaba apareciendo. El cuaderno. La libreta. La hoja de excel. El pen drive, que es la versión más moderna.
Siempre hay uno de los integrantes de la trama tan ordenado, tan hormiguita, tan previsor o con tan mala memoria, que lo va apuntando todo cada día. Y nada agradecen más los investigadores de la guardia civil que encontrar a esa persona organizada y minuciosa que fue levantando acta de todo. Encontrarle a él con su cuaderno, su libreta, su pen drive, su libro de instrucciones para tirar del hilo y destaparlo todo.
Siempre acaba apareciendo.
Y en la investigación sobre el presunto delito de rebelión de los promotores del procés, la guardia civil cree haber encontrado esa pieza.
La agenda de Jové.
Que es un señor que se llama Josep María y que fue el escudero de Oriol Junqueras en la consejería de Economía del gobierno de Cataluña. El viceJunqueras en la consejería de Economía catalana. Que, en realidad, y como se ha visto, era la consejería del procés. Junqueras sólo hizo dos cosas en sus dos años de gestión del departamento: organizar la embestida contra el Estado y espantar a las principales empresas. Dos razones de peso para que Esquerra quiera hacerle ahora presidente.
Jové fue uno de los primeros detenidos por orden del juzgado número trece de Barcelona. Su agenda resulta que era de una marca clásica: moleskine. La moleskine es la libreta preferida de los reporteros de antes. Con su tapa dura y su tamaño manejable.
Jové reportero nunca fue, pero a la moleskine parece que le daba bastante tralla. Porque apuntaba ahí todo lo que pasaba y todo lo que se les pasaba por la cabeza. Para burlar la legalidad democrática e intentar doblarle el pulso al estado.
En la moleskine de Jové aparecen nombres. De personas que no pertenecían al gobierno de Cataluña pero que participaban en el diseño de la estrategia y la toma de decisiones. Comité estratégico, se llaman a sí mismos en un documento. Puente de mando, los llamaba la prensa. Entre los nombres aparece el de Marta Rovira, la dama de hierro de Esquerra, Anna Gabriel, la cara visible de la CUP, y Artur Mas, el ex presidente que convirtió a Puigdemont en lo que hoy es y que sigue susurrándole en el oído.
Estos son los tres nombres de los tanto el juez del número trece como el magistrado del Supremo, Llarena, quieren saber más. De su papel y de las decisiones que ayudaron a tomar. Y por eso son estos tres nombres los que podrían acabar imputados con el resto de los generales del procés, ya formalmente investigados: los ex consejeros, el señor Junqueras y, naturalmente, el cabecilla de la insurrección, Carles Puigdemont, al que Jové apunta en la moleskine como MHP, molt honorable presidente. Que afición la de los notarios de las tramas presuntamente delictivas por las abreviaturas para aludir al que más manda.
El diario del escudero —el cerebro le llaman otros, el capataz sería más propio— revela otras cosas.
• Por ejemplo: el pique constante entre Esquerra y Convergencia por acumular más poder. Esquerra tiene que controlar áreas clave, escribe, no vamos a ser los palmeros,
• Por ejemplo: el afán por imponer el discurso épico sobre la historia de Cataluña contra España. Necesitamos la épica, anota, para que el proyecto de Esquerra se perciba como la única revolución real.
• Por ejemplo: la seguridad que tenían todos de estar impulsando un proyecto ilegal. La seguridad de que el referéndum de independencia no sería admitido. Las dudas, por ello, sobre si hacerlo o no hacerlo.
• Por ejemplo, que en 2016 ya sabían que proclamar la independencia por las bravas sería una soberana estupidez porque nadie se la reconocería. Y de esto tampoco hay de qué sorprenderse. El Consejo aquel para la Transición Nacional que se inventó Artur Mas con un señor tan relevante como Pi y Sunyer y unos cuantos amigos del señor Mas, como Pilar Rahola, ya estableció que sólo había un camino para la independencia de verdad: la reforma de la Constitución española. Todo lo demás era susceptible de ser anulado por el Tribunal Constitucional porque, en efecto, era contrario a la legalidad. Si lo sabía, y lo escribió, el jubilado Pi y Sunyer no iban a saberlo todos los que veían en él al mago Merlín del rey Arturo.
• O por ejemplo —la moleskine tiene muchas hojas— que el gobierno de Cataluña se comportó como un perrito con ganas de agradar a estos chicos tan duros de la CUP con sus diez escaños y su canesú. A todas horas preocupados por el estado de ánimo de la CUP y los malestares que le transmitía Anna Gabriel. Que llegó a pedir al gobierno autonómico que los mossos se chivaran a los dirigentes del procés en caso de que fueran a producirse detenciones. Como detuvieron a una alcaldesa para llevarla a declarar ante el juez, exigió Gabriel que las detenciones se les filtraran antes a ellos. Y debió hacerlo sin despeinarse, porque de la investigación de la guardia civil también se desprende que hubo mossos que se ofrecieron a ayudar a los líderes del procés a esquivar a la policía judicial y eludir las intervenciones telefónicas. Cargos intermedios de la policía autonómica que propusieron ponerles escolta no para proteger a los dirigentes de amenazas a su seguridad, sino para protegerles de la investigación judicial. Avisándoles de la presencia de los guardias y enseñándoles a eludir las intervenciones telefónicas.
Si esto no es obstrucción a la justicia se le parece bastante.
La moleskine es una mina. Informativa. Para escribir alguna vez la historia de esta embestida fracasada. Lo que le corresponde a la policía judicial, y en última instancia al juez (el de Barcelona y el del Supremo) es expurgar lo que aparece ahí. A la justicia lo que le interesa no son los chismes políticos, sino los indicios de actividades delictivas.
Y caben unos cuantos en una moleskine.