El día en que España llora lo que le sucedió anoche en la Eurocopa. El clásico futbolero del no pudo ser y el sudamos la camiseta. Es más llevadero el duelo cuando puede la afición desahogarse contra los jugadores, o contra el seleccionador, llamarles ineptos, abrazafarolas o paquetes. Pero hoy lo que se lee en toda la prensa (y lo que se escucha en los programas de deportes) es lo contrario, que estuvieron de diez, que merecieron ganar, que esto de los penalties, otro clásico, es una lotería. Y no nos tocó.
Luis Enrique valora la labor de siembra.
Se dolió España de la derrota pero vibró con esta Selección recién nacida.
Hay quien no se quita la camiseta –-política-- ni para hablar de fútbol
Bueno, casi toda España. Hay españoles que no iban anoche con la selección, sino con Italia ---tampoco es obligado militar en el rojismo futbolero---. Hay españoles que ya lloraron la eliminación de su equipo, el señor Torra, por ejemplo, que iba con Suiza. U Ortúzar, del PNV, que iba con Escocia. No porque tenga raíces escocesas, creo, sino por la cosa nacionalista de reclamar una selección vasca de fútbol que se mida con España en las competiciones internacionales. Hay quien no se quita la camiseta –-política-- ni para hablar de fútbol.
"El virus nos complica cada día un poco más el verano"
Bueno, llegados al siete de julio, las noticias no son buenas. Sobre la pandemia. El virus nos complica cada día un poco más el verano. Por el número de infectados, por la cuarentena que han de seguir sus familias, por el efecto negativo que una incidencia elevada tiene en el sector turístico y, ahora también, por las limitaciones que empiezan a aplicar algunos gobiernos autonómicos en el llamado ocio nocturno: discotecas, bares de copas, locales de música en directo y restaurantes que abren tarde. La imposibilidad de ponerle freno a los contagios, sobre todo entre menores de treinta años, hace que el foco se ponga otra vez en este sector de actividad, muy castigado por los meses de toque de queda y muy dolido con las autoridades porque entiende que se le carga el muerto de los contagios cuando las concentraciones multitudinarias y sin mascarilla se están produciendo en la calle o en las playas.
La incidencia acumulada alcanza los 225 casos por cien mil y mantiene un ritmo de empeoramiento que nos va a colocar, quizá hoy mismo, en el escenario de riesgo extremo, es decir, por encima de los 250 casos. Como venimos contando desde hace una semana, entre los veinteañeros la incidencia es muy superior y sube más rápido: mil ochocientos por cien mil en Cataluña, mil seiscientos en Cantabria. Fíjenese en este dato que ofrece Navarra: entre los doce y los diecinueve años la incidencia es de dos mil casos por cien mil. Los contagios adolescentes, en esta comunidad, disparados.
Con este panorama, y habiendo llegado ya las curvas, empezamos a vivir un remake. El volver a empezar de nuestras viejas polémicas. Por ejemplo, si hay que limitar los horarios nocturnos en todo el país. Si hay que abrir un paraguas jurídico que permita a los gobiernos regionales limitar la movilidad nocturna. Si la iniciativa corresponde al gobierno central o todo queda en manos de los presidentes autonómicos.
El gobierno central no tiene intención alguna de debatir ni sobre toques de queda ni sobre estados de alarma
Hoy plantearán algunos gobiernos, en la reunión con el Ministerio de Sanidad, que se vuelva a la mascarilla obligatoria también en los espacios abiertos. Lo defiende el gobierno de Cataluña, la comunidad donde mayor empeoramiento están reflejando todos los indicadores. Hay varios consejeros que opinan ahora que fue prematuro quitarse la mascarilla en el exterior. Otros, como el gobierno de Castilla y León, lo que defienden es volver al toque de queda entre la una y las seis de la mañana. No consta que otros gobiernos secunden la idea. Y sí consta que el gobierno central no tiene intención alguna de debatir ni sobre toques de queda ni sobre estados de alarma.
Anoche se filtró que los técnicos del Ministerio de Sanidad, del departamento de Alertas, eran partidarios de limitar el ocio nocturno en todo el país. Pero no parece que esa propuesta vaya a abanderarla esta tarde la ministra Darias. Después de todo, hace un mes sacó adelante a duras penas una armonización de las restricciones que incluía el ocio nocturno y tuvo que plegar velas a la semana siguiente porque se le rebelaron muchos gobiernos autonómicos, empezando por el vasco.
Medidas autonómicas que ya se están tomando. Una, adelantar la vacunación de los veinteañeros. A las comunidades que ya lo están haciendo se suma el País Vasco, con cita desde el viernes para mayores de dieciséis años. Dos, reducir el ocio nocturno. O suspendiéndolo del todo desde el viernes, como anunció ayer el gobierno catalán, o anticipando la hora de cierre, como ha hecho Navarra y como van a hacer Castilla y León y Cantabria. En Andalucía, donde aún estaba en vigor el cierre a las doce de la noche, lo que se ha decidido es frenar en la ampliación de horarios: sólo las terrazas podrán estirarse hasta la una de la madrugada.
Y hay llamamientos a los jóvenes. El consejero de Cantabria, para que ayuden en el rastreo de los contactos y cumplan con las cuarentenas. Lo dijo ayer en este programa.
La consejera de Salud del País Vasco, para que se hagan los test todos aquellos que hayan estado de viaje de fin de curso en Mallorca o en Salou o en Conil. Que los jóvenes que regresan se pongan en contacto con el centro de salud para hacerse la prueba. Hay muchos que son reacios, porque dar positivo supone cuarentena. Ha detectado el servicio vasco de salud casos de suplantación de identidad entre jóvenes que pretendían eludir el test de antígenos.
Y mensaje, del consejero andaluz en este caso, para que se acaben los botellones.
Todos los gobernantes manifiestan su comprensión hacia los jóvenes
Todos los gobernantes manifiestan su comprensión hacia los jóvenes, valoran la paciencia con la que aguardan el momento de poder vacunarse, pero añaden este toque de atención porque sólo con la colaboración de los jóvenes podrá atajarse esta nueva embestida de la epidemia.
En Waterloo se verán hoy, en amor y armonía, los dos ideólogos de la sedición de 2017 en Cataluña: Junqueras el indultado y Puigdemont el que nunca fue juzgado. Del primero tiene dicho el gobierno que lo excarceló que es una figura clave para la convivencia y el reencuentro. Del segundo lo que tiene dicho es que si pone un pie en España, se le detiene. Por muy líder que sea del partido que gobierna Cataluña con Esquerra. Y por muy interlocutor que sea en la mesa de negociación que Sánchez le concedió a Junqueras.
El matrimonio a palos que constituyen Puigdemont y Junqueras es el que mece la cuna del infante Aragonés, el joven president debutante del gobierno independentista. No se espera que de la cita de la pareja, hoy, en Bruselas salga otra cosa que una reinvindicación de lo que hicieron y una nueva arremetida, verbal, contra el Estado represor. O sea, lo mismo que hizo ayer el indultado ante la prensa en Estrasburgo.
Diez millones de euros públicos para cubrir a quienes dilapidaron diez millones de euros públicos
En socorro de los cargos públicos a los que el Tribunal de Cuentas reclama dinero por la utilización ilícita de recursos públicos en el procés ha acudido, como se esperaba, Pere Aragonés. A falta de colecta entre los ciudadanos independentistas que apoyaron todo aquello ---una cosa es apoyar y otra sufragarlo--- se ha inventado Aragonés la colecta forzosa: quieran o no quieran, todos los contribuyentes catalanes contribuyen. Por decreto. Diez millones de euros públicos pone el gobierno catalán sobre la mesa en concepto de aval. Que, como todo el mundo sabe, es eso que se ejecuta si llegado el momento los avalados no se retratan. Igneniería político-financiera. Diez millones de euros públicos para cubrir a quienes dilapidaron diez millones de euros públicos. Así, cualquiera.
Al presidente Sánchez se le preguntó ayer por esta maniobra y dijo que la tiene que estudiar.
Si no está sujeto a derecho (traducido, si no es legal) se tiene que recurrir. Palabra de presidente. Una cosa, ¿a esto le debemos llamamos judicializar el conflicto? ¿Esto no se resuelve dialogando en una mesa de negociación? Entiéndame, presidente, ¿esta judicialización sí procede, a diferencia de la de 2017, tan criticada ahora por su gobierno? ¿El fraude de ley se persigue pero la sedición había que dejarla pasar?