EL MONÓLOGO DE ALSINA

El monólogo de Alsina: El 'susanismo' emergente temporalmente se repliega

Les voy a decir una cosa.

Rezaron por el advenimiento pero no obraron fruto sus rezos. El susanismo emergente temporalmente se repliega. Dice Susana que éste no es su momento. Pase de mí este cáliz que no estoy para concursos de méritos, yo como el Príncipe, sólo proclamaciones.

ondacero.es

Madrid | 10.06.2014 20:10

Dice Susana que de la secretaría general de su partido se ocupe otro. “Otro” y no “otra” porque aspirantes al cargo hay, de momento, tres; mientras que aspirantas, de momento, no consta. Mujeres del PSOE, un paso al frente para que estas urnas también sean cremallera.

Hoy Susana Díaz se hizo un Chacón. Anunció que renuncia a competir por un cargo al que no había anunciado, en realidad, nunca que aspirara. Ni siquiera que le interesara. Que aspira a liderazgo nacional es conocido porque sólo hay que seguir las miguitas de pan que va dejando en cada comparecencia pública en Madrid o en Barcelona. Que lo de hoy no es tanto retirada como aplazamiento de la batalla puede tener sentido, salvo que el futuro va cambiando a medida que cambia el presente, y a finales del mes que viene el PSOE tendrá un nuevo secretario general, elegido por la militancia que, salvo gran sorpresa, será también el candidato de este partido a la presidencia del gobierno en las generales de 2015.

Uno anuncia la decisión por razones que sólo él conoce (sus cálculos) y luego la envuelve en un bonito discurso que, sea la decisión que sea la que ha tomado, le deje bien. Hoy dijo Díaz: “No puedo defraudar a quienes han confiado en el PSOE de Andalucía y no defraudarles es mantenerme aquí”. Ahora que se aparta de la carrera, lo explica como si fuera de cajón que su sitio es Sal Telmo y no Ferraz, 70.

Si tan claro tenía que debía quedarse, por qué ha tardado tanto en decirlo. Si tan decidida estaba a permanecer en Sevilla y sólo en Sevilla, por qué escuchó los arrullos que mensajeros de unos y de otros le hicieron al oído, “eres tú, Susana, nuestra única esperanza”. “Mi compromiso es quedarme aquí y demostrar que otra política es posible”, repitió (es uno de sus mantras) la presidenta. Otra política. Entiéndase una política distinta a la del PP, es decir, la que lleva haciendo el PSOE en Andalucía desde hace treinta años.

Lo que los andaluces seguramente esperan de su presidenta no es tanto que se quede como que resuelva problemas, que en eso consiste gobernar. Y lo que IU -el socio- esperaba es, en efecto, que se dejara de aventuras madrileñas. Lo dijo Maíllo, el coordinador general, aquí hace tres semanas: a la pregunta “¿se puede dirigir el PSOE desde Sevilla?” la respuesta fue “no, Susana no puede compatibilizar una cosa con la otra”.

Susana estaba para ser secretaria general, lo que no estaba era para primarias, para suspense y para urnas. Quería lo que Rubalcaba hace tres años. Aclamación. Sin carrera y sin competidores. Si en 2011 Zapatero consiguió persuadir a quien más ganas tenía, Chacón, para que se tragara las ganas y se apartara --renuncio por el bien del partido, Chacón doliente y emocionada--, en 2014 se ha intentado la misma operación (con el propio Zapatero, Blanco, Felipe y otros en el papel de persuasores), pero esta vez no ha prosperado porque Madina no se ha dejado.

Aquel a quien tantas veces animaron a dar un paso al frente para asumir el liderazgo y tantas veces dudó, se resistió o no se atrevió, ahora tiene ya más ganas que Chacón porque la operación “ríndete que te cubriremos de rosas” ha pinchado.Apeada Chacón en hora temprana (ella aún confía en que haya primarias para poder aspirar a candidata), apeado Patxi López por decisión propia (en la creencia de que iba a ser canonizada Susana santa súbita), quedan Sánchez, Madina y López Tapias, que es el primero que dio el paso y sin darle tantas vueltas (ni tantos cálculos) como los otros.

A decir de los dirigentes del PSOE -está por ver qué dice la militancia- de estos tres quien tiene todas las papeletas es el vasco. De ahí que haya sorprendido, siendo un clamor su inminente protagonismo en la carrera por el liderazgo del partido, el silencio que hoy mantuvo en la reunión del grupo parlamentario socialista, ésta en la que Rubalcaba persuadió a sus diputados del voto afirmativo a la ley de abdicación en el pleno de mañana, habiendo anunciado, en realidad, el propio Rubalcaba la semana pasada qué votarían sus diputados sin comentárselo previamente a ellos.

Hoy se cubrió el trámite, o la apariencia de la decisión colectiva, reuniendo al grupo para que cada cual pudiera expresar su postura sobre la abdicación, la república o la llamada libertad de voto. Quien aspira a la secretaría general del partido (y ejerce la secretaría general del grupo)  creyó oportuno guardar silencio. En los pasillos comentó que él es republicano pero que eso no quita para que mañana vote “sí” a la ley que hará efectiva la abdicación, en la medida en que se trata, únicamente, de cumplir con lo que prevé la Constitución.

El jueves anunciará públicamente Madina lo que todo el mundo ya sabe, que se presenta, y el viernes -viernes 13- comenzará, de facto, la competición entre aspirantes para ganarse el favor de la militancia. Los barones que apostaron públicamente por Susana -Tomás Gómez, por ejemplo- se quedan ahora colgados de la brocha. Los que hicieron llamadas a diestro y siniestro para intentar que no hubiera más que una candidata lo van a tener crudo en los nuevos tiempos como gane Madina, “Edu” para amigos y partidarios.