Montse cuenta que le costó acostumbrarse a tener escolta, y que se crea una relación muy intensa, porque "han sido 12h diarias juntos durante 10 años. He ido a su boda. Sabe más de mí que mi familia". El escolta afirma que los peores momentos que ha vivido como escolta fueron los insultos y las pintadas que le hacían a Montse.
Koldo confiesa que "a Montse la escoltaba 11 horas diarias. Yo era su parapeto para que pudiera ejercer su labor de concejal". La concejal recuerda que en los años que tenía que ser escoltada "es triste, pero era inevitable irte de Euskadi los días festivos. Me insultaban. Me escupían".
Sobre el desarme de ETA y la escenificación del mismo, Montse dice que "me dio asco ver a Otegui con personas que se definen como demócratas" y que "yo no voy a participar en nada que enmascare lo que ha sucedido". "Hay que pedir a ETA que esclarezca los asesinatos que siguen sin resolver", sentencia.