Empezamos el año celebrando el nacimiento de David Bowie, quien hoy, 8 de enero, habría cumplido 77 años. Antes de ser 'Bowie', fue David Jones, un joven fascinado, como tantos de su época -recordemos que nació en 1947- con el rock. De hecho, llegó a decir que escuchar a Little Richard y su 'Tutti frutti' era como "escuchar a Dios", como una epifanía.
Pero claro, David Jones era británico, así que, sus primeras bandas, que se llamaron The Konrads y los King Bees sonaban a esa ola británica que, como ya contamos la temporada anterior, comienza a despegar a partir de 1960. Su grupo, los King Bees, que se traduciría como los reyes de las abejas, es un ejemplo más de lo que les gustaban a los músicos británicos los nombres de insectos.
Los Beatles, por ejemplo, en realidad era un juego de palabras entre "beat" y "beetle", que es escarabajo. Pero sí, estos eran los Abejas Reyes, los King Bees y el nombre lo toman de la canción “I’m a King bee” de Slim Harpo. Debutaron el 5 de junio de 1964 con un sencillo titulado “Little Liza Jane”, una canción folk.
Bowie tenía afición a cambiarse el nombre. En 1965 se cambió de "David" a "Davie" y luego a "Davy" Jones. Esto fue cuando tocaba con otra banda llamada The Manish Boys.
Sin embargo, Davy Jones era un nombre demasiado corriente para él; como llamarse José Luis García en España. Pero es que además ocurría otra cosa: el cantante de otra banda de la época, The Monkees, que lo estaba petando más que él, también se llamaba David Jones. Así que en enero de 1966, hace 57, nuestro amigo se cambia por última vez el nombre y se hace llamar David Bowie.
Además, David Jones tenía un manager, Rapahel Horton, que le insistió mucho con elegir un buen nombre para propulsar su carrera artística.
¿Por qué David Bowie escogió ese nombre artístico?
El origen de este nombre tiene una historia muy cinematográfica. Tiene que ver con la primera película de John Wayne, el western El Álamo. Seguramente solo los muy cinéfilos recuerdan el detalle, pero ahí Richard Widmark interpretaba a uno de los defensores texanos del Álamo frente a los mejicanos. Y su personaje se llama Jim Bowie.
A partir de llamarse Bowie, abandona el rock más sesentero para lanzarse al futuro, en un sentido casi literal. Su carrera en solitario comienza con un disco de presentación de su nueva identidad, llamado simplemente David Bowie, de 1987.
Aquí Bowie ya juega con posicionarse desde la perspectiva de todo tipo de personajes desde la primera canción, 'Uncle Arthur', algo que va a marcar ya para siempre su carrera.
Bowie juega con todo tipo de personajes desde su inicio
En realidad, es algo que ya había explorado desde su primer single en solitario, publicado un poco antes, titulado 'The laughing Gnome', que nos lleva a una extraña canción infantil en la que Bowie dialoga con un enano -que son las voces del propio Bowie y uno de los ingenieros, Gus Dudgeon, aceleradas, lo que hace que suene su timbre también más agudo-.
Además, de su disco debut son especialmente relevantes dos canciones: 'We are hungry men' y la canción de cierre, 'Please Mr. Gravedigger'. Son importantes porque en ambas es evidente la experimentación y la exploración de los límites morales de la humanidad, en el primer caso con un escenario distópico -influido por la ciencia ficción-, donde se plantea un plan dictatorial para acabar con la sobrepoblación.
En 'Please Mr Gravedigger' Bowie presenta el monólogo de un asesino de niños que planea matar al sepulturero. Convierte, en esta canción, el estudio en un teatro y utiliza las canciones para contar historias.
Space Oddity: la soledad de un astronauta en el espacio
'Space Oddity', su popularísima canción publicada en 1969, se caracteriza, entre muchas cosas, por no seguir la típica estructura de estrofa-estribillo que caracteriza toda canción pop, sino que es, de nuevo, una especie de monólogo.
Este tema surge después de que Bowie viese, según él mismo cuenta, la película '2001: Odisea en el espacio' totalmente colocado. Lo curioso de esta canción es que todo el fundamento armónico lo tienen dos notas (en concreto, un semitono, si-do):
Estas dos notas se han entendido como una representación de la claustrofobia del astronauta protagonista de la película, Major Tom. El sonido de estas dos notas las hacía con un instrumento que se llama stylophone, que es un pequeño sintetizador a pilas y cabe en un bolsillo grande.
Este mismo año, el 69, fue el año de la llegada del Apolo 11 a la Luna, acontecimiento histórico que sin duda también influyó en Bowie para crear esta canción. De hecho, Space Oddity se lanzó solo unos días antes de que Armstrong se convirtiera en el primer hombre en pisar la Luna.
Starman y su octava esperanzadora
Sin embargo, el interés de Bowie por el espacio va a más allá de 'Space Oddity', esto está muy claro. En 1972 nace uno de sus principales personajes que es Ziggy Stardust, inspirado para el nombre por Iggy Pop. El apellido lo toma Bowie de un artista bastante friki llamado Legendary Stardust Cowboy.
Detrás de este artista estaba Norman Carl Odam, y fue, junto a Iggy and the Stooges, una de las principales obsesiones de Bowie tras su primer viaje a Estados Unidos en 1971.
'Starman' es otro de sus temas más icónicos. Los extraterrestres, como todo lo extraño, había sido la fantasía generacional de los niños que crecieron en los 60, como Bowie. Ziggy Stardust, así, es algo que solo los niños conocen. Por eso, la canción al final se convierte en una cancioncilla infantil con el "lalalala..."
Pero hay más: Lo que escuchamos en el estribillo es una octava, es decir, un salto entre -en este caso- un fa grave y el fa inmediatamente superior. Más allá de lo técnico, es el típico recurso -al menos desde las canciones proto-pop del Tin Pan Alley- y muy típicas de los hits cinematográficos, como por ejemplo 'Over the rainbow' o 'Singing in the rain'.
Esa octava se usaba para generar a la vez una sensación climática y cierto sonido reconfortante, por motivos tanto psicoacústicos como culturales. Bowie conocía esta relación, no hay casualidades: escuchemos, si no, esta versión de 'Starman'.
Soñar para cambiar el mundo
La clave de la fascinación por lo extraterrestre está, en realidad, en su disco anterior: Hunky Dory, un canto a su propia generación. Parece que lo extraterrestre supone una liberación de cierta desilusión generacional con el mundo y defiende que su generación debe hacer cambios -'Changes', como la primera canción- en la sociedad.
La cuarta canción del álbum es 'Life on Mars?', que, lejos del mundo de Ziggy, habla de una chica que se ha ido de casa por una pelea con sus padres y todo le parece un asco. Se pregunta si "habrá vida en marte" y, de nuevo, ¡nuestra octava esperanzadora, la misma de 'Starman'!