La primera edición de la gala de los Oscar se celebró en mayo de 1929. Sin embargo, hasta 1935 en estos premios no estaba reconocida la música de las películas. La Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas de los Estados Unidos había nacido para "cuidar el bienestar, el progreso y la protección de la industria en su conjunto", así que la música no podía estar excluida.
En los Premios Oscar de 1935 el premio a la Mejor Canción se la llevó 'The continental', compuesta por Con Conrad y Herb Magidson, incluida en 'La viuda alegre', que la cantaban los maravillosos Fred Astaire y Ginger Rogers. El otro premio requiere de más explicación. Se trataba del 'Best Scoring', traducido como 'Mejor Partitura' o 'Mejor Música'.
A modo recordatorio, el sonido en el cine comienza a sincronizarse en la década de los 20. Se llamaba "mejor partitura" porque en 1934 aún se estaba desarrollando qué se podía hacer con la composición cinematográfica. De hecho, durante un tiempo convivieron en algunas películas la escritura original con la adaptación de música preexistente.
El primer Oscar a la Mejor Partitura fue para la película 'Una noche de amor', dirigida por Victor Schertzinger. Mezclaba música de Donizetti, Verdi o Bizet (lo cual no es casualidad, porque va sobre la vida de una cantante de ópera) con la canción homónima escrita para la película, con música del propio director.
La música adquiere un rol narrativo en las películas
Gracias a los dos siguientes ganadores, Max Steiner y Erich Wolfgang Korngold, por The informer de 1935 y Anthony Adverse, de 1936, comienza a tomarse poco a poco en serio la necesidad de valorar la originalidad.
Ambos proponen entender la composición para el cine al mismo nivel que componer una ópera o una sinfonía. De hecho, ya Steiner había marcado, por así decir, las reglas del juego solo un año antes, en 1933, con King Kong.
Por un lado, el Leitmotiv, que es un motivo musical, una pequeña estructura, que nos permite reconocer y entender mejor a los personajes. El leitmotiv es un recurso que Wagner desarrolla para sus óperas. Y, por otro, la música adquiere un rol narrativo: no solo emociona o acompaña, sino que también complementa al guión y la imagen. Escuchamos los títulos de crédito de King Kong.
División de la categoría de Mejor partitura
Mientras que el premio de Mejor Canción nos ha acompañado desde entonces sin muchos cambios –salvo en los criterios sobre la originalidad–, esto de la Mejor Partitura se revisó en 1938, donde se dividió en Mejor Partitura Original y Mejor Partitura.
Se hicieron estas dos categorías debido a un gran escándalo que hubo en el 38, en el que se llevó el premio 'Cien hombres y una muchacha' y recogía el premio Charles Previn, que solo se había dedicado a seleccionar música preexistente. De hecho, la película empieza con Leopold Stokowski, el director de Fantasía, dirigiendo el final de la 5 Sinfonía de Tchaikovsky.
La música de Blancanieves inspiró a El Mago de Oz
Así estuvimos hasta 1941, donde se volvió a dividir entre 'Mejor partitura de película dramática o comedia' y 'Mejor partitura de cine musical', pues el musical iba adquiriendo una madurez e influencia que permitía valorarlo por separado.
Tenemos que recordar, que en 1939 se llevó la estatuilla El Mago de Oz tanto por mejor canción por 'Somewhere over the rainbow', como por su banda sonora, firmada por Herbert Stothart Hasta entonces, los musicales primaban la música más bien bailable e interpretada por bandas de jazz o pequeñas orquestas. Esa cosa grandiosa de King Kong no la íbamos a encontrar en musicales. Hasta El Mago de Oz, que bebe mucho de una película anterior: Blancanieves.
Esta película de Disney se estrenó en 1937. Aparte del hito de hacer un largometraje de dibujos, la música de Blancanieves era muy ambiciosa. Lo que abrió, en realidad, es el musical "de humanos" trabajado desde el plano de la fantasía con todos los recursos del cine, incluyendo también una grandilocuente banda sonora:
El Mago de Oz está lleno de "citas" a otras canciones
La música de El mago de Oz, aunque se llevó el premio a la Mejor música original está plagada de citas. Al principio, cuando vemos a Dorothy corriendo por la granja con su perrito Totó, suena una cita de una piececita de Schumann titulada 'El alegre granjero'.
Así que esto de Música original en realidad nos abre un problema, por así decir, filosófico: ¿deberían permitirse o no las citas? Como era más habitual en los musicales, es lo que explica que se dividieran las categorías, como decíamos, entre Mejor música de película dramática o comedia y Mejor partitura de cine musical.
Las canciones se escribían con objetivos narrativos fuera del musical
En 1957 hubo el inicio de otra división, porque ese año, donde resultó ganadora 'El puente sobre el río Kwai', de Malcolm Arnold, no se nominó ningún musical. Venían aires de cambio por dos motivos: los musicales comenzaban a revisarse (pensemos que West Side Story es de 1964) y, en el plano de las canciones, comenzaban a usarse también con objetivos narrativos fuera del musical.
Un ejemplo clave es 'Do not forsake oh my darling', de 'Solo ante el peligro', escrita por Dimitri Tiomkin junto a Ned Whashington:
Lo potente de esta música, que parece una cancioncilla ligera de un cowboy, es que le sirve para construir toda la música de la peli. De hecho, Tiomkin ganó las dos estatuillas: a Mejor Canción y a Mejor partitura de comedia o drama.
En 1962 la división se convierte en 'Adaptación o arreglo' y en 'Música sustancialmente original' '', que estrena la maravillosa música de 'Lawrence de Arabia' de Maurice Jarre, que tuvo que escribir todo en un mes. De nuevo, remite a las películas clásicas, donde el comienzo ya es una especie de tráiler: tema árabe - tema británico - tema del desierto.
Llegaron los años 70 y con ellos, ¡más cambios! Se empieza hablar de Música original y Adaptación y partitura de canción original, literalmente. Esto es un lío, porque como ya dijimos se premiaba sin pausa la Mejor canción original, porque lo que importaba era la originalidad.
De hecho, precisamente por autoplagiarse no pudo optar por la estatuilla Nino Rota por 'El padrino' en 1972. La música icónica, en realidad, es de una película anterior, 'Fortunella':
Star Wars, otra película llena de "citas"
Algunos, sin embargo, se libraron. Es el caso de Star Wars, que se llevó la estatuilla por Música original, cuando está llena de jugosas citas.
Por ejemplo, el comienzo de 'Kings Row', cuya música firma Korngold, quizá nos suena un poco a Star Wars, o quizá nos suena también la referencia a este segundo movimiento del Concierto para piano n. 2, op. 22 de Saint-Saëns, que John Williams nos mete después de la fanfarria icónica.
A partir de 1985, se acabó ya lo de las adaptaciones y los rollos: Mejor música y listo -solo hubo unos años de excepciones, entre el 1995 y el 1998-.