Circula estos días un video que parece muy realista aunque no hay quien se lo crea. El de Sánchez y Feijóo dándose un abrazo junto a un árbol de Navidad con uno de esos jerseys rojos navideños tan horteras como entrañables. Es de una empresa llamada United Unknown que se dedica a la sátira política. También salen abrazándose Abascal y Rufián y Juan Carlos y Sofía. La magia de la Navidad.
A diferencia de lo que pasa con otros deep fake, los vídeos falsos generados por inteligencia artificial indistinguibles de la realidad, en este no hace falta alertar de que el contenido está hecho por la IA. Por realista que parezca la imagen, no hay quien se lo crea. Nos creeríamos el vídeo del elefante verde por Manhattan antes que al presidente del Gobierno y al líder de la oposición felicitándose la Navidad de forma cariñosa. Así estamos.
Sánchez y Feijóo llevan 365 días sin hablarse. 366. Sin hablarse a solas y cara a cara, más allá del teatro parlamentario en el que hacen como que se preguntan algo y cada uno responde lo que le da la gana. Como en ‘No me chilles que no te veo’.
¿Cómo hemos normalizado que el presidente y el líder de la oposición lleven un año sin hablarse? Ni reuniones, ni mensajes ni llamadas. Hasta saludarse cordialmente en el pasillo para felicitarse la Navidad parece ciencia ficción.
Hace un año, la última vez que se reunieron, fue para quitar de la Constitución el término “disminuidos” y cambiarlo por “personas con discapacidad”. Nunca más. Es una anomalía sin mucho precedente que en nada contribuye a mejorar el país. Anda que no tendrán asuntos que tratar el presidente del Gobierno y el líder de la oposición.
Desde el Gobierno reprochan al PP que Feijóo intente deslegitimar a Sánchez. Desde la oposición acusan al presidente de soberbio y autoritario por no dirigirle la palabra. Total, que no están haciendo bien su trabajo.
¿Moraleja?
Da mucha risa como vídeo navideño, pero qué pena que la cordialidad sea un sueño.