"Había estado dos o tres años antes de la caída del Muro en un congreso de pensamiento de gente del este y del oeste. Una de las noches, que callejeé, tropecé con el Muro. Había trozos que eran muy visibles, los que salían en las películas, pero había trozos también que se metían entre las calles, que se cernían como una sombra", nos cuenta el filósofo.
Fernando Savater recuerda "la sorpresa que fue la caída del Muro". "Seis meses antes había estado en un congreso en París sobre Europa y las tribus, una iniciativa de François Mitterrand contra los nacionalismos. Uno de los periodistas le preguntó si creía que veríamos caer el Muro. Con su solemnidad, Mitterrand respondió que él no lo vería, y que probablemente el periodista tampoco, pero sí, dijo que lo harían nuestros hijos o nuestros nietos. Seis meses después el muro había caído", cuenta Savater. Y añade: "Que una persona que tenía que estar bastante informada como Mitterrand pensara así, demuestra hasta que punto fue una sorpresa el súbito hundimiento del Muro y lo que simbolizaba".