Rubén Amón indulta a Bertín Osborne porque el éxito de su programa "es el fracaso de la sociedad que ha vuelto a coronarlo". Asegura Amón que la televisión pública no debería "prodigar espacios que reivindican la nadería", y destaca que el de Bertín es "muy cariñoso con los resabios del antiguo régimen". Añade además que Bertín Osborne nos gusta a los españoles "por su campechanía, esa posición de proximidad y simpatía que las clases altas conceden a las modestas" y porque "no dice lo que piensa ni piensa lo que dice".
El Indultado: Bertín Osborne
Rubén Amón indulta a Bertín Osborne porque el éxito de su programa "es el fracaso de la sociedad que ha vuelto a coronarlo". Asegura Amón que la televisión pública no debería "prodigar espacios que reivindican la nadería", y destaca que el de Bertín es "muy cariñoso con los resabios del antiguo régimen". Añade además que Bertín Osborne nos gusta a los españoles "por su campechanía, esa posición de proximidad y simpatía que las clases altas conceden a las modestas" y porque "no dice lo que piensa ni piensa lo que dice".