Madrid | (Publicado 29.05.2019 06:00 )
Es el premio a su constancia y el reconocimiento a su gestión municipal. Destronó al PP hace cuatro años, liquidó dos décadas de hegemonía popular, y ha gobernado en minoría de equilibrismo -Ciudadanos le aprobó tres veces los Presupuestos- hasta que los vecinos han decidido canonizarlo en las urnas.
Se le quiere a Guarido en Zamora. Y no se le observa como un rojo peligroso. Un tipo íntegro, bonachón. Que se considera muy de izquierdas, pero no comunista. Y que discrepa, así nos los decía, de encebollarse en la ideología.
Hace daño su victoria a Podemos y a Garzón. Guarido representa la resistencia a la fusión de las marcas. Y sospecha que Iglesias quiere acabar con Izquierda Unida. Por eso Zamora es la aldea gala de IU. Y el territorio más ingrato para la familia Iglesias. Aquí nació el padre de Pablo. Que siempre militó en Izquierda Unida hasta que apareció Podemos.
Y quien dice apareció dice desapareció, pues el candidato al que vino a arropar Iglesias no ha conseguido representación alguna. Guarido es un alcalde que se redujo a la mitad el sueldo -de 3.400 a 1.700- y que se jacta de su puesto de bedel en un colegio público. No lo desempeña ahora, pero regresaría mañana sin problemas. Y quien dice mañana dice cuatro años. U ocho.
Francisco Guarido: "IU tiene que revaluar su situación, si no estamos ayudando a que la izquierda prospere, algo habrá que cambiar"