TORERO

Rubén Amón indulta a Gonzalo Caballero: "Su corazón pudo vaciarse como un grifo abierto, pero ya bombea como un tambor"

¿Cuánta sangre almacena nuestro organismo? Aproximadamente cuatro litros y medio. Pues bien, tres litros se le escaparon a Gonzalo Caballero cuando sus compañeros lo llevaban en volandas del ruedo a la enfermería.

Rubén Amón

Madrid |

Allí lo esperaba el doctor García Padrós el pasado 12 de octubre, no está claro sino para certificar la muerte del torero o para reanimarlo de dos cornadas que lo habían reventado. La femoral y la safena secciondas. Igual que la iliaca. Un parte de guerra.

Claverito se llamaba el toro. Y no ha pasado a la historia porque de haberlo hecho se nos habría muerto Caballero. Y vivo está. Ayer concedió una rueda de prensa para demostrarlo. Casi un mes de convalecencia. Los muslos remendados. El riñón comprometido. Y las emociones en la epidermis.

Tiene meses por delante para recuperarse Caballero. Y está deseando volver a torear, pero suponemos que ya se ha desecho del vestido sangre y oro que se puso el 12 de octubre en Madrid.

Era el mismo que llevaba cuando le propinó otra cornada grave un ejemplar del hierro de El Pilar en la feria de San Isidro. Quería sacudirse las supersticiones, provocar la arbitrariedad de la fortuna.

Puede contarlo. Lo hizo en una convocatoria multitudinaria porque Gonzalo Caballero, guapetón, de 27 años, y, se supone, ex pareja de Victoria Federica, ha traspasado el gueto del taurinismo.

Lleva mucho público joven a las plazas y atrae a la prensa del corazón, aunque para corazón el suyo. Pudo vaciarse como un grifo abierto, pero ya bombea como un tambor.