CON RUBÉN AMÓN

Rubén Amón indulta a Cristóbal Montoro: "La reprobación en el Parlamento se ha convertido en su mejor armadura"

Indultamos a Cristóbal Montoro en estas fechas tan entrañables. Que son los estertores de la declaración de Hacienda. Y los estertores de los contribuyentes, sometidos al vampirismo del ministro en su papel exterminador.

ondacero.es

Madrid |

Montoro cae mal porque el ministro de Hacienda tiene prohibido caer bien, pero la aversión al recaudador, al enterrador, ha conseguido Montoro llevarla al extremo de la propia caricatura. Facilitando mucho el trabajo de El Intermedio.

Montoro intimida, atemoriza, pero sobre todo utiliza la información privilegiada para amenazar a los gremios -periodistas, artistas, titirteros- y para despachar o despechar sus asuntos particulares. Y sus rencillas personales.

Que se lo digan al ex ministro Soria. Sus cuentas en Panamá le constriñeron a la inmolación, pero también lo hizo la tela de araña que le había creado Montoro.

La venganza de Soria en su libro de memorias -¿saldrá o no saldrá?- ha abierto una brecha entre los rivales de Montoro. Que están en el PP, en el Gobierno, reuniendo fuego amigo, y que cohesiona, al ejercito de los antisorayos. Cospedal, Zoido. Y los ministros eméritos, como Margallo o Fernández Díaz.

Hasta el diario ABC le ha organizado una estrafalaria campaña, una campaña paralela, para entendernos, reprochándole el conflicto de intereses en que incurre su equipo económico, pero con escasas posibilidades de llamar la atención de Rajoy.

El presidente del Gobierno es un hombre agradecido. Y Montoro le ha sido leal. Y hasta le ha sido competente, tanto para defender la amnistía fiscal como para lograr el acuerdo que ha garantizado los presupuestos.

A Montoro no se le toca. La propia reprobación en el Parlamento se ha convertido en su mejor armadura marianisa. Y puede estar tranquilo el ministro, al menos hasta que no termine cuestionado en la portada del Marca.