Decía Alejandro Dumas que el matrimonio es una institución que requiere tanto esfuerzo que tienen que llevar su carga dos personas y a veces tres. Me da la misma impresión la candidatura de Juan Marín. Necesita que le organicen un menage a trois político. Y requiere su aspirantazgo la tutela de las dos principales figuras de Ciudadanos.
Porque Rivera es el presidente. Y porqueInés Arrimadases la lideresa en Cataluña. Pero nacida en Jerez. Y licenciada en Sevilla, del mismo modo que los cuatro abuelos de Rivera nacieron en la provincia de Málaga. Y su madre lo hizo en el pueblecito de Cútor, en la sierra malagueña.
Es la justificación genética que Arrimadas y Rivera expresan para pluriemplearse en la campaña andaluza. Se obstina Juan Marín en definir su protagonismo y su jerarquía, pero el oficio y el lucimiento de sus compañeros relativiza cualquier esfuerzo de trascendencia.
Es una candidatura trinitaria. Uno y trino es Marín a la vera del padre y de la madre, de forma que Rivera y Arrimadas se han convertido en candidatos a la Junta de Andalucía. Intenta Casado hacer lo mismo con Juanma Moreno, pero se desenvuelve con la torpeza de un señor de Ávila en territorio extraño. Y termina comiendo en un McDonald's.
Marín era socialista. Y volvió a serlo cuando arropó a Susana Díaz. Ahora le ha quitado la manta, pero tanta de descubrir las vergüenzas, ha enseñado las suyas propias, hasta el extremo de convertirse en un escudero de Arrimadas y Rivera. Que puestos a competir, ya os lo voy diciendo, más pronto que tarde competirán por el liderazgo de Ciudadanos.