CON RUBÉN AMÓN

Rubén Amón indulta a Marine Le Pen: "Llamadla Marine porque no constan en los carteles electorales ni su apellido ni su partido"

Llamadla Marine. Porque así se anuncia ella misma en los carteles electorales. Y se hace retratar sonriente. Más coqueta de cuanto traslada su habitual imagen descuidada. Y presumiendo de sus pómulos de mármol y de sus ojos azules. Como el color de la bandera de Francia que se aferra al asta de la bandera.

ondacero.es

Madrid | 28.03.2017 10:35

Llamadla Marine porque no constan en los carteles electorales ni su apellido, Le Pen, ni su partido, el Frente Nacional. Se diría que Marine, llamadla así, ha percibido que su linaje y el frentismo representan un límite insobornable para aspirar al Elíseo.

Marine quiere acercarse con su nombre de pila. Hacerse familiar, compartir con los vecinos el franco, el mantel a cuadros, las fiestas de guardar y el picnic en el campo. Cuando no había tantos negros en la selección bleue ni tantos alminares en las periferias. Y cuando no era necesaria la policía textil, depurando el burkini de las playas.

Marine abjura de su padre y hasta de su partido para aspirar a convertirse en Juana de Arco. O en la alegoría de la mujer que encarna la imagen de la República. De Marianne a Marine. Marine guiando al pueblo. Marine que quiere ser francesa y no capitana de la tropa aragonesa.

Marine trata de suavizarse. No corrigiendo la aversión a los inmigrantes legales e ilegales, pero sí rectificando el racismo. Francia es para los franceses, todos los franceses y todos los votantes. Y Francia está llamada a recuperar la grandeur, a despojarse de la hegemonía alemana, a convertirse en la la aldea gala de Astérix.

Jean Marie Le Pen llegó a la proeza de disputar una segunda vuelta. Lo hizo bromenando con el Holocausto, ejerciendo el odio y la xenofobia. Y arrastrando a su favor la extrema derecha y la extrema izquierda. Era el límite del Frente Nacional. El límite que quiere sobrepasar Marine. Jugando la finalísima, eso es seguro. Y ganándola si sus compatriotas se atreven a tratarla de tú: Marine.