EL INDULTADO DE RUBÉN AMÓN

Rubén Amón indulta a Silvio Berlusconi: "Cambia el papel de jugador por el de entrenador"

Desde el punto de vista inmunológico, Silvio Berlusconi es prácticamente inmortal. Lo decía el médico personal del Cavaliere. Ya fallecido, aunque hay otros puntos de vista. Y aunque la mención al prácticamente aloja alguna duda sobre la vida eterna.

ondacero.es

Madrid |

Se resiste a capitular el magnate italiano. Y no se presenta a las elecciones de marzo, pero sí desempeña en ellas un papel de inductor y de referencia. Berlusconi cambia el papel de jugador por el del entrenador. Le constriñe a hacerlo la inhabilitación judicial derivada de sus delitos fiscales, pero no parece disgustarle el papel de muñidor en la sombra.

Una presencia ultraterrena, pues Berlusconi ya ha cumplido 81 años. Y se diría que se ha embalsamado en vida. Parece una figura de cera, aunque persevera en su esfuerzo de impresionar en su vitalidad y fogosidad.

Presume de una novia medio siglo más joven que él. Y ha introducido hábitos tan insólitos como el animalismo y la doctrina vegana. Ya no come carne Berlusconi, habiendo sido un vampiro, un depredador, un voraz animal político que se resiste a entregar la cuchara.

Os sorprenda o no, Berlusconi ha sido el último primer ministro italiano elegido en las urnas. O sea, que llevamos siete años de jefes de Gobierno atípicos. Desprovistos del énfasis plebiscitario que hizo del Cavaliere un revulsivo mediático de la antipolítica.

Habrá que reconocerle su papel de pionero. Ahora que hablamos de Trump, de populismo, de magnates redentores, de antisitema, convengamos que Berlusconi fue el primero. Una anomalía italiana que ha terminado convirtiéndose en canon. Y que Silvio celebra después de haber aniquilado a sus rivales. 34 años lleva en la política.

Y no puede presentarse, no, pero ha puesto en circulación millares de pasquines y de papeletas con un eslogan inequívoco: Berlusconi, presidente. Puede que sea una superstición. Y puede que sea un presagio.