EL INDULTADO DE RUBÉN AMÓN

Rubén Amón indulta al oncólogo Josep Baselga: "Llegó a creerse Dios, con la tiranía del Antiguo Testamento"

No sé si sabías que el famoso oncólogo Josep Baselga es Cáncer, una coincidencia curiosa entre el oficio y el signo zodiacal que explica el providencialismo del que revistió él mismo para luchar contra la enfermedad más temida y sugestionable en las sociedades prósperas.

ondacero.es

Madrid | 21.09.2018 09:58

Se había convertido en un predicador contra el mal. Y en un científico superdotado en los hallazgos científicos y en el éxito de las terapias. Fijaos en que el hospital neoyoquino que dirigía como si fuera Prometeo reunía 14.000 empleados y un millar de médicos entre ellos, como si fuera un ejército contra los tumores.

De hecho, el Memorial Sloan Kettering de NY se jactaba de conseguir un porcentaje de curaciones un 30% superior a la media en los centros de prestigio. Y era Baselga el paradigma del milagro. Por su competencia. Por su carisma. Por su autoridad. Y por su capacidad para encontrar recursos entre mecenas, donantes y cómplices: 2.200 millones de presupuestos tenía su hospital.

Los tenía y los tiene, pero Baselga, barcelonés de nacimiento, casi 60 años, ha sido evacuado del proyecto porque lo han pillao con el carrito del helao. Ha venido a saberse que las grandes compañías farmacéuticas lo financiaban clandestinamente. Y que el propio doctor exageraba las propiedades terapéuticas de algunos fármacos para revestirlos de prestigio en el mercado. Tres millones, por ejemplo, cobró de Roche. Y no mencionó el vínculo en sus publicaciones, cuando era obligatorio hacerlo.

Es un viejo conflicto de intereses, una recurrente tentación del juramento hipocrático. El soborno de la casa farmacéutica al doctor. En el nivel más bajo. Y en el más alto, como demuestra la escandalera internacional que publicó el NY Times. Baselga llegó a creerse Dios, con la tiranía del Antiguo Testamento. Y ha sido degradado al prosaismo de un humillante delito de cohecho.