CON RUBÉN AMÓN

Rubén Amón indulta al taxista 'peseto loco': "Niega ser ultraderechista porque tiene amigos gays"

El sector del taxi tiene sus razones y sus sinrazones, pero la credibilidad de sus reivindicaciones se resiente del pintoresquismo de sus portavoces. Ya indultamos en esta sección de éxito a Tito Megáfono Álvarez, pero extendemos la medida de gracia a Peseto Loco.

ondacero.es

Madrid | 30.01.2019 10:04 (Publicado 30.01.2019 09:59)

Pues así lo llaman y se llama a sí mismo Nacho Castillo, cuyos biceps tatuados, peinado de marine y bengalas en las manos lo han convertido en icono de la protesta contra la sensibilidad y el criterio de muchos de sus colegas.

Peseto Loco responde a su apellido, Loco, en la medida en que fue condenado por disparado con una pistola de aire comprimido a un vehículo de cabify. Y quien dice cabify dice cucaracha, pues ese es el término degradante que Peseto Loco utiliza contra las VTCs.

Niega ser ultraderechista, atención al argumento, porque tiene amigos gays. Y porque unos skinheads, atención al argumento, le dieron una paliza cuando él era heavy. Tenía 14 años. Y decidió que no volverían a pegarle.

Empezó a entrenar. Se convirtió en boxeador. Y del ring asumió la mitad de su apodo. Peleando con un tal Zurdo Loco terminaron endosándole la falta de cordura a él, aunque Peseto Loco bien podría ser el nombre del jefe de una tribu comanche.

Es hijo de taxista. Y se gastó 165.000 euros en comprar su licencia. Por eso se resiste ahora a que las regalen. Y por la misma razón se recrea en un lenguaje hostil que explica su fascinación hacia Taxi Driver.