Procedo al indulto del hombre más rico del mundo. ¿O no? Elon Musk ocupaba el primer puesto por encima de Jeff Bezos hasta hace unas horas, pero un tuit inoportuno sobre la cotización de las bitcoins le hizo perder 12.000 millones de euros en un día. Tranquilidad. El patrón de Tesla acaudala 168.000 millones de euros. Y llega a fin de mes.
Hijo de una modelo y de un padre poco modélico, es el suyo un caso inequívoco de meritocracia. Conoció la miseria de joven en Sudáfrica. Y descubrió en Canadá el hábitat donde cultivar su clarividencia, aunque buena parte de sus profecías no hubieran llegado tan lejos sin la marihuana ni el wishky de Malta.
Debemos tenerlos en cuenta cuando desata sus predicciones. No ya en cuanto a la inminencia de los coches voladores, cosa de meses, sino en cuanto respecta la puente aéreo de Madrid-Tokyo-Marte. Sostiene Musk que el hombre pisará el planeta rojo en 2023 y que sus naves de Space X lo harán rutinariamente dentro de cinco años. Y no es que recomiende la travesía. La dureza atroz del viaje conlleva la experiencia de un aterrizaje en tierra hostil. A Marte iremos a morir, previene Musk. Por tratarse de un territorio insoportable.
Así es que investiguemos mejor otras experiencias en el mapa galáctico de nuestras neuronas. Un chip alojado en nuestro cerebro podría proporcionarnos un orgasmo cien veces superior al convencional, aunque el objetivo de la nueva tecnología estimulatoria consiste en remediar las lesiones de la columna vertebral.
No está claro si Elon Musk es un genio o un trilero, un supercuñado o un epígono de Leonardo da Vinci. Caben dentro de él unas y otras definiciones, pero no se le pueden negar las proezas ya conseguidas. Y no aludimos a su descomunal fortuna, sino al mérito de haber sobrevivido a ella, como si hubiera conjurado el sortilegio de la perla de John Steinbeck.
El camino requiere seis pasos. Los menciono como si describieran la escalera de un manual de autoayuda. Elon Musk sostiene que ha llegado a Marte gracias a ellos. Tomen nota. Cojan una hoja de papel, como me decía un antiguo profesor de matemáticas.
1.- Los buenos negocios no son una cuestión de dinero.
2.- Sigue tus pasiones.
3.- No tengas miedo a pensar en grande.
4.- Debes estar listo para tomar riesgos.
5.- Ignora las críticas.
6.- Disfruta.
Vale, comprendo vuestra decepción después de escuchar estas ordinarieces, pero solo una persona puede ser la más rica del planeta. O de los planetas, ya que Musk quiere ser la primera fortuna de la Tierra y de Marte al mismo tiempo.