Rubén Amón indulta a Jacques Chirac: "Cínico y simpático, ambicioso y arrogante, mordaz e inoperante"
Antes de morir, Jacques Chirac se había convertido en el líder político más valorado de Francia. Un 71% de sus compatriotas lo colocaba en cabeza de la clasificación presidencial con todos los síntomas de la desmesura justiciera y pendular. No sólo porque el expresidente se marchó bajo mínimos de credibilidad en primavera de 2007, también porque el elogio póstumo de Chirac supone un castigo para sus decepcionantes sucesores.