CANDIDATO DE MÁS PAÍS

Rubén Amón indulta a Íñigo Errejón: "Más que un trap, necesita un RIP"

Indultamos al ausente. O sea, a Íñigo Errejón. Ausente del debate televisivo. Ausente de su propia campaña y ausente en los sondeos. Ninguno le concede mayor repercusión que tres o cuatro diputados. Y todos concluyen que el fraticidio va a quedarse en una escaramuza de fogueo. Desmintiento el trap que le han compuesto.

Rubén Amón

Madrid |

O sea, que Errejón va a perder el duelo con Iglesias y va a perder las elecciones. Su única contribución consiste en una leve fragmentación dela izquierda. Suficiente para impedir que Sánchez consiga mejor resultado que el pasado mes de abril.

No eran estas las pretensiones del proyecto, pero el fracaso que auguran las encuestas demuestran que Errejón es de los políticos que gustan mucho y nadie vota. Ya le sucedió con la candidatura a las autonómicas. Y va a sucederle el 10N como escarmiento a su propia vanidad.

El niño de San Ildefonso se va a resignar a la pedrea. Y deberá ubicarse en el gallinero del Congreso junto a los partidos marginales, pues Errejón se parece a Manuel Valls en el fatalismo o el gafe de sus proyectos. Iniciativa que emprende, proyecto que se malogra.

También comparte con Valls el cariño y la adhesión de la prensa. Nos gusta a los periodistas Errejón porque habla bien. Y porque disimula con la dulzura de las formas y su aspecto de empollón su ideología extremista y su discurso subversivo.

Así es que su gran problema es la credibilidad. Era el momento perfecto para aparecer. Un partido urbanita, ecologista y hasta animalista. Un árbitro para mediar entre Sánchez e Iglesias. Un remedio al votante frustrado de la izquierda.

Sí, el momento era este, pero la persona no era Errejón. Más que un trap, Errejón necesitas un Rip.