Madrid |
Y no os inquietéis por el apellido. Los Müller no huyeron de Alemania por sus vinculaciones al nazismo. Creo que era periodista antes de mayor de edad. Y me consta que fue un activista en la oposición al régimen de Pinochet.
La España democrática le debió parecer la Atenas de Pericles, aunque es verdad que los primeros años de su experiencia en El Mundo coincidió con los años más oscuros del socialismo. De los Gal a Filesa. Digo que El Mundo porque John figura entre los fundadores. Y porque tuvo la oportunidad de conocerme, siendo yo entonces un joven prodigio.
La verdad es que fue mucho más insólito encontrarnos en Caracas antes de que irrumpiera el chavismo. No habíamos quedado. Y resulta que nuestras localidades en la plaza de toros eran contiguas. Yo estaba de vacaciones. John estaba dirigiendo El Universal.
Ya os digo que Müller es un periodista íntegro y no alineado. Que suena cálido en la radio. Que sabe mucho de economía. Y que aporta en sus columnas una mirada original. O sea, es un tertuliano imprevisible. Y que John Müller no es apodo. Se llama John Müller de verdad. Como un actor de los cuarenta. Y como prueba de su idiosincrasia cosmopolita.
Ha llegado a sospecharse que Müller es la cuota lationoamericana del programa. Que aporta exotismo. Si eso es verdad, también sería cierto que yo soy la cuota egipcia.