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Rubén Amón indulta a los padres: "A veces el colegio preserva a los niños de sus progenitores"

Procedo al indulto de los padres. O sea, de las madres también. Y lo hago a propósito de la polémica del pin parental. Y del debate que ha provocado la iniciativa de Vox de acuerdo con la cual los progenitores prevalecen sobre el criterio de la enseñanza pública en las cuestiones de sexualidad, de género o de modelos familiares.

Rubén Amón

Madrid |

Ya sabemos que Vox es un partido creacionista. Y conocemos sus posiciones confesionales, pero llama la atención la naturalidad con que el PP se adhiere a las iniciativas cavernarias, aunque tanto sorprende el oportunismo del PSOE. Y las tentaciones de aplicar a Murcia el 155 para salvaguardar a los muchachos del oscurantismo.

Más grave, mucho más grave es el adoctrinamiento en Cataluña, o sea, el régimen de discriminación lingüística y propagandística con que crecen allí los escolares, pero Sánchez no va a tomar ninguna decisión que malogre la sumisión al soberanismo.

Ya decía Roberto Benigni encarnando a un mafioso en Sicilia que el problema de Palermo es el tráfico. Y el problema de España es Murcia... lo cual no quita gravedad al acopio de argumentos casposos y viejunos con que Vox quiere aplicar el pin parental.

Los hijos son de los padres biológicamente hablando. Bueno, de las madres. Y el posesivo que se utiliza para identificarlos -mis hijos- no faculta un régimen de propiedad. Imaginaos que vuestros padres son testigos de Jehová. O no creen en las vacunas. U os esconden en casa para preservaros de una sociedad hostil.

Quiere decirse que a veces el colegio preserva a los niños de los padres. Y que conviene plantear en los centros públicos los debates espinosos que se han consolidado como tabúes familiares. Normalmente el sexo, el sexo, el sexo y la orientación sexual.

Es la razón por la que la enseñanza pública no puede incurrir en doctrinas radicales, en modas ni en sobrecargas ideológicas. Quién educa el educador. Y cómo se consensúa una educación cívica, tolerante y abierta, mejor si los padres no abusan de sus prejuicios.