Madrid | (Publicado 10.05.2019 09:31 )
No quiere decir que acierte siempre en sus opiniones, pero sí quiere decir que no están sujetas a consignas ni indicaciones. De hecho, el mérito de Pilar Cernudaconsiste en coexistir en el hábitat de la política sin haberse intoxicado.
Ha recorrido casi todos los géneros y casi todos los medios. Twitter es una excepción. Quizá porque Cernuda ha intuido que las redes sociales confunden la frontera que más ella custodia: comunicar no es informar. Y Cernuda, además de comunicar, informa.
Pertenece además a la clase senatorial de los periodistas que necesitamos para no frivolizar con el franquismo, trivializar la Constitución, incurrir en el peligro de la amensia etarra, desprestigiar la Corona. Son los que uno llama periodistas de Estado. No porque vivan de él, sino porque su trabajo escrupuloso expone un valor institucional, un deber democrático. Por eso la Cernuda es europeísta, pionera del feminismo sin bando y abjura de los populismos.
La prensa tiene una connotación sagrada que Cernuda sabe otorgarle, aunque su trayectoria omnívora de lectora y de escritora comprende biografías, ensayos y una reciente publicación que recomiende a ustedes porque narra la intrahistoria de las grandes espías españolas.
'No sabes nada de mí', se titula, pero sí sabemos gracias al libro de Pilar que la agente Margarita Ruiz de Lihory cambió la historia de España porque salvó en dos ocasiones la vida de Franco. Joder, con una hubiera bastado.