Allí, las comunidades autónomas se llaman departamentos. Dentro de los 9 departamentos hay 112 provincias y hay 36 naciones y pueblos indígenas, como el aymara, el chácobo, el quechua o el guarasuwe. La nación Araona, por ejemplo, cuenta con una población de entre 90 y 160 habitantes, la guarasu´we, tiene 31 habitantes, mientras que la quechua tiene 2,5 millones de habitantes.
El modelo español de comunidades autónomas no ha permitido superar la tensión histórica entre centralistas y federalistas, pero sí le ha permitido a Evo Morales perpetuarse en el poder durante 11 años. Este tiempo ha dado origen en internet a una página llamada "Evadas, dichos de la era plurinacional". Evada es el equivalente en Bolivia a lo que aquí llamaríamos Rajoyada. Y su recopilador es don Ovidio Roca.
Entre las evadas famosas figuran frases como "viva la coca, mueran los yanquis" y "mar para Bolivia, coca para el mundo", que Morales pronunció ante un congreso de las seis federaciones de cocaleros.
O la que Roca describe como "Diplomacia Plurinacional coprológica": Morales dijo en una ocasión que "tener relaciones con la Embajada de los Estados Unidos es como una caca".
O no sé si esta evada les sonará: “Por encima de lo jurídico, está lo político (…) cuando algún jurista me dice: Evo, te estás equivocando jurídicamente, yo le meto nomás. Después les digo a los abogados: si es ilegal, legalicenlo ustedes, ¿para qué han estudiado?”.
¿A que Evo se parece a algunos políticos catalanes?
La democracia plurinacional también rechaza a los pelotas. Por ejemplo. Otra evada: "Quiero que sepan y digo públicamente, no queremos servidores públicos que estén chupándome las tetillas, se acabó eso". Chuparle las tetillas es hacerle la pelota.
Tampoco cabe la ambigüedad en la república plurinacional: "Cuando a mí me dicen centroderecha o centroizquierda, no entiendo. ¿Cómo puedes ser del centro? Aquí se es macho o hembra, no hay "maricón" en temas ideológicos y en temas políticos o partidarios, y en la lucha antiimperialista".
Ya lo decía Montesquieu, Carlos, "los malos ejemplos son más dañinos que los crímenes"