Se supone que los trabajadores deben confiar en los líderes de la clase obrera, en los benefactores del pueblo y no pensar en que estos están haciendo del pueblo su benefactor particular. Aunque en este caso ya existían fuertes indicios después de que en 2014 se descubriera que Fernández Villa, que durante años organizó la apoteosis obrerista de Rodiezmo, se acogió a la amnistía fiscal en 2012 para regularizar 1,4 millones de euros que tenía en el exterior.
Es la misma o parecida sensación la que podría tener el fiscal general del Estado que ha tenido que esperar seis años a que Manuel Moix -en quien depositó su máxima confianza para designarle fiscal anticorrupción- haya tenido a bien relatarle que en 2011 heredó una sociedad opaca constituida en Panamá por su padre hace 30 años y que no le quedó más remedio que regularizarla para no incurrir en un delito fiscal.
Tras el asentamiento de la doctrina Montoro en el caso Soria -no se puede estar en el gobierno y operar en paraísos fiscales-, el nivel de exigencia estético se elevó muchísimo. Y eso debería tenerlo en cuenta cualquiera que aspire a acceder a un alto cargo en este país.
"En el mejor paño hay mayor engaño", dice el refranero, lo cual delata que en este país desde hace mucho tiempo que las élites vienen defraudando al pueblo llano, entre otras cosas porque en el pasado no lo necesitaban para nada.
Bajo el epígrafe de "refranes sobre el engaño" hay en mis libros uno que me llama la atención. Dice así: "Al más charrán, más pronto se la dan". Pienso que viene como anillo al dedo a la situación, sobre todo después de que se aclarara en el último congreso del PP que lo que aparece en su logotipo no es una gaviota sino un charrán.