Madrid |
Pero habrá que hacer algunas consideraciones. Si no se cuenta con Esquerra, el bloque de la investidura habrá muerto y no sé si hay geometría variable que lo pueda sustituir. Siempre quedará la amenaza de Rufián: "si no hay diálogo no hay investidura".
Si miramos a Ciudadanos, Arrimadas está dispuesta a apoyar, pero no de forma incondicional. Y si miramos lo que Yolanda Díaz le dijo a Julia Otero, es buena intención, pero hay que negociar. El problema no está en su ADN ideológico, porque ha roto ya la foto de Colón y demostró que está dispuesto a pactar a cambio de contrapartidas.
Yo creo que es al revés: el problema es que, hoy por hoy, no parece probable que un partido de centro respalde una política económica que merezca el aprobado o sea fruto de la gestación de Podemos. Si recordamos lo que ayer dijo Marcos de Quinto y antes Albert Rivera, el partido podría saltar por los aires.
Conclusiones: si hay que buscar el voto de Ciudadanos para el Presupuesto, mal anda la mayoría que sostiene al gobierno. Si ese gobierno lo necesita, tiene que negociar, porque no hay votos gratis. Y, como haya acuerdo, no es que Sánchez e Iglesias lo acepten; es que será una bendición de Dios.