Fernando Ónega: "La autoprotección de la mujer no es cultura machista, es ser consciente de la realidad"
Si yo supiera responder a esa pregunta, sería por lo menos ministro del Interior. Lo primero que necesito decir es que un suceso tan atroz como el de Laura no debe servir para crear alarma social. Debe crear dolor e indignación con el asesino, pero no alarma: España sigue siendo un país seguro, aunque ocurran crímenes tan execrables como este y los que ensombrecieron la crónica nacional durante los últimos años.
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Madrid |
Pese a todo, una sola agresión sexual y una sola muerte que se produzcan obligan a darles prioridad para que no se vuelvan a repetir. Primera consideración: ¿existe el peligro? Claro que existe. Existe mientras haya asesinos sueltos. En consecuencia, hay que conjurarlo con dos tipos de medidas: legales y de autoprotección.
Legales, hasta donde las permita la imaginación: mantenimiento de la prisión permanente revisable, información pública de los agresores y sus antecedentes, vigilancia discreta hasta donde lo permita la legalidad, estímulos a la colaboración ciudadana y educación.
Y a pesar de todo, donde haya un criminal dispuesto a cometer un crimen, se puede cometer. Por eso, por parte de la mujer, autoprotección. Si hay zonas de riesgo, evitarlas. Si no deben salir a correr solas por esas zonas, no salir. Algo tan elemental, válido para ellas y para el varón, como evitar el peligro. Proponer eso no es hacer culpables a las mujeres, como dice el feminismo. Tampoco es cultura machista, como también se dice. Es ser conscientes de la realidad.