Madrid | 25.10.2019 07:21
Ya aparecieron los partidos que tienen más urgencia por destruir que por hacer algo nuevo. Podemos, Esquerra Republicana y el PNV ya dijeron que había que derribar la Cruz que preside el Valle. Eso sería desmocharlo y, desde luego, no aporta nada a la reconciliación.
Y ya que cito la palabra reconciliación, debo añadir que ya se hizo. Se hizo durante toda la transición, con el abrazo entre las gentes del exilio y la cárcel y los que fueron sus carceleros. Se hizo con la presencia de todos los partidos en las elecciones.
Y se hizo de forma histórica en aquel grandioso proyecto de país para todos que se llamó y se sigue llamando Constitución. Hay que cerrar las heridas de la dictadura, es evidente. Hay que aprovechar para fines pacíficos lo que ha sido durante demasiado tiempo el símbolo de una guerra, de una imposición y de culto a media España, ignorando a la otra mitad.
Hay que conducir a las nuevas generaciones a una nueva forma de concebir y practicar la convivencia. Pero todo lo que se haga ha de ser desde el consenso, no que una imposición sustituya a la otra, y quizá con ánimo de revancha. No sea que la teórica busca de una reconciliación ya lograda termine por ser un derribo calculado de la transición.