Madrid | (Publicado 30.05.2019 07:23 )
La dirección de Ciudadanos tampoco se fía de Colau y decide que el único de garantía es Collboni, el candidato del PSC. Es un cisma entre dos personas que ya se venía alimentando desde la campaña electoral y por los contactos cona Vox. Yo elogio aManuel Valls.
Su postura es algo ingenua, porque Colau no es formalmente independentista, pero el contacto amistoso con un independentista la erotiza y es abanderada contra la monarquía. Pero hay que reconocer el mérito de quien por patriotismo y por principios regala su grupo sin pedir nada a cambio para que Barcelona no caiga en manos del separatismo.
Pero no puedo censurar a Rivera, porque si en cada ciudad se hace lo que se quiera, por patriótico que sea, su partido se convierte en un desmadre. Ciudadanos tiene otro problema interno: su sector progresista pide que se negocie con el PSOE y su sector más conservador está por el PP.
Por eso la salida más inteligente es la salomónica adoptada: caso por caso, porque cada caso, cada ayuntamiento y cada autonomía son distintos. Y es distinta, sobre todo, Barcelona, donde no está en juego solo la alcaldía, sino una alcaldía que Maragall quiere manejar para la autodeterminación. Y, visto lo visto, creo que la va a manejar.